lunes, junio 05, 2006

"Lo verde" del PVEM

Durante muchos años en este país -tal vez habrá gente que amablemente lee este blog que coincidirá en este punto- no se podía decir absolutamente nada sin que una horda de respetuosos granaderos te cayera encima a palos para que te callaras la boca. No importando si lo que decías era bueno, real, concebible, razonable o cualquier otro atributo, positivo o negativo, lo único que determinaba que la "juerza" judicial te la dejara caer, solía centrarse en un punto: ¿Lo que gritabas en tu arenga tenía como destinatario al dirigente, casi padre y amigo de las masas, cuasi Dios, pero sí Uey Tlatoani del Revolucionario Institucional?
Si tu respuesta era afirmativa, no hay duda, te hubieran caído para molerte a palos. Si no, es que seguramente eras parte del juego sucio del propio gobierno y no había tanto que temer, pero había que realizarlo con cuidado, no fuera que por alguna razón, "X" personaje de tus huestes se saliera del "huacal" y tuvieras que terminar pagando los "platos rotos" y ora sí "A chillar María".
Así estaban las cosas, y era muy raro observar que un partido político ó un candidato tuvieran los cojones necesarios para hablar de la situación y de los problemas que le pasaban al h. auditorio, y todo eso con base en un interés real y honesto. Pocos individuos en verdad se pueden señalar que hicieran ésto.
Durante esa época no era extraño encontrarse con la creación de partidos "chiquitos" impulsados -en la mayoría de los casos- en el único afán de sus forjadores de ganarse "honradamente" -y con la bendición del PRI-, el pan de cada día. Infinidad de agrupaciones surgieron y desaparecieron en estos años. Algunos sólo persistieron hasta ser absorbidos por los actuales campeones de la democracia, entre ellos el PRD.
Uno de los "sobrevivientes" de esa razzia fue el ahora conocido Partido Verde Ecologista de México (PVEM) o Casa Hogar del Niño Verde -ese calificativo de cariño sólo es p'a los meros cuates.
Hoy día, y después de unas cuantas décadas, ahora que es posible criticar a Papá gobierno y -en variadas ocasiones- no esperar un encontronazo directo con las autoridades de este "Vamos México", claro a menos que tengas tratos con los macheteros de Atenco y similares, la gente prefiere quedarse en su casa quejándose de lo lamentable que está la cosa. Torturándose con la idea del "¿Qué pasará?"
Si gana López pues es amlo, perdón, digo malo. Si gana Fecal, pues en el acrónimo lleva el templete: malo. Si gana Madrazo -que ni con chochos ganará- pues en su apellido lleva inscrito nuestro posible destino.
En este orden de cosas uno se pregunta también: ¿Y los partidos chicos? ¿Para qué sirven? ¿Sólo para perpetuar alianzas? ¿Para mantener el coto de poder de los grandes? ¿Para sacarle jugo al erario? ¿Para preguntarnos si la democracia es viable?
Y entonces ¿Para qué sirve el PVEM?
En el mejor momento de esta institución, las hábiles manos de su fundador recaudaron alianzas y una parte del electorado. También coleccionó las vanas esperanzas de aquellos que supuestamente veían las cosas desde un punto de vista algo más cercano al ciudado de la ecología. Uno como paisano se allegó a la idea de creer que a pesar de los "teje-manejes" del padre Verde, pues esa agrupación partidista pintaba para algo más, pues el entonces en pañales "Niño Verde", podía aspirar a convertirse en la voz de una generación.
Pero como siempre "Mira no'mas que pinche desilusión". Cuando accedió al senado hubo ciertas personas que hablaron de algunas perversas compañías, de convenios chuecos, pero ecologistas y la mala administración de los recursos que hacía este insomne muchachito. Pero la gente las descreyó y lo tildó de verde, es decir, lo acusaron de estar "verde" y no creerlo capaz de cosas como esa. ¡Como iba a ser que un recién allegado, hijo de papito, pudiera hacer cochinadas. Ni lo mandara Dios!
No obstante, hace no mucho tiempo transmitieron por cadena nacional un ilícito del Niño Verde -en plena acción- que se refería a grandes rasgos, a la venta de unos bonitos predios con vista al mar. El pobre "Ninio" jamás pudo desde entonces recuperar la simpatía del electorado y su reputación quedó algo dañada. ¿Y se acuerdan quién en su "sano" juicio mandó ese video? Si responden a esa pregunta podrán saber porqué el PVEM declinó en favor de Roberto Madrazo y porqué probablemente esa persona ha de andar de viaje por Beirut.
Y es aquí donde viene lo verdaderamente verde del asunto -por si usted amable lector había pensado que no se podía más, pues simplemente se equivocó. Los votos que prometió el partido verde seguramente saltarán a otro lado, así que las promesas de amor y fraternidad que firmaron él, Bernardo de la Garza y ROMA, sólo quedan en eso, puras promesas. El ahora líder, cuasi presidente del PVEM, pensó que pactando con Satanás podría mantener el partidito que "papi" le creó, pero la meritita verdá, quién sabe si podrá mantenerlo donde ahora se encuentra. No sería el primero en constatar que cuando el barco se hunde es mejor saltar con las ratas, no vaya ser que te hagan capitán y tengas que quedarte en la nave.





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