lunes, mayo 01, 2006

El boicot

Piden dejar de comprarle a KimberlyClark
LOS ÁNGELES.- Desde los cuarteles generales del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB) -en Fresno, California-, el llamado en favor del boicot de este 1 de mayo ya tiene un nombre propio y un objetivo muy específico.
"A todos los hispanos que compren productos de las marcas Kleenex, Scott, Huggies, Pull-Ups, Kotex y Depend, se les informa que el dinero producto de sus compras va a parar directamente a los bolsillos del congresista republicano, James Sensenbrenner, patrocinador de la iniciativa (HR 4437) que pretende la criminalización de los inmigrantes y, a la vez, heredero de la fortuna de Kimberly-Clark".
Tiene boicot comercial poco apoyo en México
Es poco probable que en México se puedan dejar de comprar productos de empresas estadounidenses porque muchas de estas marcas están muy ligadas a los hábitos de las personas y en algunos casos hay productos que son más baratos que los nacionales, señalaron consumidores en un sondeo realizado por EL UNIVERSAL

Por allí escuché decir que
las acciones de este tipo no tendrán repercusiones de ningún tipo, pues no significan nada, a parte que no se pueden dejar de adquirir este tipo de productos en México.
Eso de entrada es terrible.
Es decir, nosotros somos otro país, ¿Y no podemos dejar de adquirir productos estadounidenses o vinculados con sus intereses? ¿Se pasa de largo entonces, el hecho que vivimos bajo el corporativismo de la empresas transnacionales y aún así con decisidia, negligencia, intransigencia u omisión, se opta concientemente por seguir comprando cosas norteamericanas? ¿No es eso de lo más pinche? ¿Los paisanos de allá si pueden hacerlo? ¿Cómo es eso posible, si ellos sí viven en en gringolandia? ¿No debería ser eso más difícil?
Algunos expresaron su repudio contra este tipo de acciones, señalando por inicio, que son inocentes o bobas, pues todo mundo conduce un auto Ford o Chevrolet, y que diferentes piezas que conforman cada carro que compone el Sistema Colectivo de Transporte: Metro son de manufactura estadounidense, por citar varios ejemplos. Ok, pues sí, ahí no hay vuelta de hoja. Sin embargo, creo que perdieron de vista algo más importante: el hecho simbólico.
Ok, no puedo dejar de conducir mi auto, ni dejar de viajar en Metro, pero si puedo dejar de comprar mi Coca-Cola de 2.5 litros -y cambiarlo por un Pascual o Barrilito-, dejar de adquirir Sabritas o pañuelos desechables de Kleenex. Puedo comer en la fonda de la esquina, en vez de comer en Burger King o McDonald's. Este hecho simbólico se refería sobre todo a dejar de usar los productos de aquellas empresas relacionadas con el área de servicios.
Si no se puede siquiera seguir una petición tan sencilla como esta poniéndole peros de todas las clases ¿Qué se puede esperar al momento de intentar unificarnos bajo una sola bandera para montar una campaña efectiva por el motivo que sea? Si ni siquiera se está dispuesto a efectuar un pequeño sacrificio por obvio que sea ¿Cómo quejarse de las cosas que están mal y que nos rodean? ¿Con qué calidad moral? ¿Qué tan valiosa puede ser una crítica de este tipo? Puede ser muy atinada, pero ¿Para qué sirve? ¿De qué sirve, si la persona que la lanza no tuvo las ganas o las agallas para unirse a un movimiento o acción encaminada a conseguir algo en específico?
Bueno, yo que sé de la vida. No sé nada, yo no he vivido.




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