Sé de alguna forma que me comporto de manera paranoica, pero ¿Qué hacer con tantos años de aleccionamiento pavloviano, respecto a la actitud de los gobernantes mexicanos? ¿Cómo escapar de las dudas que siembra la actitud de cualquier político de tierras aztecas?
¿Dónde quedan las aspiraciones de un pueblo sometido por la fuerza, la coerción conductista y el adormecimiento constante a través de los medios de comunicación? ¿Un pueblo que muchas de las veces resulta patético por lo acostumbrado que está a que le den todo "peladito y en la boca"?
Evidentemente, afirmaciones de algunos blogueros y gente dedicada a monitorear los medios, me produjeron cierto escozor. Diversos entes señalaban como motivo primigenio y oculto, que autoridades mexicanas quisieran: 1.-Iniciar una militarización escalonada del país, 2.-Que el gobierno federal pretendiera suspender, aparte de garantías individuales, los derechos de personas sindicalizadas y la posibilidad de cancelar, oficialmente, el desfile del 1 de mayo, es decir, el espectáculo del Día de Trabajo, 3.-Que el gobierno en su afán privatizador, estuviera dispuesto a sacrificar a su gente por prebendas monetarias.
Por otro lado, hay quienes dicen que esta es noticia vieja, y que sin duda, la apuesta gira en torno a dos cosas esencialmente: A.-Que México retroceda más de lo esperado, pues no se veía tan afectado en el sentido financiero, no obstante la crisis mundial, a fin que no emergiera como una posible potencia económica, B.-Hacer aún más ricas a las empresas y laboratorios transnacionales, pues ya habían anunciado, la creación-fabricación-manufactura de una vacuna similar a la que se usa actualmente para combatir a la gripe porcina, previamente a la aparición del brote (¿Coincidencia?).
¿Por qué tan suspicaz? preguntarás acertadamente querido lector(a)
Pues creo que el asunto es bastante simple. Las autoridades mexicanas no se destacan por tener un nivel aceptable en cuanto se refiere a transparencia en la difusión de la información en ningún nivel. En este caso en particular, digamos que no sólo no difundieron la noticias oportunamente (existen registros que la estación de televisión Cadena 3 fue censurada al momento de anunciar anticipadamente el suceso, así como el número de fallecimientos), sino que nunca dijeron cuál fue el primer caso registrado, donde se presentó, los resultados de tal incidente, y hace cuánto tiempo exactamente. Desgraciadamente para el gobierno federal, toda la información antes referida es de libre acceso en la red y publicaciones como el Washington Post estuvieron pendientes desde el inicio. Desde la manifestación inicial hasta la declaración formal del acontecimiento.
Asunto que no es menor si se considera que ya había noticias referentes al desempeño financiero de algunas firmas del ramo farmacéutico antes de la explosión mediática de la influenza. Desde datos económicos en Europa, adquisiciones en Brasil y EU, hasta apertura de instalaciones en México. Tristemente, los datos pasaron inadvertidos para la inmensa mayoría de los mexicanos, quienes ahora aterrados, exigen una respuesta positiva por parte de funcionarios del estado.
No es raro pensar de esta forma, de hecho podría calificarse como conservadora, tomando en cuenta que nadie busca culpables, sino el hallazgo rápido y eficaz de soluciones posibles, amén de la seguridad sanitaria de la población.
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