Hace algún tiempo, cuando Felipe Calderón resultó electo presidente en 2006, infinidad de analistas, especialistas y "politólogos" de abolengo, confundieron las señales acerca de las verdaderas intenciones u objetivos del nóvel primer mandatario para incluir a diversos actores del espectro político mexicano.
Mucho se dijo y especuló sobre las designaciones que hizo para conformar su gabinete de gobierno: que si tenía favores o compromisos que cumplir, que si era o no adecuado el individuo(a) nominado(a) en relación al cargo a ocupar, etcétera, etcétera. Sin embargo, una inmensa mayoría de personas revelaron ante el vox populi el llamado "el hilo negro", al señalar que la antiguamente funcional y favorecida Josefina Vázquez Mota, sufría un notable distanciamiento con Calderón, pues éste había preferido ubicar a otros funcionarios y allegados en distintos cargos.
Algunos esperaban que Vázquez Mota repitiera en la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), o bien, se fuera a la Secretaría de Gobernación (SEGOB), donde muchos la situaban -como paso natural- por sus supuestas dotes de negociación. Así especialistas de diversa índole apuntaron que Calderón terminó relegándola hasta la Secretaría de Educación Pública (SEP) por simple agradecimiento. Después vino el nombramiento del yerno de la "mayestra" Elba Esther, como el segundo abordo en la SEP.
Recién fue designada Vázquez Mota como títular del destino educativo de niños y jóvenes en este país, cuando en este pequeño y truculento espacio blogosférico señalamos que en realidad este movimiento constituía parte integral de la estrategia de Calderón para obstaculizar las "rampantes" e "indefendibles" acciones de Gordillo y el SNTE.
Hoy no puede ser más evidente que el arduo trabajo de tratar directamente con "la Gordillo" quedó en manos de Vázquez Mota -quien continúa ostentando así, la mayor confianza por parte del presidente- y no fue, como muchos pregonaban, la funcionaria a cargo de una tarea mínima.
Institucional, relación con Gordillo: Vázquez Mota
La secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, y la presidenta vitalicia del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, coincidieron en señalar que la relación entre ambas es enteramente institucional.
Nota Completa, Vía: El Economista
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