Hola. Como prometí, daré por terminada mi pequeña investigación acerca de los exorcismos y aprovecho para agradecer a Laura por animarme a escribir esta segunda parte, así que a darle pues.
Durante la investigación que realicé me encontré con muchas referencias a un sacerdote español llamado José Antonio Fortea, de quien dicen es un experto en exorcismos. Me puse a investigar más sobre este padre y encontré que a sus 33 años de edad ha realizado por lo menos 20 exorcismos en España. El P. Fortea es uno de los únicos dos exorcistas españoles autorizados y al parecer... interesados en practicar los ritos de expulsión de demonios en aquel país. El P. Fortea se dio a conocer con la publicación de su tesis doctoral sobre el diablo, titulada "Demoniacum". Desde entonces este sacerdote español ha recibido infinidad de llamados pidiendo su ayuda. Fortea está ya tan acostumbrado a tratar con posesos que los puede distinguir por signos: ponerse furioso por una oración o ante el agua bendita o el crucifijo; hablar o entender lenguas desconocidas; conocer cosas ocultas o distantes y mostrar fuerzas físicas más allá de la edad o condición. Las causas de la posesión pueden ser: el pacto con el diablo, asistir a sesiones espiritistas o a cultos satánicos, que un hijo haya sido ofrecido por su madre a Satanás, un maleficio. Según Fortea, el exorcismo es un combate a muerte contra el diablo en nombre de Dios, en el que Satán siempre termina derrotado. Aunque éste consiga hacer cosas prodigiosas, como girar la cabeza del poseso 360 grados o hacerle reptar por el suelo como una serpiente.«Recuerdo una vez que le hice una pregunta sin mover los labios y la contestó a la perfección», dice Fortea. El exorcismo puede durar horas y horas, durante días o sólo un par de sesiones.Depende del diablo que haya que expulsar. El rito consiste en conjuros y oraciones a Dios. Los peores gritos y convulsiones se producen al inicio de la oración de conjuro. Durante el ritual, el exorcista es ayudado por cuatro o seis personas que sujetan al poseso. Éste escupe, grita y lanza terribles alaridos y risas malignas. A veces hay que atarlos. Algunos posesos muerden. Una vez liberado, el poseso queda normal, no recuerda el exorcismo para nada y suele preguntar: «¿Qué hago en el suelo?». Eso sí, «siente un cansancio enorme, como si le hubieran dado una paliza». Lo que un sacerdote hace durante la realización de un exorcismo es lo siguiente: 1. El exorcista coloca un crucifijo ante el poseso. 2. Ordena al diablo que se limite a contestar. 3. No debe creer nada de lo que oiga o vea hacer al poseso 4. Le pregunta el número y el nombre de los «entes malignos» que lo poseen y la fecha de la posesión. 5. Hace la señal de la cruz o aprieta la estola en las partes del cuerpo donde más se acuse una alteración. 6. Rocía con agua bendita el cuerpo poseído. 7. Repite las oraciones que más atormenten al poseso. 8. Pregunta al diablo por el móvil de la posesión y la zona del cuerpo donde se encuentra. 9. Impone las manos sobre su cabeza. 10. Conjura al demonio: «Te conjuro, Satán, enemigo de la salvación humana, / reconoce la justicia y la bondad de Dios Padre, / que con justo juicio condenó tu soberbia y envidia. / Aléjate de este siervo de Dios [dice el nombre], / que el Señor hizo a su imagen, / lo adornó con sus dones y lo adoptó como hijo de su misericordia. / Te conjuro, Satán, príncipe de este mundo, / reconoce el poder y la fuerza de Cristo, / que te venció en el desierto, / prevaleció en el huerto, / te despojó en la cruz / y volviéndose a levantar del sepulcro / tu victoria llevó al reino de la luz. / Retrocede de esta criatura, / que al nacer lo hizo hermano suyo / y muriendo lo adquirió con su sangre.Amén».
Durante la investigación que realicé me encontré con muchas referencias a un sacerdote español llamado José Antonio Fortea, de quien dicen es un experto en exorcismos. Me puse a investigar más sobre este padre y encontré que a sus 33 años de edad ha realizado por lo menos 20 exorcismos en España. El P. Fortea es uno de los únicos dos exorcistas españoles autorizados y al parecer... interesados en practicar los ritos de expulsión de demonios en aquel país. El P. Fortea se dio a conocer con la publicación de su tesis doctoral sobre el diablo, titulada "Demoniacum". Desde entonces este sacerdote español ha recibido infinidad de llamados pidiendo su ayuda. Fortea está ya tan acostumbrado a tratar con posesos que los puede distinguir por signos: ponerse furioso por una oración o ante el agua bendita o el crucifijo; hablar o entender lenguas desconocidas; conocer cosas ocultas o distantes y mostrar fuerzas físicas más allá de la edad o condición. Las causas de la posesión pueden ser: el pacto con el diablo, asistir a sesiones espiritistas o a cultos satánicos, que un hijo haya sido ofrecido por su madre a Satanás, un maleficio. Según Fortea, el exorcismo es un combate a muerte contra el diablo en nombre de Dios, en el que Satán siempre termina derrotado. Aunque éste consiga hacer cosas prodigiosas, como girar la cabeza del poseso 360 grados o hacerle reptar por el suelo como una serpiente.«Recuerdo una vez que le hice una pregunta sin mover los labios y la contestó a la perfección», dice Fortea. El exorcismo puede durar horas y horas, durante días o sólo un par de sesiones.Depende del diablo que haya que expulsar. El rito consiste en conjuros y oraciones a Dios. Los peores gritos y convulsiones se producen al inicio de la oración de conjuro. Durante el ritual, el exorcista es ayudado por cuatro o seis personas que sujetan al poseso. Éste escupe, grita y lanza terribles alaridos y risas malignas. A veces hay que atarlos. Algunos posesos muerden. Una vez liberado, el poseso queda normal, no recuerda el exorcismo para nada y suele preguntar: «¿Qué hago en el suelo?». Eso sí, «siente un cansancio enorme, como si le hubieran dado una paliza». Lo que un sacerdote hace durante la realización de un exorcismo es lo siguiente: 1. El exorcista coloca un crucifijo ante el poseso. 2. Ordena al diablo que se limite a contestar. 3. No debe creer nada de lo que oiga o vea hacer al poseso 4. Le pregunta el número y el nombre de los «entes malignos» que lo poseen y la fecha de la posesión. 5. Hace la señal de la cruz o aprieta la estola en las partes del cuerpo donde más se acuse una alteración. 6. Rocía con agua bendita el cuerpo poseído. 7. Repite las oraciones que más atormenten al poseso. 8. Pregunta al diablo por el móvil de la posesión y la zona del cuerpo donde se encuentra. 9. Impone las manos sobre su cabeza. 10. Conjura al demonio: «Te conjuro, Satán, enemigo de la salvación humana, / reconoce la justicia y la bondad de Dios Padre, / que con justo juicio condenó tu soberbia y envidia. / Aléjate de este siervo de Dios [dice el nombre], / que el Señor hizo a su imagen, / lo adornó con sus dones y lo adoptó como hijo de su misericordia. / Te conjuro, Satán, príncipe de este mundo, / reconoce el poder y la fuerza de Cristo, / que te venció en el desierto, / prevaleció en el huerto, / te despojó en la cruz / y volviéndose a levantar del sepulcro / tu victoria llevó al reino de la luz. / Retrocede de esta criatura, / que al nacer lo hizo hermano suyo / y muriendo lo adquirió con su sangre.Amén».
Les dejo el link para acceder a un relato de un exorcismo realizado por el Padre Fortea, la narración la hace un periodista del diario Mundo.Adiós!.
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