domingo, mayo 29, 2005

La ciudadanía indefensa

Los recientes incidentes que involucran a narcotraficantes y autoridades hacen patente -una vez más- el nivel de delincuencia que vive nuestro país. Es triste ver como los criminales nos tienen acorralados en una esquina como animalitos. Mientras tanto, exigimos al gobierno federal que haga algo -lo que sea- contra el hampa. Y después vienen políticos a decir que las marchas para demandar a funcionarios y gobiernos una solución son parte de un compló para desacreditar "sus honorables intenciones electorales" ¡Puras estupideces!
Por su parte, el Ejecutivo federal dice que está consciente de la gravedad del asunto ¡Sería ridículo que no lo estuviera! Digo, no es algo comparable con el caso del escritor argentino de la burguesía, Jorge Luis Borgues.
La corrupción es un flagelo que ataca las bases de nuestra sociedad, pero es tan cómoda. Es decir, evita multas y sanciones más drásticas, por ejemplo, si usted es detenido por una patrulla y carece de licencia de conducir es más barato y menos estricto "soltar" entre 200 y 500 pesos a terminar pagando y declarando en la delegación para que le liberen a uno el coche. Lo mismo pasa cuando se sale en automóvil un día que no circula nuestra unidad. Pero ¿Cómo podría compararse "contribuir" en pequeña escala con autoridades con acciones a una situación como el narcotráfico? Pues la situación es parecida a mentir. No se miente mucho o poquito. No hay verdades a medias. Se dicen las cosas como son o simplemente se oculta la verdad. No hay más. Así pasa con la corrupción. Uno No es corrupto sólo un poquito. Es lo mismo dar dinero para conseguir rapidez burocrática, justicia de primera mano para convencer a jueces, rectificar el rumbo electoral de un estado, etcétera. Igual pasa con la piratería -con la que estoy tan a gusto- uno consigue una película en 10 pesos, cuando entrar al cine con toda la familia puede costar arriba de 500 pesos. Yo estoy en contra de comerciales estúpidos de empresas que dicen cosas como "las películas se ven mal y tú también" y gamborimbos parecidos. Es obvio que esas dizque empresas preocupadas por el bien común del pueblo mexicano en realidad sólo se ocupan de sus propios intereses. Lo del bien común pueden ir a decírselo a nuestros desgastados recursos naturales, caso específico el que acaba con los árboles de oyamel en el refugio de las mariposas monarca en Michoacán. También el que afecta a nuestros médicos tradicionales de provincia, quienes tienen que cuidar sus secretos ancestrales para no entregarlos a manos de capitales rapaces.
Pero por otro lado, la situación es: ¿Qué tanto desea ud. salir a la calle sin preocuparse si este día usted o sus seres queridos llegarán a casa? ¿Si al abordar un taxi el conductor de esa unidad sin papeles que acaba de abordar no le va a meter un plomazo? ¿Si al cruzar un puente peatonal un grupo de individuos le cierra ambos lados, a fin de quitarle hasta la niña de los ojos? ¿Al comprarse un par de tenis nuevos -chafitas si usted quiere- unos tipos le salen al paso y lo desbalijan como a un auto?
Es imprescindible que deje de exigirse al gobierno que solucione nuestros problemas cuando somos nostros quienes debemos imponer las condiciones para cambiar la situación. Este es un caso muy similar al que ocurre siempre que llueve en la Ciudad de México: Las coladeras se tapan, las alcantarillas vomitan una enorme cantidad de porquerías. Existen varias causas para que este incidente se repita de forma anual:
A)La metropoli se hunde tantos y cuántos metros
B)Las inconsistencias y fallas del sistema de drenaje
Desgraciadamente, la principal causa de fallas en el sistema de drenaje somos nosotros ¿Cuántas veces ha escuchado en la radio y la televisión: "Evite tirar la basura en la calle, pues tapa las coladeras"? ¿Y que hace la gente? -¡Hombre si sólo es una cascarita!
¿Cuántas personas le gustan a usted, viven actualmente en la zona conurbada? y de esas ¿Qué porcentaje cree usted tira su basura en la calle? Además ¿Qué pasa si usted le pide a esas mismas personas -claro, las que están a su alcance- que no tiren sus desechos en la ciudad? Exactamente ¿Las coladeras siguen arrojando su contenido o no?
El cambio debe venir de todos nosotros. Qué cosa más difícil. De hecho se acerca más a una utopía ¿No quiere usted corrupción? Pues no la fomente, no la permita y la próxima vez acuérdese por quien votó.


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