Mel Gibson nos debe pedir disculpas, afirma escritor maya
Decepciona que no toma en cuenta logros culturales y científicos; retrata a los mayas como salvajes sedientos de sangre, dice.
El cineasta estará hoy en el país para asistir a una función
(nota completa) Vía: La Jornada
Yo sé que existe gente a la que pudiera parecerle que la denostación de una cultura como la maya, a manos de un director estadounidense como Mel Gibson, pudiera ser trivial y hasta exagerada. Sin embargo, los errores de los que está plagada la historia universal, parten por lo general, de una omisión como esta.
Pudiera señalarse que es una historia de ficción y que únicamente pretende divertir, no obstante decir eso totalmente ridículo ¿Cómo esgrimir una afirmación como esa? Eso más bien denota intransigencia, negligencia, apatía o desinterés. Bien corrijo, podría mostrar no sólo poco interés por la civilización maya, sino una atención inusitada únicamente por el cine como un producto desechable y sin repercusiones en nuestra manera de percibir el mundo actual ¿Dónde queda entonces el cine de autor? ¿Dónde se pueden ubicar entonces películas como la alemana "María Mortal", o "Azul" de Krzysztof Kieslowski? ¿Dónde queda Fellini o Ken Loach?
Apreciar un largometraje es similar a leer un libro. Si el texto es bueno, tendrá consecuencias visibles a nuestros ojos. Puede ser contundente y concreto ó simplemente provocar de manera sutil un cambio en nuestro pensamiento. Ese peso tiene un filme logrado con capacidad y visión. No es necesario un enorme presupuesto para alcanzar al espectador y para ejemplo tenemos un pequeño corto -ampliamente conocido para aquellos que disfrutamos del cine- de Carlos Carrrera conocido como "El héroe".
Sin embargo, muchas veces este tipo de mensajes inmersos en cintas tan buenas como "Retorno a Aztlán" quedan sepultados por productos de mercado como "Apocalypto", eso es parte de la realidad. Es aborrecible, pero eso es lo que predomina.
Por otro lado, probablemente la salvación de toda la industria fílmica mexicana, consista en transladarla al formato digital, existen proyectos individuales y como han hecho infinidad de jóvenes en otras latitudes, algunos de ellos con cintas comerciales, pero ampliamente conocidas, como ejemplo tenemos a aquel que ganó el concurso lanzado por el propio George Lucas. Producir una película así, reduciría los costos y aumentaría la difusión.
Hablando de cuestiones de sabotaje, podríamos tratar de impulsar un boicot contra este producto cinematográfico, hacer googlebombs y artilugios semejantes, pero ¿Qué caso tendría? ¿Cómo criticar a cabalidad una película que jamás hemos visto? ¿Cómo saber si puede llegar a gustarnos o no? Pues sólo hasta verla sentaditos en una butaca del multichiquero de su preferencia. Pero ahí queda el ejercicio y la visión de un norteamericano respecto a cómo se debe vender la cultura prehispánica a nivel internacional.
Decepciona que no toma en cuenta logros culturales y científicos; retrata a los mayas como salvajes sedientos de sangre, dice.
El cineasta estará hoy en el país para asistir a una función
(nota completa) Vía: La Jornada
Yo sé que existe gente a la que pudiera parecerle que la denostación de una cultura como la maya, a manos de un director estadounidense como Mel Gibson, pudiera ser trivial y hasta exagerada. Sin embargo, los errores de los que está plagada la historia universal, parten por lo general, de una omisión como esta.
Pudiera señalarse que es una historia de ficción y que únicamente pretende divertir, no obstante decir eso totalmente ridículo ¿Cómo esgrimir una afirmación como esa? Eso más bien denota intransigencia, negligencia, apatía o desinterés. Bien corrijo, podría mostrar no sólo poco interés por la civilización maya, sino una atención inusitada únicamente por el cine como un producto desechable y sin repercusiones en nuestra manera de percibir el mundo actual ¿Dónde queda entonces el cine de autor? ¿Dónde se pueden ubicar entonces películas como la alemana "María Mortal", o "Azul" de Krzysztof Kieslowski? ¿Dónde queda Fellini o Ken Loach?
Apreciar un largometraje es similar a leer un libro. Si el texto es bueno, tendrá consecuencias visibles a nuestros ojos. Puede ser contundente y concreto ó simplemente provocar de manera sutil un cambio en nuestro pensamiento. Ese peso tiene un filme logrado con capacidad y visión. No es necesario un enorme presupuesto para alcanzar al espectador y para ejemplo tenemos un pequeño corto -ampliamente conocido para aquellos que disfrutamos del cine- de Carlos Carrrera conocido como "El héroe".
Sin embargo, muchas veces este tipo de mensajes inmersos en cintas tan buenas como "Retorno a Aztlán" quedan sepultados por productos de mercado como "Apocalypto", eso es parte de la realidad. Es aborrecible, pero eso es lo que predomina.
Por otro lado, probablemente la salvación de toda la industria fílmica mexicana, consista en transladarla al formato digital, existen proyectos individuales y como han hecho infinidad de jóvenes en otras latitudes, algunos de ellos con cintas comerciales, pero ampliamente conocidas, como ejemplo tenemos a aquel que ganó el concurso lanzado por el propio George Lucas. Producir una película así, reduciría los costos y aumentaría la difusión.
Hablando de cuestiones de sabotaje, podríamos tratar de impulsar un boicot contra este producto cinematográfico, hacer googlebombs y artilugios semejantes, pero ¿Qué caso tendría? ¿Cómo criticar a cabalidad una película que jamás hemos visto? ¿Cómo saber si puede llegar a gustarnos o no? Pues sólo hasta verla sentaditos en una butaca del multichiquero de su preferencia. Pero ahí queda el ejercicio y la visión de un norteamericano respecto a cómo se debe vender la cultura prehispánica a nivel internacional.
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