Desencanto electoral entre jóvenes
Este 2 de julio cerca de 30% de los ciudadanos que podrán ejercer su derecho al voto en la ciudad serán jóvenes. Sin embargo el "desencanto" y la poca credibilidad que perciben en los políticos y sus partidos pueden ser factores por los que este sector opte una vez más por el abstencionismo.
Estuve reflexionando
sobre los acontecimientos de las últimas semanas, incluída la tomadura de pelo que representó la supuesta defensa de los intereses del pueblo, implantando una reforma a la Ley de Radio y Televisión, la derogación sobre la determinación que habrá de tomar la SCJN en el caso de Mario Marín, aún gobernador de Puebla, la aprobación de la Ley de Vivienda o la de Competencia Comercial, conocida como "Antimonopolio", la negativa de la SCJN de atraer el caso del halconazo del '71. Durante este lapsus leí un artículo muy interesante sobre la visión de la conciencia ciudadana y el sufragio en Los Nuevos Tiempos del Cólera, reflejada en un post manufactura del Ateo, dado lo cual he contemplado que el panorama que asoma para las elecciones, la vida social y cotidiana en este país, no es muy halagüeño.
Creo que el Ateo tiene razón desde cierta perspectiva. Es aburrido, sino poco menos que torpe, por parte de conocidas empresas privadas, hacer una campaña de concientización del voto en los términos en los cuales lo hacen. Sí, suena elitista y que únicamente servirá para seguir manteniendo adormilada a la gente, haciéndola creer que todo cambiará gracias a su voto. Que la pobreza desaparecerá, que las fuentes de empleo aumentarán, que la desigualdad social por fin sucumbirá en nuestras tierras. También es aterrador pensar que los jóvenes a quien va encaminada la campaña "Tu Rock es Votar", no posean ni un mínimo de interés en aprender cuáles son las cosas que componen la vida que les rodea, muy a pesar que su realidad inmediata sea en muchos casos la supervivencia inmediata. Eso o simplemente se dejan llevar por el cartel de músicos que se presentan en los eventos promovidos. Tal vez en algunos casos "se dejan caer" en foros públicos por la curiosidad de observar las "instalaciones" que se muestran. Asimismo, la rapacidad que muestran los legisladores, -que no es lo mismo que pendejez como lo sostiene el Ateo- no puede sino calificarse como cinismo -aunque la palabra se quede chiquita y parezca sosa. Y pues la verdad sea dicha, ni son inútiles, ni incapaces. NO. Al contrario, son muy capaces y útiles para conseguir tanto sus 30 monedas por vender al pueblo, como para obtener sus privilegios y los de empresas que ahora seguramente los tienen bajo su nómina. Claro, eso si no les pagan actualmente con una conexión de televisión de paga para ver todos los partidos de la selección nacional en el próximo mundial de fútbol.
Puesto esto sobre la mesa, no podemos seguir con esa idea que tienen algunos sobre la falta de compromiso para con los demás. Una de esas omisiones sin duda, sería participar en cualquier acto público y/o de participación ciudadana. Cualquiera puede quejarse, es parte de la libre expresión e individualidad de cada persona. Sin embargo, tampoco se puede dejar de considerar que somos sujetos que vivimos en sociedad y que como tal tenemos responsabilidades y derechos. Es decir, no podemos exigir que se cumpla algo, si antes no hemos llevado a cabo nuestras obligaciones. Todo mundo puede quejarse, pero ¿Qué tanto valor moral podría la crítica de alguien que se ha negado a participar?
Pongámoslo en términos escolares. Si alguien en un equipo de trabajo no hace nada por cumplir con una asignatura dada ¿Qué tanto valor podría tener su queja sobre si se hizo bien la tarea o no? ¿Qué tanto podría tomarse en cuenta su crítica sobre un trabajo mal hecho? ¿Qué tanto merecería en realidad una calificación aprobatoria? Con sobrada razón, podría decirse que los demás integrantes del equipo querrían ver que el tipo(a) en cuestión a) cumpliera, b) saliera del equipo ó c) que no le contaran la calificación. Vaya si esto es posible a nivel escolar ¿Por qué no habría de serlo en otro tipo de cuestiones? Otro ejemplo, cuando uno vive en un multichiquero -como su servidor- los residentes tienen que ponerse de acuerdo con los demás "inquilinos" te caigan bien o no, para llevar a buen término varias cuestiones, entre ellas el mantenimiento y el pago de los servicios de limpieza. Si pagas puedes y debes quejarte de que algo está mal, estás en tu derecho. Si no contribuyes ¿Es justo que te quejes de algo que está mal? Podría ser que sí ¿Pero qué tanto valor puede tener tu crítica -atinada o no- sobre cualquier tema relacionado con el mejoramiento de donde vives? ¿Es justo que votes? No, no es justo. Puedes clamar a Dios, a tu suerte ó a tu destino, pero nada cambiará el hecho de que no colaboraste y eso te excluye de eso que precisamente quieres, anhelas, y luchas por cambiar.
Disidencia puede haber y es muy respetable, de hecho es deseable; pero ¿Cómo quejarte de algo que no quieres ayudar a construir? Puede ser que lo que existe actualmente no sea de nuestro agrado, pero para eso tenemos voluntad ¿O no?
Es muy probable que no nos gusten las personas que irán a votar, pero pertenecen a la población en general. Puede que tampoco nos agrade su indiferencia ante los elementos que componen la vida en común, pero definitivamente es nuestra tarea como gente con un poco más de información, de compartir y transmitir lo poco que sabemos. No podemos delegar esta tarea a alguien más, es responsabilidad de todos. También es altamente posible que no nos gusten las opciones de hoy día, pero es no impedirá que empecemos desde ahora a edificar ese México que nosotros queremos y que los políticos desprecian, pasándolo por alto. Ese México que a ellos en particular no les gusta.
¿Cómo entonces quejarse de algo en lo que no ayudas? Es decir o participas de cualquier forma ó mejor no estorbes.
Este 2 de julio cerca de 30% de los ciudadanos que podrán ejercer su derecho al voto en la ciudad serán jóvenes. Sin embargo el "desencanto" y la poca credibilidad que perciben en los políticos y sus partidos pueden ser factores por los que este sector opte una vez más por el abstencionismo.
Estuve reflexionando
sobre los acontecimientos de las últimas semanas, incluída la tomadura de pelo que representó la supuesta defensa de los intereses del pueblo, implantando una reforma a la Ley de Radio y Televisión, la derogación sobre la determinación que habrá de tomar la SCJN en el caso de Mario Marín, aún gobernador de Puebla, la aprobación de la Ley de Vivienda o la de Competencia Comercial, conocida como "Antimonopolio", la negativa de la SCJN de atraer el caso del halconazo del '71. Durante este lapsus leí un artículo muy interesante sobre la visión de la conciencia ciudadana y el sufragio en Los Nuevos Tiempos del Cólera, reflejada en un post manufactura del Ateo, dado lo cual he contemplado que el panorama que asoma para las elecciones, la vida social y cotidiana en este país, no es muy halagüeño.
Creo que el Ateo tiene razón desde cierta perspectiva. Es aburrido, sino poco menos que torpe, por parte de conocidas empresas privadas, hacer una campaña de concientización del voto en los términos en los cuales lo hacen. Sí, suena elitista y que únicamente servirá para seguir manteniendo adormilada a la gente, haciéndola creer que todo cambiará gracias a su voto. Que la pobreza desaparecerá, que las fuentes de empleo aumentarán, que la desigualdad social por fin sucumbirá en nuestras tierras. También es aterrador pensar que los jóvenes a quien va encaminada la campaña "Tu Rock es Votar", no posean ni un mínimo de interés en aprender cuáles son las cosas que componen la vida que les rodea, muy a pesar que su realidad inmediata sea en muchos casos la supervivencia inmediata. Eso o simplemente se dejan llevar por el cartel de músicos que se presentan en los eventos promovidos. Tal vez en algunos casos "se dejan caer" en foros públicos por la curiosidad de observar las "instalaciones" que se muestran. Asimismo, la rapacidad que muestran los legisladores, -que no es lo mismo que pendejez como lo sostiene el Ateo- no puede sino calificarse como cinismo -aunque la palabra se quede chiquita y parezca sosa. Y pues la verdad sea dicha, ni son inútiles, ni incapaces. NO. Al contrario, son muy capaces y útiles para conseguir tanto sus 30 monedas por vender al pueblo, como para obtener sus privilegios y los de empresas que ahora seguramente los tienen bajo su nómina. Claro, eso si no les pagan actualmente con una conexión de televisión de paga para ver todos los partidos de la selección nacional en el próximo mundial de fútbol.
Puesto esto sobre la mesa, no podemos seguir con esa idea que tienen algunos sobre la falta de compromiso para con los demás. Una de esas omisiones sin duda, sería participar en cualquier acto público y/o de participación ciudadana. Cualquiera puede quejarse, es parte de la libre expresión e individualidad de cada persona. Sin embargo, tampoco se puede dejar de considerar que somos sujetos que vivimos en sociedad y que como tal tenemos responsabilidades y derechos. Es decir, no podemos exigir que se cumpla algo, si antes no hemos llevado a cabo nuestras obligaciones. Todo mundo puede quejarse, pero ¿Qué tanto valor moral podría la crítica de alguien que se ha negado a participar?
Pongámoslo en términos escolares. Si alguien en un equipo de trabajo no hace nada por cumplir con una asignatura dada ¿Qué tanto valor podría tener su queja sobre si se hizo bien la tarea o no? ¿Qué tanto podría tomarse en cuenta su crítica sobre un trabajo mal hecho? ¿Qué tanto merecería en realidad una calificación aprobatoria? Con sobrada razón, podría decirse que los demás integrantes del equipo querrían ver que el tipo(a) en cuestión a) cumpliera, b) saliera del equipo ó c) que no le contaran la calificación. Vaya si esto es posible a nivel escolar ¿Por qué no habría de serlo en otro tipo de cuestiones? Otro ejemplo, cuando uno vive en un multichiquero -como su servidor- los residentes tienen que ponerse de acuerdo con los demás "inquilinos" te caigan bien o no, para llevar a buen término varias cuestiones, entre ellas el mantenimiento y el pago de los servicios de limpieza. Si pagas puedes y debes quejarte de que algo está mal, estás en tu derecho. Si no contribuyes ¿Es justo que te quejes de algo que está mal? Podría ser que sí ¿Pero qué tanto valor puede tener tu crítica -atinada o no- sobre cualquier tema relacionado con el mejoramiento de donde vives? ¿Es justo que votes? No, no es justo. Puedes clamar a Dios, a tu suerte ó a tu destino, pero nada cambiará el hecho de que no colaboraste y eso te excluye de eso que precisamente quieres, anhelas, y luchas por cambiar.
Disidencia puede haber y es muy respetable, de hecho es deseable; pero ¿Cómo quejarte de algo que no quieres ayudar a construir? Puede ser que lo que existe actualmente no sea de nuestro agrado, pero para eso tenemos voluntad ¿O no?
Es muy probable que no nos gusten las personas que irán a votar, pero pertenecen a la población en general. Puede que tampoco nos agrade su indiferencia ante los elementos que componen la vida en común, pero definitivamente es nuestra tarea como gente con un poco más de información, de compartir y transmitir lo poco que sabemos. No podemos delegar esta tarea a alguien más, es responsabilidad de todos. También es altamente posible que no nos gusten las opciones de hoy día, pero es no impedirá que empecemos desde ahora a edificar ese México que nosotros queremos y que los políticos desprecian, pasándolo por alto. Ese México que a ellos en particular no les gusta.
¿Cómo entonces quejarse de algo en lo que no ayudas? Es decir o participas de cualquier forma ó mejor no estorbes.
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