Este es un post nacido de una conversación con Rolva sobre una entrada llamada Antes que nada.
¡Gracias Rolva!
Votar como defensa
Creo que había sido claro Rolva. Déjame explicarme. Yo parto de la idea principal que el hombre es falible, y que no habrá en realidad quién pueda erigirse como alguien en el que hay que confiar ciegamente. No, no se puede confiar en nadie.
No se debe confiar en nadie por muy bonito que hable, esto en ningún ámbito y mucho menos en el rubro de la política ¡Y menos la mexicana!. Me gustaría hablar de casos de índole internacional donde se señala la capacidad de la gente, el pueblo y la democracia para hacer que las cosas funcionen. Creo que hemos sido demasiado ortodoxos en tratar de implentar cuestiones ajenas a nosotros a este respecto.
No
Y compartiendo tu opinión, yo parto de la premisa que "el candidato ideal" no existe, pero no es cuestión de democracia, sino de naturaleza humana. Desgraciadamente, creo personalmente que la forma de medir a los candidatos que señalas no debería ser la única. En cambio sí deberíamos de saber, por ejemplo, quién es el aspirante idóneo.
¿Cómo? Simple. Reza un viejo dicho: "Los maridos y los hijos por sus hechos son queridos"
Deja a un lado las promesas (que esas luego no se cumplen) o las propuestas -que tampoco se cumplen y menos en este país, ya ves que Carlos Fuentes escribió un catálogo de promesas incumplidas desde la época de la colonia en su libro: Tiempo Mexicano- sino en los hechos concretos, en los logros, no personales (como los de Fox), sino en una combinación de los éxitos conseguidos tanto en el ámbito personal como en la arena política y de gobierno (es decir de metas alcanzadas en su propia comunidad y no me refiero a esos proyectos populistas y de gran brillo en los medios de comunicación masiva, como el consabido Segundo Piso del Periférico, sino aquellos que no brillan, pero mantienen cierto nivel de vida considerado como aceptable por el común de la población. Esos objetivos que en ocasiones no tienen sus mejores resultados, sino hasta tiempo después de implementados) todos ellos perfectamente comprobables (es decir usando nuestras herramientas de parámetros prácticos, éticos y morales) pues un juicio negativo o positivo respecto a una persona siempre parte de ahí.
También pienso que la democracia, sí implica un riesgo, pero en realidad ese peligro se cierne sobre el resultado de cualquier votación -si fueran derechas y legales todas ellas, claro, sobre todo las organizadas por el PRD o el PRI- y cuyo resultado no fuera favorable a un segmento de la población, a sus deseos o anhelos. Convirtiendo la voluntad de la mayoría en la línea gubernamental, sin tomar demasiado en cuenta a la parte del pueblo que resultó derrrotada en las urnas. Ese creo, es el verdadero riesgo, el cual deberemos asumir en caso que AMLO llegue a la presidencia.
Asimismo, ese riesgo deberá afrontar AMLO si el Congreso de la Unión elegido, no resulta conforme a sus deseos y objetivos de gobierno, pues entonces se verá obligado a hacer lo que siempre ha detestado: hacer política
Creo que la personalidad de cada uno de los candidatos, sólo es un reflejo de quiénes son en realidad: cuáles son sus valores éticos, profesionales, morales, familiares, filiales, etcétera. De esa forma es fácil identificar la mentira que representan ciertos individuos como Marcelo Ebrard, Manuel Camacho Solís, Oscar Espinoza Villareal, Andrés Manuel López Obrador, Roberto Madrazo, Bernardo de la Garza, y demás etcéteras ¿O No?
Creo que el criterio para saber si una propuesta es viable o no, debería estar directamente relacionada con la óptima capacidad de elección que debe tener o tiene cada candidato, es decir, las propuestas y proyectos que impulsaron en otros lugares, puestos y demás, ¿Qué rango de acertividad tienen? Y no podemos decir que esa es una "Gran" seguridad en la vida, pues existen elementos externos que pueden o no afectar, pero sin duda ese número de determinaciones acertadas sí deberían servir como una guía. Es como con los deportistas. Veamos, un bateador tiene cierto porcentaje a favor y en contra, eso lo convierte en alguien que inspire respeto en el home o no. Claro, ese día puede ser que no le vaya bien porque lo dejó su esposa, o tenía una lesión o le pegaron con la bola en la cabeza. Pero eso no deja de lado los logros que ha tenido. Por otro lado, un pitcher ¿Qué porcentaje de seguridad o confianza le puede dar a su coach o al equipo? Pues ese número está en relación directa con la cantidad de veces que haya salvado a su equipo desde la lomita, es decir sus acciones comprobables son usadas a su favor o en su contra para elegirlo como el responsable de un juego ¿O No?
Y regresando a nuestro tema, ¿Quién de los candidatos actuales podría señalar que es mala o buena la apertura del sector energético o del fiscal? Nadie de ellos -en lo absoluto- podría decir que es bueno, malo, conveniente o no, si nos basamos en sus manejos personales de la economía. Bien podríamos citar ejemplos de otros países; pero dejaríamos de lado la realidad que se vive y respira en México, y alguien -el que tú eligas en tu boleta- tendría que implementar dichas medidas. Sin embargo, todos los aspirantes han dejado y dejan mucho que desear sobre sus respectivas conductas políticas, si ese fuese el único medidor posible (a parte del ubicado en el de personalidad), pues tendríamos un récord negativo para todos los candidatos. ¿No me digas que los manejos de Ebrard sobre los recursos destinados a damnificados del temblor de 1985 no dejan que desear? ¿O qué tal el caso de los policías linchados en Tláhuac y su: "Yo no fui"? Por otro lado ¿Qué tal la forma como ganó Madrazo la gobernatura de Tabasco? ¿No le ha traído dolores de cabeza hasta el presente como se deshizo de la competencia? Digo ahí tenemos al PJe. Ni que decir de la forma en que ganó la candidatura de su partido para el 2006. Sí, ganó, ¿Pero fue efectiva para sus fines de ganar la presidencia? ¿O qué tal Bernardo de la Garza? ¿Andrés Manuel López Obrador y su necedad de acomodar las cosas como a él le gustan? ¿No fue por eso que se dió el caso del Encino? ¿Por su necedad de no resolver adecuadamente, primero, de manera legal el problema, y segundo, acatar una resolución de la SCJN? ¿Calderón? ¿Ese individuo que tiene fallas tanto en la implementación de medidas gubernamentales efectivas en la CFE, así como el hecho que presuntamente tramitó "exitosamente" un préstamo a su favor en Banobras para comprarse una casa? ¿No pecó de práctico, igual que AMLO, al faltarle años para obtener el citado crédito, y en el caso del PJe para postularse al GDF? ¿No AMLO era del PRI cuando decidió manifestar su deseo por hacer explotar pozos petroleros en su estado natal? ¿Ahora es diferente porque agita a las mismas masas con el mismo objetivo, pero con diferentes miras al haber cambiado de partido?
¿Esas son las opciones? ¿Y debo comprarlas? ¿Por qué es lo único que hay? Ese es precisamente el error y por el cual estuve de acuerdo contigo, respecto a la posibilidad de abrir candidaturas independientes o ciudadanas.
De la misma forma, considero que dejar de lado el aspecto de una visión total de los partidos políticos al sólo usar una parte, únicamente a los individuos -atomizados- elimina de tajo la conformación de un panorama más amplio (holístico y multicontextual, ciertamente), pues debemos recordar que las tendencias, ideologías u objetivos de un partido agrupan a sus miembros y hasta donde tenía entendido, marcaban la posición de un partido fuera de izquierda, derecha o centro, con menores o mayores diferencias entre sus integrantes, pero consolidando una identidad, tanto al interior como en su cara al exterior, es decir, para sus posibles votantes, simpatizantes o rivales. El cambio de un partido a otro sólo marca uno de los indicadores que mencionaste antes, el de la personalidad. ¿Quién dice que este candidato que hoy defiende esta postura de centro izquierda, no cambiará su posición y abandonará todos los proyectos que impulsó por no convenir a "sus nuevos" intereses? (por supuesto es de humanos cambiar de opinión). No obstante esa es la cuestión por la que muchos de los ciudadanos están molestos, porque estos políticos es precisamente lo que hacen, cambian de bandera, de gustos, de relaciones, proyectos, propuestas y demás por no convenir a sus intereses políticos del momento, sin importales un proyecto general de comunidad, de nación. Por eso la gente cada vez más con mayor incidencia, señala a los que antes pertenecieron a otro partido, y no me refiero a las tribus del PRD, las cuales no querían a Ebrard, sino al común de la gente, quien se pregunta, ¿Cuánto durará esta vez? Y esta no es una cuestión de aguante, el pueblo tiene un límite y ciertamente estamos llegando a él.
En cuanto a anular mi voto, pues no lo considero viable, pues como había mencionado antes, el asunto del abstencionismo es delicado. Veamos Marcelo Ebrard ganó la candidatura al GDF (esto es como lo de las encuestas por teléfono del PJe) con un amplio margen sobre su opositor, pero como ya sabes, Marcelo obtuvo el éxito con un alto porcentaje de abstencionismo por parte de la población -sólo el 35% de las boletas fueron usadas- (según algunos datos de un columnista del Universal). Esto, a parte de representar una molestia marcada de la gente de forma generalizada, significa que ganó sólo con una pequeña parte de sus simpatizantes. Muy bien, pero esta bonita democracia depende de cada uno de los votos que se emitan, de su suma, y no dejaré que un político diga "ya gané" sólo porque faltaron votos. Digo ¿A quién le gustaría que Madrazo obtuviera la presidencia sólo porque no votamos todos?
Y bueno al final, mencionas en pocas palabras (corrígeme si me equivoco), que no es justificable que vote por un partido que no representa mis ideas. Ok. No obstante, tú también mencionaste que finalmente a ti no te importaba la ideología de los partidos, sino la de los candidatos. Entonces, finalmente SÍ importa la tendencia de cada agrupación política y "la disidencia" de sus miembros ¿O No?
No
Y compartiendo tu opinión, yo parto de la premisa que "el candidato ideal" no existe, pero no es cuestión de democracia, sino de naturaleza humana. Desgraciadamente, creo personalmente que la forma de medir a los candidatos que señalas no debería ser la única. En cambio sí deberíamos de saber, por ejemplo, quién es el aspirante idóneo.
¿Cómo? Simple. Reza un viejo dicho: "Los maridos y los hijos por sus hechos son queridos"
Deja a un lado las promesas (que esas luego no se cumplen) o las propuestas -que tampoco se cumplen y menos en este país, ya ves que Carlos Fuentes escribió un catálogo de promesas incumplidas desde la época de la colonia en su libro: Tiempo Mexicano- sino en los hechos concretos, en los logros, no personales (como los de Fox), sino en una combinación de los éxitos conseguidos tanto en el ámbito personal como en la arena política y de gobierno (es decir de metas alcanzadas en su propia comunidad y no me refiero a esos proyectos populistas y de gran brillo en los medios de comunicación masiva, como el consabido Segundo Piso del Periférico, sino aquellos que no brillan, pero mantienen cierto nivel de vida considerado como aceptable por el común de la población. Esos objetivos que en ocasiones no tienen sus mejores resultados, sino hasta tiempo después de implementados) todos ellos perfectamente comprobables (es decir usando nuestras herramientas de parámetros prácticos, éticos y morales) pues un juicio negativo o positivo respecto a una persona siempre parte de ahí.
También pienso que la democracia, sí implica un riesgo, pero en realidad ese peligro se cierne sobre el resultado de cualquier votación -si fueran derechas y legales todas ellas, claro, sobre todo las organizadas por el PRD o el PRI- y cuyo resultado no fuera favorable a un segmento de la población, a sus deseos o anhelos. Convirtiendo la voluntad de la mayoría en la línea gubernamental, sin tomar demasiado en cuenta a la parte del pueblo que resultó derrrotada en las urnas. Ese creo, es el verdadero riesgo, el cual deberemos asumir en caso que AMLO llegue a la presidencia.
Asimismo, ese riesgo deberá afrontar AMLO si el Congreso de la Unión elegido, no resulta conforme a sus deseos y objetivos de gobierno, pues entonces se verá obligado a hacer lo que siempre ha detestado: hacer política
Creo que la personalidad de cada uno de los candidatos, sólo es un reflejo de quiénes son en realidad: cuáles son sus valores éticos, profesionales, morales, familiares, filiales, etcétera. De esa forma es fácil identificar la mentira que representan ciertos individuos como Marcelo Ebrard, Manuel Camacho Solís, Oscar Espinoza Villareal, Andrés Manuel López Obrador, Roberto Madrazo, Bernardo de la Garza, y demás etcéteras ¿O No?
Creo que el criterio para saber si una propuesta es viable o no, debería estar directamente relacionada con la óptima capacidad de elección que debe tener o tiene cada candidato, es decir, las propuestas y proyectos que impulsaron en otros lugares, puestos y demás, ¿Qué rango de acertividad tienen? Y no podemos decir que esa es una "Gran" seguridad en la vida, pues existen elementos externos que pueden o no afectar, pero sin duda ese número de determinaciones acertadas sí deberían servir como una guía. Es como con los deportistas. Veamos, un bateador tiene cierto porcentaje a favor y en contra, eso lo convierte en alguien que inspire respeto en el home o no. Claro, ese día puede ser que no le vaya bien porque lo dejó su esposa, o tenía una lesión o le pegaron con la bola en la cabeza. Pero eso no deja de lado los logros que ha tenido. Por otro lado, un pitcher ¿Qué porcentaje de seguridad o confianza le puede dar a su coach o al equipo? Pues ese número está en relación directa con la cantidad de veces que haya salvado a su equipo desde la lomita, es decir sus acciones comprobables son usadas a su favor o en su contra para elegirlo como el responsable de un juego ¿O No?
Y regresando a nuestro tema, ¿Quién de los candidatos actuales podría señalar que es mala o buena la apertura del sector energético o del fiscal? Nadie de ellos -en lo absoluto- podría decir que es bueno, malo, conveniente o no, si nos basamos en sus manejos personales de la economía. Bien podríamos citar ejemplos de otros países; pero dejaríamos de lado la realidad que se vive y respira en México, y alguien -el que tú eligas en tu boleta- tendría que implementar dichas medidas. Sin embargo, todos los aspirantes han dejado y dejan mucho que desear sobre sus respectivas conductas políticas, si ese fuese el único medidor posible (a parte del ubicado en el de personalidad), pues tendríamos un récord negativo para todos los candidatos. ¿No me digas que los manejos de Ebrard sobre los recursos destinados a damnificados del temblor de 1985 no dejan que desear? ¿O qué tal el caso de los policías linchados en Tláhuac y su: "Yo no fui"? Por otro lado ¿Qué tal la forma como ganó Madrazo la gobernatura de Tabasco? ¿No le ha traído dolores de cabeza hasta el presente como se deshizo de la competencia? Digo ahí tenemos al PJe. Ni que decir de la forma en que ganó la candidatura de su partido para el 2006. Sí, ganó, ¿Pero fue efectiva para sus fines de ganar la presidencia? ¿O qué tal Bernardo de la Garza? ¿Andrés Manuel López Obrador y su necedad de acomodar las cosas como a él le gustan? ¿No fue por eso que se dió el caso del Encino? ¿Por su necedad de no resolver adecuadamente, primero, de manera legal el problema, y segundo, acatar una resolución de la SCJN? ¿Calderón? ¿Ese individuo que tiene fallas tanto en la implementación de medidas gubernamentales efectivas en la CFE, así como el hecho que presuntamente tramitó "exitosamente" un préstamo a su favor en Banobras para comprarse una casa? ¿No pecó de práctico, igual que AMLO, al faltarle años para obtener el citado crédito, y en el caso del PJe para postularse al GDF? ¿No AMLO era del PRI cuando decidió manifestar su deseo por hacer explotar pozos petroleros en su estado natal? ¿Ahora es diferente porque agita a las mismas masas con el mismo objetivo, pero con diferentes miras al haber cambiado de partido?
¿Esas son las opciones? ¿Y debo comprarlas? ¿Por qué es lo único que hay? Ese es precisamente el error y por el cual estuve de acuerdo contigo, respecto a la posibilidad de abrir candidaturas independientes o ciudadanas.
De la misma forma, considero que dejar de lado el aspecto de una visión total de los partidos políticos al sólo usar una parte, únicamente a los individuos -atomizados- elimina de tajo la conformación de un panorama más amplio (holístico y multicontextual, ciertamente), pues debemos recordar que las tendencias, ideologías u objetivos de un partido agrupan a sus miembros y hasta donde tenía entendido, marcaban la posición de un partido fuera de izquierda, derecha o centro, con menores o mayores diferencias entre sus integrantes, pero consolidando una identidad, tanto al interior como en su cara al exterior, es decir, para sus posibles votantes, simpatizantes o rivales. El cambio de un partido a otro sólo marca uno de los indicadores que mencionaste antes, el de la personalidad. ¿Quién dice que este candidato que hoy defiende esta postura de centro izquierda, no cambiará su posición y abandonará todos los proyectos que impulsó por no convenir a "sus nuevos" intereses? (por supuesto es de humanos cambiar de opinión). No obstante esa es la cuestión por la que muchos de los ciudadanos están molestos, porque estos políticos es precisamente lo que hacen, cambian de bandera, de gustos, de relaciones, proyectos, propuestas y demás por no convenir a sus intereses políticos del momento, sin importales un proyecto general de comunidad, de nación. Por eso la gente cada vez más con mayor incidencia, señala a los que antes pertenecieron a otro partido, y no me refiero a las tribus del PRD, las cuales no querían a Ebrard, sino al común de la gente, quien se pregunta, ¿Cuánto durará esta vez? Y esta no es una cuestión de aguante, el pueblo tiene un límite y ciertamente estamos llegando a él.
En cuanto a anular mi voto, pues no lo considero viable, pues como había mencionado antes, el asunto del abstencionismo es delicado. Veamos Marcelo Ebrard ganó la candidatura al GDF (esto es como lo de las encuestas por teléfono del PJe) con un amplio margen sobre su opositor, pero como ya sabes, Marcelo obtuvo el éxito con un alto porcentaje de abstencionismo por parte de la población -sólo el 35% de las boletas fueron usadas- (según algunos datos de un columnista del Universal). Esto, a parte de representar una molestia marcada de la gente de forma generalizada, significa que ganó sólo con una pequeña parte de sus simpatizantes. Muy bien, pero esta bonita democracia depende de cada uno de los votos que se emitan, de su suma, y no dejaré que un político diga "ya gané" sólo porque faltaron votos. Digo ¿A quién le gustaría que Madrazo obtuviera la presidencia sólo porque no votamos todos?
Y bueno al final, mencionas en pocas palabras (corrígeme si me equivoco), que no es justificable que vote por un partido que no representa mis ideas. Ok. No obstante, tú también mencionaste que finalmente a ti no te importaba la ideología de los partidos, sino la de los candidatos. Entonces, finalmente SÍ importa la tendencia de cada agrupación política y "la disidencia" de sus miembros ¿O No?
Un Saludo,
México
Ciudad de México
PRD
AMLO
Tags Blogalaxia: periodismo, elecciones
No hay comentarios.:
Publicar un comentario