Es increíble, una vez más George W. Bush -sí, es cierto tiene la inteligencia de un arbusto- guía a su querida internacionalmente nación, en pos de una guerra más en Medio Oriente, a fin de quedarse con la riqueza natural y explotar adecuadamente a los pueblos que componen el espectro de esa particular zona geográfica del planeta, con el desgastado, consabido y obvio pretexto de salvar la democracia, salvar a la gente, perseguir y destruir a los grupos terroristas y extremistas que pululan por esa zona, encarrilar los gobiernos, enderezar entuertos, hacer limpias y brindar paz y una vida tranquila a sus conciudadanos, quienes muertos de miedo -inflingido por su propio líder y amado dirigente- se dejan encandilar una vez más por las luces de sus confiables medios masivos de comunicación, propuestas de sus políticos y organizaciones humanitarias para engrosar las filas del ejército invasor que habrá de hacer todas esas maravillas en pos de la felicidad de la opinión pública mundial.
Gracias Bush por buscar el Santo Grial en la antigua Tierra Santa, tratando de develar el secreto del Código Da Vinci y guiado por un sincero sentido de la justicia é igualdad entre los pueblos. Gracias por calmar la envidias y la xenofobia en Europa y en la frontera entre USA y México. Es casi seguro que la historia te recordará por tus sanas intenciones para que el mundo avance en pos del halagador y estable futuro -los textos educativos la escribirán sin duda, pues el devenir de las naciones la plasman únicamente "los vencedores"- y que aquellos pueblos que no son norteamericanos compartiremos tu amplia visión del mundo y su realidad. Gracias Bush y que Dios te bendiga, pero bueno eso ya los sabes ¿no? pues, tu hablas con él a diario y te contesta, ya que siempre oyes su voz cerca de tu oído.
MéxicoCiudad de México
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