Cinco estados del país son bombas de tiempo
Los estados de Guerrero, Michoacán, Chiapas, Veracruz y Zacatecas constituyen "focos rojos" que pueden detonar en un conflicto similar al de Oaxaca y convertirse en un problema nacional por su alta marginación, rezago educativo, condiciones sociales vulnerables, pero sobre todo porque tienen grupos magisteriales disidentes altamente combativos en sus exigencias laborales. (aquí nota completa)
Es crítica la situación en Oaxaca.
Como lo mencioné en una ocasión anterior, esta representa una situación límite. Simplemente, los que menos importan ahora, son los niños que no tienen clases. Los maestros y su exigencia por conseguir una mejor remuneración, tampoco importan. Si bien, esto es un problema presente hoy día en esa entidad, no es la única que la registra. Es sabido que el magisterio en el país es rebelde, en general, frente a las actuales políticas de estado. Pero no nos dejemos llevar y pensemos que el movimiento del SNTE y demás, son del todo respetables, representativas y luchan únicamente por el bienestar de la población. Eso sería ver las cosas con cierta, er... parcialidad, y con la obstinada omisión de no querer ver los intereses creados al interior mismo de esta agrupación. Sería dejar de lado, el hecho que Elba Esther Gordillo, a pesar de las supuestas disidencias, constituye el timón que gobierna al sector de trabajadores de la docencia en México. Podrá decir que se interesa en la evolución del país. -Sí, cómo no, ¿Y su agua, de limón? También, podrá subrayar que todo lo que ha hecho, ha sido la única motivación de ver crecer a México -¿Y su agua de limón, con hielitos? Además, podrá sostener que la nación no puede soportar más a funcionarios corruptos, que ella apoya las reformas estructurales, tan necesarias para el país. -Sí, ajá ¿Y en su vasito, quiere popote?
La querida Elba representa el modo de hacer política a la vieja usanza, la cual es incompatible con el México de hoy. A principios de la década de los años 90's, el entonces recién designado embajador de Japón en este país, señaló (durante una rápida gira turística en el DF, y en la cual encontró -¡De verdad, qué raro!- una manifestación de maestros) que la única vía para México y con la cual podría salir de las crisis sociales y económicas recurrentes, era impulsar a su vapuleado sector educativo. Es decir, convertir al sector educativo en la prioridad del gobierno y de las futuras -en ese entonces- administraciones federales, y que esa era la fórmula que su propio país había aplicado para transformarse en una potencia a nivel mundial y alejarse del espectro de la destrucción de la bomba atómica, ahora ya, a varias décadas de distancia.
Y ustedes dirán con cierta angustia ¿Y qué pasó? Pues nada, ya ven, aquí seguimos. De suerte no hemos desaparecido, pero no se preocupen, no falta mucho.
Los estados de Guerrero, Michoacán, Chiapas, Veracruz y Zacatecas constituyen "focos rojos" que pueden detonar en un conflicto similar al de Oaxaca y convertirse en un problema nacional por su alta marginación, rezago educativo, condiciones sociales vulnerables, pero sobre todo porque tienen grupos magisteriales disidentes altamente combativos en sus exigencias laborales. (aquí nota completa)
Es crítica la situación en Oaxaca.
Como lo mencioné en una ocasión anterior, esta representa una situación límite. Simplemente, los que menos importan ahora, son los niños que no tienen clases. Los maestros y su exigencia por conseguir una mejor remuneración, tampoco importan. Si bien, esto es un problema presente hoy día en esa entidad, no es la única que la registra. Es sabido que el magisterio en el país es rebelde, en general, frente a las actuales políticas de estado. Pero no nos dejemos llevar y pensemos que el movimiento del SNTE y demás, son del todo respetables, representativas y luchan únicamente por el bienestar de la población. Eso sería ver las cosas con cierta, er... parcialidad, y con la obstinada omisión de no querer ver los intereses creados al interior mismo de esta agrupación. Sería dejar de lado, el hecho que Elba Esther Gordillo, a pesar de las supuestas disidencias, constituye el timón que gobierna al sector de trabajadores de la docencia en México. Podrá decir que se interesa en la evolución del país. -Sí, cómo no, ¿Y su agua, de limón? También, podrá subrayar que todo lo que ha hecho, ha sido la única motivación de ver crecer a México -¿Y su agua de limón, con hielitos? Además, podrá sostener que la nación no puede soportar más a funcionarios corruptos, que ella apoya las reformas estructurales, tan necesarias para el país. -Sí, ajá ¿Y en su vasito, quiere popote?
La querida Elba representa el modo de hacer política a la vieja usanza, la cual es incompatible con el México de hoy. A principios de la década de los años 90's, el entonces recién designado embajador de Japón en este país, señaló (durante una rápida gira turística en el DF, y en la cual encontró -¡De verdad, qué raro!- una manifestación de maestros) que la única vía para México y con la cual podría salir de las crisis sociales y económicas recurrentes, era impulsar a su vapuleado sector educativo. Es decir, convertir al sector educativo en la prioridad del gobierno y de las futuras -en ese entonces- administraciones federales, y que esa era la fórmula que su propio país había aplicado para transformarse en una potencia a nivel mundial y alejarse del espectro de la destrucción de la bomba atómica, ahora ya, a varias décadas de distancia.
Y ustedes dirán con cierta angustia ¿Y qué pasó? Pues nada, ya ven, aquí seguimos. De suerte no hemos desaparecido, pero no se preocupen, no falta mucho.
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