Cosas raras que tiene la vida ¿Qué la actriz Amparito Arozamena se nos fue? Pocos quedan de aquellos Beverly de Peralvillo, serie de televisión y películas que tuvieron su auge hace algunas décadas. Época por demás difícil, cuando textos como Los Hijos de Sánchez, se dedicaban a retratar parte de la vida de los mexicanos. Una era ya extinta, cuando el nepotismo partidista era una cuestión normal, cotidiana. Un momento en el cual, las promesas de los políticos -incluida la "defensa perra" del peso mexicano- sólo eran eso "palabras en el viento".
Por otro lado, sólo basta dar una hojeada a los diarios de circulación nacional para conseguir percatarse que las cosas no están bien, que la infección es real y que seguramente, aunque hay enfermedades peores presentes en México, el flagelo ampliará su número de víctimas fatales. Sin embargo, hay cientos/miles de personas que siguen sin creer que la epidemia de influenza porcina-humana es tal. Seguramente ninguno de sus familiares y conocidos ha caído víctima de este mal. Y no es para menos, la inmensa mayoría de los mexicanos siempre ha tenido poco sentido de la realidad, si no, baste ver que durante las elecciones de 2006, las masas seguían a un candidato que no pintaba para bien, y no me refiero al actual presidente de la República Mexicana, que tampoco otorga mucho espacio para la duda razonable, sino a Andrés Manuel López Obrador, con su sólo dicho fue capaz de mover los cimientos de la misma sociedad civil, para bien ó para mal. No fue necesario comprobar de forma fehaciente casi ninguno de sus dichos, a pesar que algunos no mostraron la solidez necesaria. Pero "esa es pandemia fase 5 de otro costal".
Lo que quería decir en este post, es que siempre que se habla de enfermedades como esta, indiscutiblemente viene a mi mente una película magistral, aquella dirigida por Terry Gilliam, y que se centraba en la dispersión de un virus letal que únicamente afectaba a los seres humanos. Habrá quienes se acuerden de otros largometrajes como Exterminio y Soy Leyenda, pero verdaderamente, el filme de Gilliam retrata situaciones límite como la que vivimos actualmente. Plasma los miedos y el ansia de poder inherente de la gente y cómo éstos simplemente degüellan cualquier síntoma de esperanza a corto y largo plazo.
¿Estaremos llegando a ese sitio? ¿Al "punto de no retorno"? ¿Tendremos que vivir así y tratar de viajar al pasado para intentar impedir la transmisión de un virus? ¿Y arribar únicamente para darnos cuenta que todo fue un juego de las élites de poder, y que las personas que supuestamente combaten el flagelo, en realidad, son las más interesadas en lograr que el brote epidemiológico se propague sin límites?
Negar que la gripe está afuera es altamente peligroso é irresponsable; las razones para esparcir rumores que ponen en riesgo la salud de los posibles electores ó simpatizantes no solamente es cruel, bárbaro y probablemente utilitarista, sino que enmarca la indolencia con la cual los funcionarios de gobierno, líderes sindicales y políticos observan a sus cardúmenes de votantes. En cambio, el motivo de existencia de la enfermedad, debiera constituir el centro de toda discusión… mientras que problemas efectivamente apremiantes se encuentran a plena vista, pero nadie les presta la atención debida.
1 comentario:
La Negación es un mecanismo de defensa emocional. Aquí en Puerto Rico pasa igual con los problemas que aqujan a la nación que no se queja ni se preocupa.
Adelante y éxito.
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