Tengo un buen rato de no escribir absolutamente nada. Desde el tiempo en el que se acercaban las elecciones presidenciales, me negué rotundamente a participar en la parafernalia de la discusión sin sentido, inciada por nuestros torpes políticos. El hastío se apoderó de mí. Los dimes y diretes me molestaron hasta el exceso. La irresponsabilidad de todas las partes involucradas, me causó corto circuito.
El Peje-presidente, Chente, Fecal, Monreal, Marcelo, El gober precioso, bueno, en fin todos están cortados por la misma tijera. ¡Que no vengan a decir después que el Santo Peje de Atocha es distinto y que a él no le importa el poder! ¿No? ¡Cómo no!
Por otro lado, espero que hoy día mis queridos tres lectores, ya se hayan dado cuenta -no sin un poco de espanto y horror- que en realidad la gente como nosotros poco o nada le importa a la clase gobernante y a los partidos. Sí, esos mostruos de ultratumba que se quedan con nuestros impuestos. Esas bonitas agrupaciones partidistas, donde existe una sobrepoblación de ratas, -sí ratas, no olvidemos a Muñoz Ledo- las cuales después se reparten cargos en el gobierno. Eso sin olvidar a nuestros amables congresistas, esos castos individuos quienes legislan a su propia conveniencia y después se auto-otorgan unos espléndidos y excepcionales bonos para congratularse por su excelso trabajo, mientras el resto de la gente se sume en el desempleo, subempleo y la miseria. Eso me recuerda la iniciativa que impulsaba el PRD para dejar que los legisladores se pudiesen ausentar en la Cámara y el Senado, a fin de atender sus diligencias personales. ¡De verdad el colmo! ¡Osea que había que pagarles para que trataran sus propios asuntos! ¿Qué diligencia con mayor importancia puede haber -como ciudadano- que debatir el destino de la nación? ¡Y no me van a decir que les pagan poco por estar sentadotes todo el día y votar en contra de los verdaderos intereses de los mexicanos! ¡Pinches senadores y diputados! ¡Bola de hambreados! ¡Porque una cosa es tener hambre y otra muy distinta es no "tener llenadero"! Esos mismos legisladores que aprueban discrecionalmente el robo a la nación, como aquella hermosa, tan discutida y rechazada Ley de Medios de Comunicación.
Viendo noticieros el día de hoy, me pregunto: ¿La coalición Por el Bien de Todos, de verdad piensa en el bien de la población? ¿La población de dónde? ¿De Júpiter? perdón, no, esos no, pues como no votaron por AMLO deben ser parte del fraude electoral y del complót en su contra.
Sin embargo, tanto pensar en el encontronazo "ideológico" que sufrimos actualmente, sólo me deja una última reflexión:
¿Tanto se han degrado los valores morales de nuestra sociedad? ¿De verdad tanto nos odiamos? No importa si fue una indea implantada por Felipe Calderón o AMLO, eso es lo de menos
¿Hasta dónde dejaremos que esos babosos se apropien en beneficio propio -en este caso- hasta de nuestras emociones?
El Peje-presidente, Chente, Fecal, Monreal, Marcelo, El gober precioso, bueno, en fin todos están cortados por la misma tijera. ¡Que no vengan a decir después que el Santo Peje de Atocha es distinto y que a él no le importa el poder! ¿No? ¡Cómo no!
Por otro lado, espero que hoy día mis queridos tres lectores, ya se hayan dado cuenta -no sin un poco de espanto y horror- que en realidad la gente como nosotros poco o nada le importa a la clase gobernante y a los partidos. Sí, esos mostruos de ultratumba que se quedan con nuestros impuestos. Esas bonitas agrupaciones partidistas, donde existe una sobrepoblación de ratas, -sí ratas, no olvidemos a Muñoz Ledo- las cuales después se reparten cargos en el gobierno. Eso sin olvidar a nuestros amables congresistas, esos castos individuos quienes legislan a su propia conveniencia y después se auto-otorgan unos espléndidos y excepcionales bonos para congratularse por su excelso trabajo, mientras el resto de la gente se sume en el desempleo, subempleo y la miseria. Eso me recuerda la iniciativa que impulsaba el PRD para dejar que los legisladores se pudiesen ausentar en la Cámara y el Senado, a fin de atender sus diligencias personales. ¡De verdad el colmo! ¡Osea que había que pagarles para que trataran sus propios asuntos! ¿Qué diligencia con mayor importancia puede haber -como ciudadano- que debatir el destino de la nación? ¡Y no me van a decir que les pagan poco por estar sentadotes todo el día y votar en contra de los verdaderos intereses de los mexicanos! ¡Pinches senadores y diputados! ¡Bola de hambreados! ¡Porque una cosa es tener hambre y otra muy distinta es no "tener llenadero"! Esos mismos legisladores que aprueban discrecionalmente el robo a la nación, como aquella hermosa, tan discutida y rechazada Ley de Medios de Comunicación.
Viendo noticieros el día de hoy, me pregunto: ¿La coalición Por el Bien de Todos, de verdad piensa en el bien de la población? ¿La población de dónde? ¿De Júpiter? perdón, no, esos no, pues como no votaron por AMLO deben ser parte del fraude electoral y del complót en su contra.
Sin embargo, tanto pensar en el encontronazo "ideológico" que sufrimos actualmente, sólo me deja una última reflexión:
¿Tanto se han degrado los valores morales de nuestra sociedad? ¿De verdad tanto nos odiamos? No importa si fue una indea implantada por Felipe Calderón o AMLO, eso es lo de menos
¿Hasta dónde dejaremos que esos babosos se apropien en beneficio propio -en este caso- hasta de nuestras emociones?
México, Ciudad de México, Mekishiko-NoNeko
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