martes, marzo 04, 2008

Obnubilado

La vida siempre presenta aristas difíciles de explicar. Como ejemplo, citaré los casos misterios que presentaba Jaime Maussan en su vilipendiado programa, Tercer Milenio ¿O qué tal las participaciones de primera línea del cazafantasmas Carlos Trejo, aquellas que salían a cuadro durante la emisión de un increíblemente intelectual programa matutino de televisión?

¿Y que pasa en el espectro político, donde "un mundo nos vigila"? Desgraciadamente, si perteneces a la clase política, donde el desarrollo de una idea no resulta ser un proceso tan sencillo, suave y transparente como se preveía en un principio, es casi imposible entender lo que realmente está pasando. Sólo tienes una parte, sesgada, de lo que sucede con todo aquello que rodea el acontecer nacional, aunque "sientas" que es totalmente lo contrario. Y la única visión que sueles tener, se ubica únicamente en "hinchar el bolsillo". Eso es precisamente lo que pasa cuando pasamos al tema que trata sobre la apertura "parcial" de Pemex al capital extranjero y privado nacional.

Debemos recordar que durante la "campaña" presidencial del ahora, primer mandatario, Felipe Calderón, uno de los lemas de su discurso se centraba en señalar (con bombo, platillo y fanfarria) que su partido y gobierno "rebasaría por la izquierda" cualquier propuesta del perredista de "triste figura" y que enfrenta actualmente "molinos de viento" en su cruzada nacional, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Uno de los temas principales de sus ponencias se refería a Pemex. Ahora, debemos ver no sólo con desaliento, sino con molestia, esta situación. Es frustrante comprender como las mentiras de los políticos se transforman en la aberración monstruosa que siempre fueron desde el inicio, la cual se repite hasta el infinito.

Así, se actualiza esa "antigua" forma de comprender la cotidianidad mexicana, una que supuestamente debió quedar relegada en el olvido: Si un político cualquiera realiza una declaración oficial ante los medios, pragmáticamente, debemos entender que sus palabras significan exactamente lo contrario. Y no son meras especulaciones, desgraciadamente, es la verdad concreta y brutal que se respira a diario en ésta, la cuna del surrealismo.

Entonces ¿Qué debemos suponer, cuando Felipe Calderón y sus colaboradores sostienen vehemente que no se privatizará Pemex? ¿Qué debemos esperar cuando anuncian a los cuatro vientos que México no cederá ante las presiones económicas externas, y que se sobrepondrá? ¿Qué pasa entonces cuando legisladores señalan "a capa y espada" que, no obstante la reforma judicial, se respetarán los derechos humanos? ¿Y en este momento no se respetan? ¿Qué pasa entonces con la nueva permisividad a favor de los cuerpos judiciales, los cuales pueden detener a un ciudadano cualquiera durante un lapso considerable de tiempo, y no se puede exigir ante ningún órgano, ni instancia del gobierno, que se respeten los derechos básicos de los presuntos inculpados?

Si la mentada reforma judicial es tal ¿Qué debemos esperar cuando policías de cualesquier corporación deciden entrar a nuestro hogar, sin ningún tipo de orden expedida por un magistrado? ¿Respeto a los derechos humanos? ¿Que debemos entender cuando el presidente de la Comisión de Derechos Humanos valida las declaraciones del ejército en el caso de Ernestina Ascencio? Las cuales van desde: 1.-Sí eran miembros del ejército, 2.-Las personas que violaron a la Sra. Ascencio no eran miembros de la milicia, se presume que eran delincuentes que robaron y se vistieron con el uniforme de integrantes de la armada de México, 3.-No hubo violación, la mujer murió por cuestiones naturales

Con base en dichas revelaciones ¿Cómo debemos entender al gobierno federal?

P.D. Actualización
Supuestamente el allanamiento en casa-habitación, ya no es parte de esta nueva reforma
JÁ!
A ver si eso es cierto.


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