domingo, abril 22, 2007

Otra del aborto

La última vez que se dio este tipo de debates sobre cualquier asunto, importante o intrascendente, fue durante las pasadas elecciones presidenciales de 2006.
Sin embargo, si me voy más atrás en el tiempo puedo decir que los enfrentamientos entre "sociedad laica" y la iglesia católica o creyente respecto al aborto se remontan a otros años. Durante esos álgidos días las dos fuerzas contendían con el mismo peso, no obstante en el presente es ese supuesto aglomerado de individuos sin afán de lucro, quién más presencia mediática y social tiene hoy día. Todo aquello que no contravenga a las ansías del momento, de l sed por atemperar los sentidos es bienvenido, en caso contrario, se enfrenta al escarnio público, convertido por los medios de comunicación, panfletos y demás, en una "cosa" obscura, atrasada y arcaica, fuera de contexto y otros calificativos iguales.
¿Dónde quedaron esos tiempos cuando la "sociedad laica" era el contrapeso de la avallasadora aplanadora de la iglesia católica? ¿Dónde quedó la cualidad verdaderamente crítica (que no simplona y criticona) de la zoociedad? Desgraciadamente, eso se acabó. Hoy es al revés.
Imposible es decidir sobre el cuerpo de alguien más, cosa por demás común en el mundo islámico, mucho menos tratar de inferir las causas y devenires que le orillaron a tomar la determinación de cerrar de tajo la oportunidad de una vida.
Hasta hace poco, un servidor era partidario del aborto, pues pensaba que todo era parte de la discusión: La autodeterminación sobre sí mismo.
Nada más claro, conciso y preciso. Uno de esos derechos de los que el mundo no puede prescindir; pero más que derecho debería apreciarse sobre todo como una exigencia, un elemento tan preciado como el agua y sin el cual la vida no podría ser posible: "Y he ahí el meollo del asunto"
¿Alguien le ha preguntado a los futuros humanos a ser su preciadísima opinión? Porque la mujer puede y debe decidir sobre sí misma, sin embargo, un feto, bebé o como quiera llamársele no es parte de su cuerpo, es decir, al abatirse el límite actual del aborto, se transgreden los derechos (el básico dirían otros) de un tercero. Un bebé no es, ni será, parte del cuerpo femenino. La mujer es sólo portadora de vida, no es en sí, la creadora: ese es un mito; y como tal debe ser desechado
Pero en esta sociedad mexicana tan dada en el presente a afectar los derechos de terceros sin fijarse en lo más mínimo, (como ejemplo, tómese los plantones y marchas o ¿A visto a su prójimo tirar la basura en vía pública?) es así bastante obvio que se impulse una orden mediática tan fútil como ésta.
Dejemos a un lado a la iglesia católica como tal, ¿Qué pasa con aquellos que no somos creyentes; pero estamos en contra del aborto? ¿Qué pasará con todos aquellos infantes que jamás podrán decir "Qué hermoso día" u "Hola, mamá"? Solamente alguien (y me consta) que ha tenido que pasar por la traúmatica y dolorosa experiencia de practicarse un aborto (acompañado de sus traumáticas imágenes) se opone a él. Muchas (la inmensa mayoría) describe un vacío incapaz de ser llenado.
Sí, deben existir parámetros para su práctica, a fin de no repetir la tragedia que sufren actualmente las mujeres en Ruanda (índices ya contemplados en la ley vigente y anterior a la "despenalización" del aborto).
Alguien y no quiero repetir su nombre, pues de vez en vez lo respeto, comparó en su programa de radio o trató de hacer una "especie" (diría yo subespecie) de metáfora entre la legalización del consumo del tabaco con el aborto, al señalar que: "no porque sea legal todos fumamos". Desgraciadamente, es uno de esos locutores que no se toman en realidad, las cosas muy en serio, pues ni el ejemplo viene al caso. Entiendo su intento de analogía; pero deja mucho que desear: por principio y riesgo de sonar idiota, fumar NO embaraza. Claro, es permitido fumar, y no porque unos fumen TOodos tenemos que fumar; pero qué no todos lo padecemos? Es decir ¿Qué pasa con los que no fumamos, con los fumadores pasivos? ¿No resultamos más afectados, al final, que los propios viciosos? Segundo: no porque una conducta esté permitida, significa que ésta sea buena o conveniente. Ahí tenemos el propio ejemplo del locutor. Por mucho que se diga FUMAR NO ES BUENO, ni para la salud del que lo hace, ni para todos los demás a su alrededor. Todos resultamos afectados por una determinación de este tipo, estemos de acuerdo con ella o no. Para puntualizar desde otra perspectiva, ahí tenemos el incidente de la Universidad de Virginia. Comprar armas en EU está permitido. No porque esté permitido todos los ciudadanos están forzados a comprar una. No obstante ahí tenemos las consecuencias, y las padecieron tanto los que están a favor como en contra. Para hablar de tópicos locales hablemos de la LEY TELEVISA, es tan limpia y pura en sus intenciones, no obstante, podemos ver a todas luces que la cosa nomás no funciona ¿O no?
Ahora, a partir de estas decisiones, y me refiero a la aprobación de una ley, todos debemos sufrir sus consecuencias, porque todo en esta vida (claro a los que gozamos de ella) tiene consecuencias, nos agraden o no.


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