Ya tenía tiempo que no ponía nada en el blog sobre series de Anime. La verdad eso lo hacía una vieja colaboradora de la bitácora; pero debido a sus múltiples ocupaciones, pues esa sección pasó a mejor vida, hasta ahora. en su momento me pareció una propuesta acertada y creo que debería continuarse. Por lo cual, aquí estamos de nuevo.
Como pequeño antecedente, diré que hace muchos años, quise impulsar un proyecto sobre el desarrollo, y venta de revistas de este tipo, la cosa era incluir los clips de videos de este escarceo pseudo-hobbie en un canal de TV, uno que adquirió recientemente Grupo Imagen, y que ahora se llama Cadena Tres, pero bueno, eso no prosperó. La idea entonces, era usar pequeñas cápsulas de un minuto, minuto y medio, para hablar sobre algún número actual, pero no común, en el mundo del cómic. Yo quería en esa época, ubicar parte de la serie en Sandman o Hellblazer, ya saben, platicar e investigar sobre todos aquellos títulos situados dentro de la filial de DC Comics, Vértigo. Pero esa es otra historia.
El asunto descarriló y se fue por la parte del audio. Un amigo muy querido, se concentró en buscar opciones en la radio, contactó a conocidos suyos, entre ellos, un antiguo socio de la antes conocida "Comics SA". No obstante, los buenos augurios -y tuvimos que aprender de la vida por las malas-, todo terminó en desastre, y el antes "creativo" y principal impulsor de la desaparecida la estación 98.5, se quedó con el negocio, las ideas, los demos y los contactos, produciendo para sí, un éxitoso programa que hablaba sobre comics y juegos de rol.
Dejando eso de lado, y en el pasado, puedo decir que desde temprana edad, me cautivaron las series animadas, desde Popeye, pasando por Súperratón, Félix el gato, Súperman, Súpercan, ¡Ahí viene Cascarrabias!, Tom y Jerry y la Pantera Rosa. Sin embargo, todo cambió cuando alcancé la edad de 8 años y pude ver en la pantalla chica, el estreno de Fuerza G. Por esas épocas yo ya tenía contacto con la comunidad japonesa en México, gracias al Liceo Mexicano Japonés (LMJ), y había leído en Manga, los primeros números de los Caballeros del Zodíaco. No obstante, existe una enorme diferencia entre leer versus ver esas mismas imágenes en televisión, las cuales cambiaron mi concepción sobre lo que debía considerarse como una verdadera serie de dibujos animados.
ños fueron y vinieron, durante ellos, algunos profesores de japonés nos dejaban ver películas como Naüsicaa de Hayao Miyazaki, y otras, ésto cuando pasábamos adecuadamente nuestros exámenes de idioma. En ese inter, pude leer muchas cosas, y gracias a amigos que solían viajar a Japón y compraban Manga, ví cosas como Space Cobra, Fist of the North Star, Arale (Dr. Slump) y Dragon Ball -de la cual la parte que más me gusta es hasta que SonGoku se casa- y muchas más.
Mi idea de cómo debía ser el Anime cambió radicalmente, cuando pude ver Akira en 1991, para muchos chicos de la actualidad, esta serie no es tan importante, ni tan vistosa como Evangelion, ésta última mezclada con cosas de tinte religioso como el arribo de ángeles y la llegada del Apocalipsis. Sin embargo, pareciera que Akira merecería un lugar de honor, tanto por su calidad en el trabajo y diseño, como por la propia animación -cosa nunca antes vista hasta entonces- y por abordar un tema totalmente nuevo, muy diferente a cosas conocidas en Occidente como Saint Seya y Mazinger Z.
Como pequeño antecedente, diré que hace muchos años, quise impulsar un proyecto sobre el desarrollo, y venta de revistas de este tipo, la cosa era incluir los clips de videos de este escarceo pseudo-hobbie en un canal de TV, uno que adquirió recientemente Grupo Imagen, y que ahora se llama Cadena Tres, pero bueno, eso no prosperó. La idea entonces, era usar pequeñas cápsulas de un minuto, minuto y medio, para hablar sobre algún número actual, pero no común, en el mundo del cómic. Yo quería en esa época, ubicar parte de la serie en Sandman o Hellblazer, ya saben, platicar e investigar sobre todos aquellos títulos situados dentro de la filial de DC Comics, Vértigo. Pero esa es otra historia.
El asunto descarriló y se fue por la parte del audio. Un amigo muy querido, se concentró en buscar opciones en la radio, contactó a conocidos suyos, entre ellos, un antiguo socio de la antes conocida "Comics SA". No obstante, los buenos augurios -y tuvimos que aprender de la vida por las malas-, todo terminó en desastre, y el antes "creativo" y principal impulsor de la desaparecida la estación 98.5, se quedó con el negocio, las ideas, los demos y los contactos, produciendo para sí, un éxitoso programa que hablaba sobre comics y juegos de rol.
Dejando eso de lado, y en el pasado, puedo decir que desde temprana edad, me cautivaron las series animadas, desde Popeye, pasando por Súperratón, Félix el gato, Súperman, Súpercan, ¡Ahí viene Cascarrabias!, Tom y Jerry y la Pantera Rosa. Sin embargo, todo cambió cuando alcancé la edad de 8 años y pude ver en la pantalla chica, el estreno de Fuerza G. Por esas épocas yo ya tenía contacto con la comunidad japonesa en México, gracias al Liceo Mexicano Japonés (LMJ), y había leído en Manga, los primeros números de los Caballeros del Zodíaco. No obstante, existe una enorme diferencia entre leer versus ver esas mismas imágenes en televisión, las cuales cambiaron mi concepción sobre lo que debía considerarse como una verdadera serie de dibujos animados.
ños fueron y vinieron, durante ellos, algunos profesores de japonés nos dejaban ver películas como Naüsicaa de Hayao Miyazaki, y otras, ésto cuando pasábamos adecuadamente nuestros exámenes de idioma. En ese inter, pude leer muchas cosas, y gracias a amigos que solían viajar a Japón y compraban Manga, ví cosas como Space Cobra, Fist of the North Star, Arale (Dr. Slump) y Dragon Ball -de la cual la parte que más me gusta es hasta que SonGoku se casa- y muchas más.
Mi idea de cómo debía ser el Anime cambió radicalmente, cuando pude ver Akira en 1991, para muchos chicos de la actualidad, esta serie no es tan importante, ni tan vistosa como Evangelion, ésta última mezclada con cosas de tinte religioso como el arribo de ángeles y la llegada del Apocalipsis. Sin embargo, pareciera que Akira merecería un lugar de honor, tanto por su calidad en el trabajo y diseño, como por la propia animación -cosa nunca antes vista hasta entonces- y por abordar un tema totalmente nuevo, muy diferente a cosas conocidas en Occidente como Saint Seya y Mazinger Z.
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