miércoles, noviembre 12, 2008

Manifiesto Masculino

No planeaba postear esto aquí, pero me pareció tan llano y directo que tuve que abusar de la confianza de un amigo del alma, y finalmente el texto que me envío por email terminó aquí. Pido perdón a los tres lectores de esta cruenta bitácora, espero puedan brindarme algo de su sapiencia, paciencia y atención para la difusión de este agradable documento.

A continuación:

Mujer (DEJEMOS ESTO CLARO):

1.- Si piensas que estás gorda, muy probablemente sea cierto. No preguntes. Me negaré a responder. Y las básculas no mienten ni están desajustadas. Para eso las inventaron, para pesar.

2.- Si quieres algo, pídelo. Dejemos esto en claro: LOS HOMBRES SOMOS SIMPLES. Las indirectas sutiles no funcionan. Las indirectas directas no funcionan. Las indirectas muy obvias tampoco funcionan. Por lo tanto, di las cosas tal como son.

3.- Si haces una pregunta para la que no quieres respuesta, no te extrañe recibir una contestación que no quieres oír.

4.- Somos SIMPLES. Si te pido que me pases el pan, por favor, sólo quiero decir eso. No te estoy reprochando que no esté puesto sobre la mesa, ni estoy insinuando que preferiría tortillas. No hay segundas intenciones, ni mensajes ocultos... De verdad, todos los hombres SOMOS SIMPLES.

5.- Somos SIMPLES. No hace falta que preguntes en qué estoy pensando. El 96.5% de las veces será en "Sexo". Y no, no es que seamos unos marranos pervertidos", es simplemente lo que más nos gusta, ya que desgraciadamente, SOMOS SIMPLES.

6.- A veces no estoy pensando en ti. No pasa nada. Por favor acostúmbrate a eso. No me preguntes en qué estoy pensando, a menos que estés lista para hablar de temas como política, economía, fútbol o coches deportivos.

7.- Domingo = Parrillada ó Pizza = Amigos = Cervezas = Fútbol en la Tele. Esto es como la luna llena o la marea. No se puede evitar.

8.- Ir de compras no es divertido, y no, nunca voy a considerarlo de esa manera. Mucho menos si no sé ni siquiera lo que ando buscando.

9.- Cuando tengamos que ir a alguna parte, absolutamente cualquier cosa que te pongas está bien, DE VERDAD.

10.- Tienes suficiente ropa. Tienes demasiados zapatos. Y las ofertas de ropa no son verídicas. Nadie te regala nada. Nadie.

11.- Llorar es chantaje. Así de sencillo.

12.- El salón de belleza no es lugar para los hombres. Para eso hay peluquerías. Además, no hay corte, tinte o peinado que valga lo que ustedes pagan, para que luego se quejen de que no les gustó y paguen el doble por corregirlo.

13.- La mayoría de los hombres tenemos tres pares de zapatos. Insisto SOMOS SIMPLES. Por lo mismo, ¿qué te hace pensar que sirvo para decidir cuál par de los treinta que tienes se te ve mejor?

14.- Respuestas sencillas como un "SI" o un "NO", son perfectamente aceptables para cualquier pregunta.

15.- Acude a mí con un problema sólo si quieres ayuda para resolverlo. Para eso sirvo. No me pidas empatía como si fuera yo una de tus amigas.

16.- Un dolor de cabeza que dura 17 meses es un problema. Que te vea un médico. En comparación, una uña con el esmalte corrido, ó una pantimedia jalada NO son un problema. Créeme que los hombres, SIMPLES como somos, lo último que vemos en una mujer son sus uñas. Quien te diga lo contrario miente, o te lo dice para ver si así logra lo que en realidad pretende el 96.5% del tiempo.

17.- Si algo que dije se puede interpretar de dos formas distintas, y una de ellas hace que te entristezcas o te enojes, mi intención era decir la otra.

18.- TODOS los hombres vemos nada más 16 colores. Manzana y Durazno son frutas, no colores. Por cierto, ¿Qué diablos es el color fucsia"? Es más ¿Cómo carajo se escribe?

19.- La cerveza nos emociona tanto como a ustedes los bolsos.

20.- Fumar un buen puro es tan disfrutable como tener una buena sesión de sexo. Así que no me arruines el momento pidiéndome que lo apague.

21.- Si te pregunto si pasa algo malo y tu respuesta es "no, nada", te creeré y reaccionaré como si nada malo pasara. No buscaré otro significado, pues mi pregunta fue clara y directa.

22.- No me preguntes si te quiero. Ten la seguridad de que si no te quisiera, no estaría contigo. Y obviamente, tampoco es necesario que trates de averiguar cuánto te quiero.

23.- La simpleza del hombre radica en que es un animal instintivo. La mujer es un ente emocional. No le pidas peras a un manzano.

24.- Regla genérica: Ante cualquier duda sobre nosotros, piensa siempre lo más sencillo. Recuerda, SOMOS SIMPLES.


 

POR FAVOR DISTRIBUYE ESTE MANIFIESTO A LA MAYOR CANTIDAD DE MUJERES POSIBLE, ASI TAL VEZ ENTIENDAN A LOS HOMBRES DE UNA VEZ POR TODAS.

DISTRIBUYELO TAMBIÉN A TODOS LOS HOMBRES QUE CONOZCAS PARA QUE SEPAN QUE NO ESTAN SOLOS EN LA LUCHA; SOBRE TODO A LOS QUE ESTÁN A PUNTO DE CASARSE.

martes, noviembre 04, 2008

Pensamiento en voz alta

Diré lo que realmente pasa por la mente de todos los mexicanos inquietos por su país: el reciente accidente aéreo donde falleció el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, es en realidad un atentado.

No se sabemos de quién, ni con qué propósito, pero definitivamente, el siniestro levanta muchas suspicacias y preocupaciones.

El pésame más sentido a las personas que fallecieron y a otras que resultaron heridas durante este funesto incidente.

Sí, trágicamente, México está en llamas.

lunes, noviembre 03, 2008

Elecciones en EU

La verdad sea dicha, yo no pensaba hablar sobre los comicios presidenciales en EU, pero la estulticia de algunos periodistas me saca de mi letargo más profundo a este respecto. No es porque el tema me sea completamente indiferente o no me interese en absoluto, siendo el país vecino y además aún, continúa al frente del mundo como la primera potencia desde la posguerra ocurrida en la segunda mitad del siglo pasado. Al contrario, creo que cualquier síntoma en la frontera afecta a México por igual, sea el asunto de la migración ilegal de connacionales mexicanos y/o el narcotráfico, flagelo que ahora no solamente se extiende hasta Canadá, sino a países en el continente africano. Es triste verlo así: no podemos dar empleo a los miles de ciudadanos de esta nación, la burocracia se come todo lo que producimos, la corrupción acaba con la mitad de eso, el fisco pasa por su parte y al final viene la delincuencia y toma el resto; pero eso sí, exportamos de manera óptima malandrines, asesinos, proxenetas, prostitutas, pedófilos, criminales de "cuello blanco" y porquerías envueltas en drogas sintéticas. Sí, exportamos crimen, piratería, corrupción e impunidad, puras cosas buenas, eso ¡Sí da gusto!

Pero bueno, al punto: ¿en qué beneficiará a mi país si gana Barack Obama ó John McCain? ¿Significará un beneficio palpable para mi nación? ¿Si gana uno u otro mis "paisanos" sortearán de una mejor manera la pobreza? Eso dejando de lado la rampante crisis financiera que acecha, pero si resulta electo Obama ó McCain ¿El gobierno de México cambiará su forma de apoyar la generación de plazas laborales ó simplificará los procesos para la creación de nuevas empresas? ¿Dejará de haber comercio ambulante, el cual mitiga la incapacidad del gobierno para ofrecer empleos dignos y bien remunerados? ¿Los políticos mexicanos dejarán de robar del erario público? ¿Los delincuentes perderán su impunidad? ¿Se acabará el narcotráfico? ¿Resolverán "adecuadamente" el caso de los ataques terroristas en la ciudad de Morelia? ¿Ya no existirán las redes de "trata de blancas"? ¿Compañías transnacionales ya no contratarán a niños para laborar? Si gana McCain ú Obama ¿Se modificará diametralmente el rumbo del mundo? ¿Qué representará para la "justicia" y la "democracia"? ¿Simbolizará una evolución para el género humano? ¿Dejará de haber guerras? ¿La atroz hambruna que recorre los países más pobres del planeta será eliminada ó combatida al menos? ¿Se respetará el derecho de los niños a una vida digna y llena de amor? ¿Se respetará el voto de los estadounidenses ó simplemente será un fraude electoral más? ¿Firmas como Wal-Mart dejarán de tratar de influir en la libre determinación de la gente? ¿Empresas como esa permitirán que el medio ambiente subsista? ¿Se "parará en seco" a dichas compañías cuando destruyan el patrimonio cultural de los pueblos?

Habrán de comprender queridos tres lectores de esta cruenta bitácora: no importa que pase en las elecciones de EU, para mí, para mi país y para mis connacionales nada cambiará, por lo tanto me tiene sin el más absoluto cuidado quién gane.

domingo, noviembre 02, 2008

Cannabis para el desempleo

En este país "tan alejado de Dios, pero tan cercano a Estados Unidos de Norteamérica (EU)", las cosas llegan a un estado de descomposición y surrealismo que cualquier suceso afecta a la mente sobre la materia. Sin dejar de lado la composición pluriétnica, multicultural y social que compone este extraordinario tejido comunitario, es necesario expresar un par de ideas:

1.- De ninguna manera, lo anteriormente impensable ó prohibido en la sociedad deja de tener un componente dañino en su estructura, a pesar de los juicios de valor que se puedan emitir sobre la "modernización" de una determinada norma, ejemplo, ¿Cuándo en la sociedad mexicana fue visto con "buenos ojos" la práctica de la prostitución y el lenocinio? Y me refiero en particular a: Iniciativa " Iniciativa de Ley de Protección a Sexoservicio en el Distrito Federal" ¿Ahora no hay sólo que tolerar, sino formar los cuadros pedagógicos suficientes para formar adecuadamente a las nuevas prostitutas? ¿Un diplomado en la Universidad de la Ciudad de México (UACM) para capacitar en administración de empresas a nóveles y desactualizados proxenetas (Padrote 2.0)?

2.- No por intentar conseguir equidad, libertad y maridaje cultural, debemos entender que el "relajamiento" de los límites sociales y parámetros educativos constituyen un arma efectiva contra el anacronismo, el cual debe ser poco tolerado y ampliamente combatido, pues representa "opio" para el desarrollo armónico de los pueblos.

3.- La situación actual se torna difusa: ¿Es posible alcanzar una evolución a partir de la permisividad ó es indispensable establecer controles estrictos? ¿Es mejor el control férreo o la relajación total?

4.- ¿Cuál sería la reacción de la población si una moción como esta hubiese sido impulsada desde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) o el Partido Acción Nacional (PAN)? ¿Qué diría Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al respecto? ¿Por qué no hace un pronunciamiento personal sobre el tema?

Todo esto viene a colación debido a la propuesta que algún "representante" popular del Partido de la Revolución Democrática (PRD) realizó a últimas fechas en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), respecto a la legalización de la mariguana en México (Cannabis)Y no es porque su posición al respecto sea risible, ni muchos menos. Sin embargo, si deja mucho que pensar respecto a la capacidad de abstracción y reflexión que dicho legislador tiene, inclusive su proyecto se presta a escepticismo: ¿A quién beneficia con sus iniciativas? ¿Al común de la gente ó a intereses ajenos a la justicia y por tanto contraria a la salud de la población? ¿Qué se quiere instaurar con esto? ¿Una colectividad de pequeños productores para sacar al país adelante? ¿Changarros domésticos para vender mota?

Tal vez, podrían implementarse diferentes programas culturales-escolares para desmitificar el origen de esta planta, así como la percepción contemporánea y "occidentalizada" que se tiene de ella. Además sería indispensable orientar a la gente sobre su correcto uso y el desarrollo de un aprendizaje individual mediante la implementación de prácticas antiguas -y ciertamente rituales-, sobre su manejo con motivos de búsqueda personal/espiritual, a fin de para encontrar un equilibrio entre el mundo exterior –sus exigencias- y el interior que tiende a hallar un puente entre lo místico y lo material. En ese supuesto, sí sería comprensible su puesta en marcha. Al contrario, si sólo se hace a partir de la ganancia mediática y política al respecto, entonces no tiene sentido justificar la posición del PRD y sus pobres intentos por encontrar remedios de este tipo. Lo primero requiere de un sistema completo –inexistente hoy en día-, de un programa claro, con metas definidas en el corto, mediano y largo plazo, atendiendo a nuestras raíces culturales, sociales y educativas. Lo segundo únicamente pretende obtener una serie de prebendas, clientelismos y beneficios económicos bajo el disfraz de una pretendida guerra contra el narcotráfico.

Tampoco se debe a que el diputado Víctor Círigo haya "descubierto el hilo negro" y que no se haya pensado antes en otros países esta posible solución para tratar de frenar el rampante negocio que significa el narcotráfico, sino lo que produce verdadero repelús, es el poco estudio del caso que hicieron quienes proponen su comercialización institucional. La situación que actualmente experimentan naciones que en el pasado permitieron su uso, se vuelca -una vez más- contra quienes pugnaron por estas medidas paliativas a corto plazo. Lo que deja suspendidas en el aire varias cuestiones ¿A quien beneficiará su legalización en suelo azteca? ¿A los cárteles de droga? ¿A la fraternización entre redes de criminales y cosas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)? y/o ¿Al estado deseoso por mantener dopados e inconscientes a sus ciudadanos? (esto sin duda me recuerda a la novela Un mundo feliz), ¿Quién se regodea por su eventual aprobación?

¿Todo es permisible, nuevas normas que en el pasado se consideraban adecuadas, deben dar paso a engendros como éste? ¿Debemos cerrarnos al dominio de lo nuevo? ¿O debemos ser conservadores?

viernes, octubre 31, 2008

Cambios y suposiciones

Durante mucho tiempo he pensado hablar respecto a los límites sociales aún vigentes entre hombres y mujeres. En años recientes, he percibido que existe –cada vez con mayor fuerza- un movimiento que intenta apoyar el mal llamado "empoderamiento de la mujer". La definición usual al respecto, dejando de lado su mediocre y pobre descripción en el caso mexicano, es errónea e inexacta, pues la palabra adecuada para calificar este término es "apoderamiento"; no obstante, y su significante popular y/o académico es notable. Aún con mayor razón, resulta importante no sólo apoyar un creciente movimiento, como el citado algunas líneas arriba, sino cuidarlo de los embates de tendencias contrarias –naturalmente antagónicas- que buscan sino su disolución, sí suavizarlo.

Es increíble que en pleno siglo XXI, aún existan incidentes que vulneran la condición de las mujeres en la sociedad. Es triste, por no decir patético, que algunos misóginos actúen a manera del hampa y busquen justificar sus conductas cavernícolas y salvajes con argumentos tan fatuos como imbéciles: "Ella se lo busco", "Ella me provocó", "Vestir minifalda es un grito de "estoy urgida"", "La mujeres pertenecen a su casa", "Las mujeres calladas se ven más bonitas", "Las mujeres debe uno tenerlas como a las escopetas, "cargadas y en la esquina"", y demás etcéteras por demás conocidos. Si bien, en muchos casos estas expresiones representan no el sentir pleno de todos los hombres, sí hacen hincapié en la frustración que a veces las féminas producen en los hombres, lo cual presta un sentido de hilaridad –a veces- al repetir estos refranes.

Sentimiento que se ve realzado por los cambios sufridos al interior de las convenciones sociales entre ambos sexos surgidos a partir de las batallas libradas para conseguir la equidad de género. Lucha que -en la mayoría de los casos- ha sido zanjada a favor de las mujeres, ello sin importar si son más listas, organizadas y persistentes que los hombres, (que en muchas y diversas ocasiones lo han demostrado así), sino porque los hombres son obviamente más indolentes, inconstantes, plácidos y poco coordinados, amén que les gusta más acudir a abrevar de las aguas del hedonismo –que convertido en su máximo exponente se transforma en misoginia- en lugares por demás pérfidos, ocultos y de mala venia (los consabidos table dance). No obstante, estas victorias en el mundo civilizado para lograr una mayor participación de la mujeres en la toma de decisiones se han visto empequeñecidas por la constante presión a la que se ven sometidas, desde las exigencias de un hogar normal, de un trabajo asalariado/profesional/empresarial, los ataques de idiotas en sus respectivas fuentes de trabajo, hasta las agresiones más asquerosas, viles y violentas.

Muchos tienden a culpar a los hombres de este cambio de actitudes respecto al llamado "sexo débil", sin embargo, estas conductas se han presentado desde siempre en la historia de la humanidad. Y no es una disculpa para esos entes que se auto-nombran humanos y son poco menos que eso, sino hablando contextualmente, las discusiones a favor de la mujer han reportado mejores resultados en la época actual que en toda la antigüedad. Sólo recordemos a esa eminente maestra/bibliotecaria de la legendaria biblioteca de Alejandría que murió a manos de unos bárbaros y a cuyo deceso se atribuye en parte, la desaparición de tal acervo histórico. Casos como ese sobran y ese pudiera ser el problema de fondo: hasta que no aprendamos a reconocernos en ellas -los hombres- no se podrá acceder a un peldaño más de la evolución humana.

Otro tema que ayudaría a solventar los gastos que implica un continuo y desgastante enfrentamiento social como éste, sería el respeto mutuo por los espacios entre un sexo y otro. Desgraciadamente este tema se vuelve difuso ¿Cómo lidiar con la determinación de algunas mujeres por entrar en lugares restringidos y que solían ser de acceso masculino únicamente? Algunas feministas acuden a ciertos sitios comunes como la discriminación sexual para argüir por la desaparición de clubes para caballeros, sin tomar en cuenta que existen ese tipo de lugares –sin ser anunciados como tales- exclusivos para mujeres. Además, actividades que en la antigüedad era de uso exclusivo de los hombres se han vuelto territorio fértil para la transgresión de las mujeres, quienes lo ven como un verdadero triunfo para sus expectativas, cuando en realidad es una derrota, no sólo para el movimiento que pretenden encabezar, sino para todos, pues las líneas entre un género y otro se hacen aún más borrosas y terminamos soportando cosas como a los metrosexuales, dejando de lado las conductas que en antaño se conocían como propiamente masculinas y de lo cual muchas féminas se quejan.

Creo debemos dejar de lado la concepción errónea que nos produce hablar de roles de género y su adecuada articulación en la comunidad. Es cierto que históricamente han funcionado como parte del engranaje social que sustentan, y que sin ningún "pero" que medie, se han visto modificados, han evolucionado. Sin embargo, es necesario también cambiar su significado y significante para adecuarlos a su condición contemporánea. Por otro lado, constituye un sofisma que algunas personas consideren retrógrado su acoplamiento a la sociedad actual. Estos roles de género son necesarios y se adecúan a cada persona, asignándole su posible función. Así dejan ser una imposición y se perciben como realmente son: una decisión de opción
múltiple. No son términos extemporáneos ni mucho menos, son en realidad parte integral de cada individuo. Al conocer el rol de género de cada quien es posible conocer cuáles son nuestros límites, nuestras posibilidades, y nuestro panorama para una probable transgresión contra esos mismos parámetros. Sin esta definición será imposible reconocernos y saber a ciencia cierta cuáles son nuestras debilidades, fortalezas y posibilidades de crecimiento, de evolución como especie y qué debemos esperar de nosotros mismos, amén del resto de la comunidad en la que vivimos y nos vemos insertos.

Hoy por hoy hablar de roles de género produce escarnio y un sentimiento de anacronismo, la pregunta obvia sería ¿De dónde surge esa idea de anacronismo? ¿Es una idea implantada? O ¿Es una necesidad natural de la sociedad?

jueves, octubre 23, 2008

¿Será posible?

Es indiscutible que México, al igual que muchas regiones y países en el mundo, inicia su camino por una de las crisis económicas más severas jamás registradas. Aún naciones que gozan de sólidas economías emergentes como Singapur y China empiezan a resentir la oleada financiera. La mayoría de estados de la llamada Unión Europea (UE) ya presentaron sus respectivos planes para estabilidad económica. Todos buscan, sino una salida, sí un paliativo para poder sobrepasar esta debacle. Buscar culpables a estas alturas del partido podría resultar ocioso, no obstante, es seguro que existan casos que debieran ser revisados, incluyendo aquellos donde los líderes, empresarios y directores ejecutivos salieron airosos –con varios miles de millones bajo el brazo- de actividades de especulación, las cuales afectaron el bolsillo y patrimonio de millones de clientes, usuarios y personas. Baste decir que aquí en México las principales compañías que impulsan las acciones en la Bolsa Mexicana deValores (BMV) jugaron con las reservas del Banco de México (Banxico). Capital destinado a confrontar una posible depreciación del mercado, en cualesquiera de sus aristas. Sin embargo, ese dinero “se fue” en tratar de llenar los “agujeros” dejados por la deuda contraída por dichas empresas. Las cuales, sin dejar de lado su posición “prepotente” en el mercado local, han medrado contra el bolsillo de muchos mexicanos, pero convenientemente excluyendo los suyos.

Y no es que sorprenda una acción como la anunciada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a cargo de Agustín Carstens, sino que sin duda provoca no sólo escepticismo sobre la capacidad del gobierno federal por solucionar el grave problema que se presenta, sino de su voluntad política y/o su margen de maniobra contra la impunidad de ciertos personajes. La situación es que Carstens indicó que la especulación de ninguna manera es una actividad delictivacomo sucede en los países de primer mundo-, al contrario es un condición normal sobre la que operan las más diversas firmas internacionales. Y eso puede ser cierto, pero no deja de ser una premisa que provoca no únicamente molestia, sino que produce una creciente miseria en los estratos más necesitados de la población, la cual ya es enormemente vapuleada por las condiciones y determinaciones totalmente ajenas a sus comunidades, y en donde se aprecia claramente la desigualdad social, cultural y económica. Sí, sé que suena a obviedad, pero deberían ser castigados aquellos que en realidad lo merecen.

Tristemente, continúan las mismas condiciones sobre las que venía operando aquel supuesto "difunto dinosaurio", conocido en antaño como el "poder hegemónico" ó "la dictadura perfecta", el Partido Revolucionario Institucional (PRI): empobrecimiento, cinismo e impunidad a favor de los delincuentes de “cuello blanco”. No resulta, extraño pues, que el secretario de Hacienda revele que no hay crimen, dejando un resquicio importante respecto a la ley que existe referente a la protección a favor de los inversionistas, quienes debieron ser informados sobre estas actividades. Traducción: “Si y sólo si” existe un delito en este caso particular, si los empresarios ó apoderados legales de estas instituciones no informaron oportunamente a sus inversores acerca de sus intenciones para destinar ciertos capitales hacia “productos derivados”, a fin de subsanar los gastos ocasionados por el monto de deudas contraídas sobre la moneda mexicana con anterioridad.

Mientras el caos y suspicacia que el asunto genera, redondean los ángulos que habrán de afectar “la pobreza patrimonial” de millones de mexicanos, las cosas en general “no pintan bien” para el resto de los menos afortunados, quienes seguramente, ni siquiera poseen alguna mención en la lista de la revista Forbes, la cual me imagino, deja únicamente fuera a “unos cuantos”.

Por otro lado, y pecando de lúdico, resultaría extremadamente provechoso inducir una drástica reducción de salarios a los altos mandos de esta nación, retribuciones económicas que francamente resultan onerosas para el pueblo en un periodo catastrófico como el que se aproxima. Los dispendios que gozan líderes sindicales, jueces y burocracia en general, provocarán -en el mediano plazo- una serie de cuestionamientos, apartidistas sin duda, sobre el destino de miles de millones de pesos, los cuales en el menor de los casos, solamente sirven para cubrir los gastos generados por viáticos (el escándalo de las Hummers). Un verdadero saneamiento y la imposición de un presupuesto frugal/espartano en este renglón, propiciaría un salto de legitimidad para el des-configurado gobierno federal. Sería una victoria simbólica –no pírrica-, un “rebasar por la izquierda”, una muestra real de que existen ganas, patriotismo y fidelidad, sumado a la concreción de una promesa hecha por Felipe Calderón cuando fue aspirante a la presidencia en 2006. Los ciudadanos sentirían y definirían condiciones propicias para el desarrollo de este periodo gubernamental.

Una cosa es clara: se ganaría en credibilidad lo que se perdería en retribución económica. Sin embargo, no creo que la administración pública sea capaz de exigir nada, no considero que posea la habilidad para convencer, pues los convenios, concertasesiones, prebendas y clientelismos son un lastre mayor, y se necesitaría algo más que únicamente la voluntad de una persona o un puñado de individuos para avanzar en un asunto como éste.

Por otro lado, resultan siniestros por decir lo menos, los rumores que indican la posible imposición de un estado de emergencia (¿estado de sitio?) en todo el país, y no es porque no se necesite, al contrario, creo que sería justificable, aunque no deseable, sin duda. No obstante, ¿Por qué no se implementó a la luz de sucesos trágicos como el asesinato del niño Fernando Martí? ¿Por qué no se impuso cuando se observó que la delincuencia estaba incontrolable? ¿Por qué no se instaló en ciertas poblaciones, como Ciudad Juárez, a la vista de cruentos homicidios contra la población civil? ¿Por qué no se instauró al momento mismo de registrarse los dramáticos sucesos en la ciudad de Morelia en el estado de Michoacán? ¿Por qué precisamente ahora, cuando el movimiento magisterial en el país se encuentra en pleno? ¿Por qué “pretende” implementarse ahora que la población se manifiesta? ¿No es estúpido tratar de ganar tiempo ó legitimidad agrediendo a ciudadanos comunes y corrientes, cuando al mismo tiempo se deja que los maleantes “hagan su agosto”? ¿No es demencial?

Que el gobierno use el monopolio de la violencia no es inconstitucional, pero sí es irremediablemente obtuso usarla por las razones equivocadas.


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domingo, octubre 12, 2008

Sangre y Arena

He estado pensando seriamente en criticar y/o denunciar la poca cantidad de ética profesional que ejercen diversos medios de comunicación en México, en específico, los periódicos de circulación nacional conocidos como La Prensa y el Metro (publicación propiedad del grupo Reforma.com). Este par de pasquines asquerosos, por decir lo menos, no únicamente hacen alarde de su poca capacidad técnica, periodística e informativa, sino que se vanaglorian en sacar en sus páginas principales, imágenes que rayan no en lo satánico, sino en lo bárbaro, estúpido y grotesco, retratando no a un México deseable, querible, factible o real, sino un arredro de violencia inusitada e injustificada.

¿En qué nos beneficia como sociedad o en qué nos hace mejores mexicanos observar con lujo de detalle el descuartizamiento de alguien? El anhelar no verlo de frente, no significa que no ocurra o que se niegue su existencia que se pretenda incurrir en una transgresión contra la tan desgastada defensa a favor de la libertad de expresión. Todos los días se ven cosas similares en muchas y diversas partes de la geografía mexicana. Nos enteramos por otros medios de la crudeza que se vierte en todos y cada uno de los rincones y actitudes que permean en la vida cotidiana, gracias al crimen organizado, pues sus maneras, conductas, costumbres y creencias (incluyendo cosas como rezarle a la "Santísima Muerte"), contaminan la paz y estabilidad del país. Pero de allí a que se necesite ver "gráficamente" brazos, torsos, sangre, venas, tripas y cadalso, hay una gran distancia.

Sin embargo, para los dueños, jefes editoriales, "fotoperiodistas" y reporteros de este tipo de "documentos informativos" eso no es suficiente. Ellos muestran con exceso de detalle, el morbo, la necrofilia que experimentan, el amor por lo sórdido y lo obscuro del espíritu humano. Cuando las noticias así abundan, deja de ser el ejercicio periodístico el tema central y toma su lugar el mercantilismo barato, el cual se torna en un catálogo de aberraciones trágicas, se convierten en una suma que produce un ambiente degradado y enrarecido, pasto de lo que, probablemente, ocurra después. Una cosa es entender que "la muerte es una violencia indebida" (Simone de Beauvoir) y otra muy diferente diseccionar hasta la obsesión los yerros de la conducta humana.

Por mi parte, me enferma ver como los "creadores" de este periodismo se concentran -cada vez más- en elaborar un medio capaz de revolverle a uno las vísceras, pero no por el repelús de la sangre y la carne (que al final sólo somos eso: materia cruda), sino por la molestia que provocan sus absurdos intentos por causar impacto, reduciéndolo todo a una cosmovisión de simple venta en mostrador. Considero que no es suficiente justificar sus bodrios impresos señalando que ejercen el periodismo de "nota roja". Tampoco es suficiente que se precien (porque cínicamente lo hacen) de ser un diario de circulación nacional y que en sus páginas se puede encontrar todo tipo de información, presumiendo así de proteger la tan medrada libertad de expresión, término recurrente cuando se les acaban los argumentos para defender y erigir su conducta indeseable. Esas mismas razones, que no solamente son justificaciones baratas y obnubiladas, sino que constituyen verdaderos tapujos irracionales que en nada ayudan a la construcción de un país deseable y/o mejor.

Su actividad mercantil se entiende perfectamente por el número de ejemplares que se venden, por la elevada nómina que pagan a sus "colaboradores", lo cual únicamente enmarca y ensalza su objetivo como ente empresarial y cuyo último motivo de existencia constituye la comercialización de un artículo cualquiera (en este caso un diario impreso), pero que sin duda alguna, no contiene en ninguno de sus renglones básicos, un reglamento ético que busque el crecimiento de sus lectores o de la población en la cual se inserta. Ética, concepto que carece de sentido estricto en sus respectivas estrategias financieras. En realidad, sólo usan la carne del pueblo para aumentar sus ganancias, eso es todo.

Si la violencia únicamente engendra violencia ¿Qué podemos esperar de las imágenes que se quedan enterradas en la psique colectiva? ¿Para qué sirven, además de demostrar la enajenación de los delincuentes y victimarios? La importancia social del fotoperiodismo de este estilo en particular, se petrifica y funcionando meramente -y en el corto plazo- como anestesia local ante sucesos graves y funestos, lo cual al final provoca que los medios dedicados a esparcir "gráficamente la sangre" de los ciudadanos tengan que buscar "nuevas" é "inovadoras" formas de presentar los hechos cotidianos.

¡Cómo detesto al periódico La Prensa! ¡Y al remedo de diario llamado El Metro! ¡Son una verdadera basofia! ¡Hay periódicos escolares mucho mejor manufacturados con notas que presentan mayor interés y cuyo objetivo principal se centra en el crecimiento de su comunidad!


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miércoles, octubre 08, 2008

¿Libertad de expresión o expresión libertina?

Al visitar un blog del periódico El Universal, confeccionado por uno de los columnistas de esta publicación, me encontré con esta pregunta: ¿Dirías "espurio" a Calderon; que no hay libertad? Cuestión que me hizo reflexionar la siguiente respuesta:

Yo diría que las personas en general -no sólo los jóvenes- en este país confunden la "gimnasia con la magnesia". Pretenden ejercer sus derechos sin considerar sus obligaciones, lo cual se traduce obviamente en considerar que los jóvenes que recibieron el premio no violentaron en ningún momento el ambiente de la entrega de reconocimientos.

Sin embargo, si somos congruentes podremos ver que la ceremonia sufrió una irrupción dentro de sus parámetros ¿Por qué no incurrir en uun desacato pacífico como aquel realizado por un atleta durante los Juegos Olímpicos, quién recibió una presea de plata, pero durante la premiación simplemente depositó su medalla en el piso y abandonó el podio? ¿No hubiese tenido mayor impacto en los medios -al final todo telebsaura- una acción como ésta? ¿Qué caso tiene gritarle al presidente espurio o no, su desacuerdo? ¿Se ganó algo? ¿Se cambió la forma en cómo lo perciben millones de mexicanos? ¿Los que votaron por él modificaron su forma de pensar respecto a aquellos que eligieron a AMLO?

El único perdedor como siempre fue México, pero ahí ni unos ni otros se ponen a reflexionar. Todo lo observan con ojos alienados, y esa es la decepción, tanto de aquellos que defienden el acto como de esos otros que piensan que es "blasfemia". Eso es lo más triste, que el debate central, el meollo del asunto, caiga en la vanalización de una "falta de urbanidad" como una "pecata minuta", cuando en realidad, asistimos no a una desacralización de una institución -como el Poder Ejecutivo- sino como parte integral de la desintegración social a la cual se ha visto sometido el tejido de la comunidad.

¿No recibir el premio hubiera sido justificable? Tal vez, no obstante los jóvenes no se detuvieron a pensar -por muy matemáticos o intelectuales que sean- que su actitud únicamente serviría como estandarte de aquellos que apoyan la destrucción de un estado para erguir uno distinto, para mostrar el debilitamiento total de las instituciones en México, la indefensión bajo la que vivimos, la falta de educación, de urbanidad, la poca tolerancia entre mexicanos, y finalmente, la pobreza que poseemos como pueblo para construir algo más que catálogos de ofensas. Nos merecemos la realidad en la que vivimos.

Reiterando: la juventud es impulsiva y muchas veces irracional. A pesar de ello, su acción "intrépida" pretende resolverse como un asunto menor, como una "pequeña transgresión" sin repercusiones aparentes. Mentira.

Saludos,

P.D.
Después de releer mi comentario anterior, consideré que faltó añadirle la siguiente parte:
Creo desde cierto punto de vista que su actitud es entendible, pero de ninguna manera justificable. Entendible, porque me pongo en los zapatos de esos "valerosos" pubertos y comprendo que su idea sobre la libertad de expresión viene aparejada con su propio contexto histórico. En otras épocas hubiera sido impensable increpar así a una autoridad, aún menos al presidente de la República Mexicana. No obstante, sentí que solamente habían utilizado -un mal uso por cierto- su derecho a expresar libremente su inconformidad.

Por su parte, los encargados de la seguridad del primer mandatario solamente reaccionaron, como su responsabilidad lo amerita, actuando contra aquellos que violentan verbal o físicamente la investidura presidencial. No obstante, dicha respuesta solamente puede calificarse como extrema, pues la conducta de los ahora "famosos", no ameritaba de ninguna manera una detención como la que sufrieron. Además, Felipe Calderón podría haber actuado de forma diferente y no hacer siquiera un gesto contra ellos. Ese hubiese sido el camino adecuado a seguir.
Al pasar de los días he sopesado la conducta de los muchachos, y pude constatar con un poco de molestia que los jóvenes únicamente buscaban sus quince minutos de fama, nada más. En caso contrario, tal vez, hubiesen usado con mayor inteligencia su momento ante los medios.

Asimismo, las publicaciones que reprodujeron este incidente únicamente se fijaron en "lo malo". La actitud de aquellos que increparon a Calderón nulificó a las otras personas que por su esfuerzo también recibieron el Premio Nacional de la Juventud. El solo hecho, demeritó su trabajo, su constancia, los sacrificios y tenacidad que tuvieron que realizar para estar allí también, recibiendo un reconocimiento.

martes, octubre 07, 2008

Un posible camino

Yo sé que es estúpido, y que probablemente raye en una inocencia vana y llena de estulticia; pero lo he estado meditando por un tiempo ¿Qué necesita este país para acabar con la impunidad y corrupción? ¿Castigos más severos? ¿Tendríamos que preguntárselo a quien la ejerce a destajo? Es decir, para saber que castigo y medidas tendríamos que imponer ¿Habría que preguntarle a quien pertenece al sistema en cuestión y sacarle, de alguna forma, una opinión respecto a qué hacer cuando se aprehenda a quien transgrede las normas establecidas? o al contrario ¿Necesitamos la imposición de un estado represor?

Por ejemplo, si alguien quisiera saber que se debe hacer con aquellas personas que se dedican al plagio y asesinato de personas ¿Debemos preguntarle a aquellas bandas delictivas que actúan con mayor brutalidad contra sus víctimas? ó ¿Debemos preguntarle a aquellos que en este momento se encuentran en prisión "purgando" condena? ¿Acaso tendríamos que preguntarles que fue lo que los llevó hasta allá? Y a partir de ahí ¿Deberíamos sacar encuestas/estadísticas? ¿Analizar los datos? ¿Actuar en consecuencia? ¿Con qué mecanismos? ¿Tendríamos que hacer lo mismo con los narcotraficantes?

Por otro lado, si quisierámos saber que hacer con aquellos delincuentes de "cuello blanco", incluidos funcionarios del gobierno -de todos los niveles-, empresarios que burlan medidas, restricciones y evaden impuestos; líderes de comerciantes ambulantes y banqueros (sobre todo aquellos que propiciaron la caída y posterior privatización de las instituciones financieras en México) ¿Deberíamos preguntarles que deberíamos hacer para reforzar las medidas y seguridad contra fraudes, lavado, componendas, clientelismos, desvíos de dinero y sobornos?

Si quisieramos acabar con "el corporativismo" y el "clientelismo" que inundan a sindicatos y burocracia ¿Deberíamos tener una entrevista totalmente honesta con aquellos que piensan que tanto el erario público como las plazas laborales son de su particular propiedad? ¿Todo para conseguir, de primera mano, los elementos que privan en sus respectivos medios, a fin de impedir que sigan violentando al país con chantajes y prebendas?

Si quisieramos actuar contra tratantes de blancas y/o redes de pedófilos ¿Deberíamos cuestionar a individuos como Succar Kuri, Kamel Nacif y demás implicados en el libro "Los demonios en el Edén", a fin de encontrar las medidas preventivas adecuadas? ¿Tendríamos que indagar las razones de Mario Marín para proteger a dichos e insomnes personajes? ó ¿Solamente deberíamos imponer la castración química?

En este país donde las "misteriosas" agrupaciones de ultraderecha desprecian a la sociedad civil, pues para ellos los únicos y legítimos representantes de la comunidad son aquellos líderes empresariales, esos otros dueños de inversiones privadas, y por supuesto, los banqueros. En cambio las agrupaciones de la defensa de los derechos humanos, a pesar que sean lideradas por conocidos filántropos o personalidades del mundo del espectáculo, la cultura y/o las letras, representan para ellos una tendencia de izquierda que únicamente busca desestabilizar al gobierno y a los que comulgan con él, para esos “Minutemen” las Organizaciones No Gubernamentales (ONG's) solamente representan una molesta piedra en el zapato.

Pero ¿qué pasa cuando debemos sojuzgar a la impunidad más cercana, aquellas que nos es cotidiana, familiar? ¿Cómo debemos lidiar con ella? ¿Dejándola ser-estar o parecer? ¿Participando de ella? Porque debemos recordar que somos precisamente nosotros los que la propiciamos en mayor medida, sobornando a policías, ministerios públicos, supervisores, inspectores y jueces. Porque no es justificable que mientras una ley cualquiera no nos afecta, podemos apegarnos a ella, y cuando nos afecta negativamente, buscamos la manera de desentendernos totalmente de ella, ignorar a las autoridades y a toda esa plaga de burócratas que sólo saben vivir de sangrarle a uno el bolsillo.

¿No queremos impunidad, ni vicios, ni delincuencia? Pues no seamos los que inicamos el ciclo, asumamos nuestra responsabilidad, nuestra obligación y acabemos de una buena vez con todos aquellos círculos que rodean a la vida nacional ¿Qué preguntas -honestas- tendríamos que hacernos para desterrar prácticas desleales y corruptas?

¿Debemos esperar sentados a que el gobierno federal haga algo al respecto? ¿Debemos esperar que los capos del crimen organizado se comporten con un poco más de sesos y dejen en paz a la población civil? ¿Debemos esperar a que alguien inicie alguna cadena para comenzar a cambiar las cosas o modificar nuestra ideología? ¿No sería más fácil una sumar acciones?

Si lo dejamos todo al libre albedrío, a la pura casualidad, nada ocurrirá y seguiremos diciendo: "Este es el país de "Aquí no pasa nada""

P.D.
Pequeña lista de acciones mínimas:
1.-Si te van a multar por alguna infracción de tránsito, acéptala, es tu obligación, pues manejar no es como muchos creen (incluidos los choferes de peseros y/o microbuses), algo nimio y con escaso sentido de civilidad, al contrario, es una enorme responsabilidad, pues mucha gente (no solamente los pasajeros que van con nosotros) depende que se haga correctamente.
2.-Si te van a sancionar por no pagar tus impuestos en regla y forma, no le hagas como la inmensa mayoría de los empresarios chupa-sangre del país, corrige tus cuentas para que no te vuelva a ocurrir, paga tu multa y deja de preocuparte por las cuestiones de Hacienda. Es mejor actuar a tiempo que dejarlo pasar, obviamente si optas por esto último, es claro que sufrirás tú solo las consecuencias de tus actos.
3.-¡Y por Dios! ¡No te pases las luces rojas de los semáforos! ¡Una cosa es ser naco y otra un automovilistas estúpido e irresponsable! No por pasarte un alto llegarás más rápido a tu destino eso te lo aseguro. Deja que los bobos carguen con la oligofrenia, tú dedícate a cumplir tu parte.
4.-Presta atención a las necesidades de los demás. Si requieren tu ayuda brindala sin dilación, la próxima ocasión puede que seas tú el que se encuentre a la orilla del camino sin ningún tipo de auxilio.

lunes, septiembre 22, 2008

México en llamas

Es triste pensar en lo que pasó en la ciudad de Morelia, Michoacán, este 15 de septiembre. De hecho, no creo equivocarme al calificar de inverosímil lo ocurrido. Todavía no puedo creerlo, claro, tal vez ese sea mi defecto más acendrado, el escepticismo. En mis días supe de todo, observé algunas cosas más y pensé que los mexicanos, como tales, nunca podríamos dañarnos los unos a los otros. Pues bien, los hechos y la historia siempre se encargan de darnos, a los que todavía creemos en el espíritu humano, una paliza, para que no olvidemos, un elemento contundente, íntegro de la naturaleza humana: todos los días luchamos por superarnos, sea para bien o sea para mal.

No puedo empezar por describir lo sorprendido, enojado y sediento de sangre que me siento, como parte del pueblo, por este atentado con bombas que ocurrió la noche del 15 de septiembre de 2008 en México. Sí, no puedo creerlo... ¡En México!

Sí, ya se habían registrado bombazos en distintos lugares de la República Mexicana, pero ninguno había tenido víctimas, ni habían detonado en sitios públicos. Al contrario, grupos guerrilleros como el EPR se habían empeñado en señalar que nunca permitirían que uno de sus operativos afectara a la población civil. Eso hizo suponer a muchos, incluyéndome a mí, que los ataques solamente se dirigirían contra intereses corporativos o de importancia gubernamental. No habría consecuencias contra las "personas de a pie". Que equivocado estaba.

Durante una conversación, anterior al llamado "Grito de Independencia", realicé una pregunta que siento que nunca debí hacer:
-¿Tú crees que los narcotraficantes y criminales celebren las fiestas patrias? -pregunté-
-Pues quién sabe, tal vez, sean más patrioteros de lo que pensamos -me contestó mi interlocutor-

¿Habrá sido mi deseo por creer en la humanidad y consideración de parte de los criminales hacia personas comunes y corrientes como yo, lo que atrajo espiritualmente esos sucesos deleznables? Máxime que ésta era una fecha especial, comparable en esta tierra a la Navidad o acontecimientos semejantes.

Sé que no es posible que mi cuestionamiento haya provocado que diversos "entes" -ubicados a miles de kilómetros- enmascarados en el anonimato que brindan las aglomeraciones festivas, armados de una infinita maldad, inmundicia é iniciativa propia, tasajearon a gente inocente, sin importarles siquiera, la presencia de mujeres y niños. No tengo palabras para calificar a esas bestias...

¿Como lidiar con la determinación de quienes arrojaron las granadas de fragmentación, pues no les importó saber que había presentes mujeres e infantes? ¿Cómo no pensar en la pena de muerte? ¿Cómo no querer que se les califique de "traidores a la patria", a fin de ejercer la constitución en toda su dimensión y acabar con las vidas de aquellos que se atrevieron a tal porquería? Porque es obvio que a ellos no les molestó, en lo más mínimo, segar la vida de padres, madres e hijos. ¿Por qué se les debe mostrar clemencia o consideración? ¿Por qué? Porque si los trataramos igual ¿Descenderíamos a su nivel? Seguramente, habrá individuos que disientan de mi forma de ver las cosas. No obstante, no considero que "poner la otra mejilla" en este caso vaya a traernos consecuencias deseables.

Y así, todavía hay legisladores que se atreven a rechazar la "pena capital" y contraveniendo todo sentido común, exhiben su poca voluntad política, su inexistente compromiso social al manifestar que la imposición de dicha sentencia en otros países, no ha tenido un impacto positivo en la reducción de la violencia y/o delincuencia. No, posiblemente las estadísticas sean poco alentadoras a este respecto y en nada apoyen el deseo por aplicar dicha sanción. Probablemente lo que se necesita es un sistema educativo, otro de prevención, uno más de seguridad social y demás etcéteras. Pero son los legisladores quienes no otorgan más recursos al sistema educativo, son ellos los que entregan cantidades risibles a los cuerpos de policía para que compren equipo y se capaciten, amén de las cantidades exhorbitantes de dinero que se autodispendian.

Algo sí queda claro, definitivamente los congresistas en México SÍ viven totalmente desconectados de la realidad y de los votantes que los llevaron a ocupar un escaño tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados. No puede ser posible que esos mismos idiotas que propugnaron por la despenalización del aborto en la Ciudad de México para finalizar la existencia de un infante nonato con el único objetivo -paradójicamente hablando- de respetar el derecho de cada mujer a decidir que hacer con su cuerpo, así como con el producto no deseado de una relación sexual, sean esos mismos quienes alzan su voz para defender el derecho a la vida de delincuentes que -precisamente- acaban con los ciudadanos que les pagan sus cuotas, prebendas, sueldos y lujos sinfín. Es demencial que se considere a estas alturas, la implantación de un sistema de perdón, de juicios expeditos y de cuidados especiales para aquellos agresores que resulten detenidos, cuando hay gente que resultó muerta en la calle, mientras otras tantas víctimas siguen padeciendo en hospitales, donde algunas de ellas deberán soportar la amputación de sus brazos o piernas. Y todo porque tuvieron la osadía de asistir a la conmemoración del Inicio de la lucha de Independencia.

Por otro lado, si pensamos en la actual e ineficaz estrategia del gobierno del presidente Calderón contra las redes delincuenciales, es posible pensar en diversos aspectos que rayan en verdaderas "teorías de la conspiración":

1.-El ataque es una agresión directa entre capos de la mafia que buscan desestabilizar la plaza de Morelia, la cual se encuentra supuestamente bajo la sombra del grupo delictivo conocido como "La Familia".
2.-Puede ser un ajuste de cuentas contra el gobierno perredista de la entidad, encabezado por Leonel Godoy, quien mostró su ineptitud para reaccionar al instante durante un escenario caótico como el anterior.
3.-Fue el propio gobierno federal quien perpetró los hechos, a fin de obtener consenso y provocar la aparición de poderes especiales como el "estado de emergencia".
4.-Es el ajuste entre diversas facciones políticas, las cuales buscan sólo los dividendos políticos que una lucha fraticida como ésta engendraría.
5.-AMLO en su locura por obtener notoriedad y la presidencia "de facto" mandó a algunos simpatizantes a arrojar "regalitos" entre la población, al fin y al cabo, Leonel Godoy nunca fue muy de su agrado. Lo cual, según sus planes originaría una verdadera molestia entre toda la población.
6.-Fue la acción conjunta de un grupo de militares que buscan, en el mediano plazo, un golpe de estado, auspiciado por el cabecilla sudamericano Hugo Chávez.
7.-Fue un ataque de represalia, perpetrado por células de las FARC presentes en suelo azteca.
8.-La agresión fue realizada por grupos radicales de derecha, los cuales buscan a toda costa, mantener su cuota de poder. Aventar artefactos explosivos contra la población va muy de acuerdo con sus credos, algunos de las cuales, enmarcan su desprecio por las clases desprotegidas.
9.-Las explosiones son parte de una estrategia aún mayor de la secta de los Illuminati, pues se han dado cuenta -desde siempre- la importancia radical que representa México en el ánimo de las naciones ¿Por qué no empezar sus acciones de dominación mundial sobre esta nación?
Me pregunto si estos escenarios estarán tan alejados de la realidad o simplemente se perderán como un catálogo de alucinaciones…

Algo sí es claro: el tiempo se le acabó a México.
Ya no existe ese cómodo lugar, ese conocido "cajón de sastre" donde todo iba a parar sin mayores consecuencias. Si la mayoría de nosotros pensamos que todavía hay posibilidades de resarcir los delitos sin sentencia, reclasificándolos como "equívocos", los atropellos sin justicia y que podemos darnos a la tarea de olvidarlo todo con un presupuesto de tres pesos, con la venta de favores, con discursos baratos y sin sentido por parte de funcionarios, jueces y mandatarios, estamos ante un error de proporciones épicas. Si políticos piensan que será suficiente con recetar una aspirina para esta continua enfermedad que padecemos, están omitiendo negligentemente. Además, si obtusamente piensan que podrán seguir mermando a los demás sin que les afecte en lo más mínimo, si sus ambiciones pretenden usar este atroz incidente como capital para su propio beneficio, déjenme indicarles que su consabido sentido de intuición no es tal, en realidad, es un absurdo instinto suicida. Si la gente de clase media cree que todavía estamos a tiempo de exigirles a las autoridades -calladamente, sin gritos, ni sombrerazos y sin incomodar a nadie- un plan de acción, un proyecto, una reacción de oficial, a fin de aumentar la seguridad, la educación y la calidad de vida de los mexicanos y después únicamente acomodarse en una butaca para dejarlo pasar todo, me gustaría decirles que están en un error tan inmenso que no sabría por dónde comenzárselos a explicar. Si los pobres de esta azotada nación creen que surgirá un líder carismático de entre la calles, que alguien vendrá rescatarnos de nosotros mismos, quien brindará no solamente perdón, paz, estabilidad, riqueza, estoicismo, clientelismos absurdos, soluciones mágicas e inmediatas a los problemas graves que nos aquejan como sociedad, no hay, ni habrá remedio suficiente, no existirá violencia idiota que justifique la caída de un pueblo.

México ya no está al borde, sin duda, vamos cayendo…

domingo, septiembre 14, 2008

Mexicanos ¿al grito de guerra?

Las cosas que tiene la vida. Durante muchos años me he preguntado dónde radica la mexicanidad, y lo he hecho sin encontrar una respuesta que satisfaga mi anhelo, mi duda. Sé que puede considerarse un sitio común señalar que mi inquietud se reveló en el momento mismo en que puse mis manos sobre el Laberinto de la Soledad de Octavio Paz, su secuela Vuelta a el Laberinto de la Soledad y Posdata. Sin embargo, su lectura me dejó un hueco imposible de llenar. Siempre creí, me imagino que al igual que mucha gente, que la cuestión cultural dominaba todo el panorama y resultaba sino inútil, sí fútil, cuestionarse dónde radicaba la mexicanidad. Ese sentimiento inculcado durante generaciones en el corazón mismo de la Ciudad de México, en sus calles y plazuelas, delegaciones y monumentos históricos. Culto iniciado para construir una identidad, un motivo consensuado, una meta común. No obstante, y rememorando mis experiencias, nunca sentí que cantar el himno o tener "honores a la bandera" me otorgara una conciencia nacionalista. Algo totalmente contrario a lo que pienso en la actualidad. Claro, supongo que es la edad. Descartar lo obvio y la supuesta imposición de conceptos manejados por generaciones anteriores, se debe posiblemente, a una cuestión de inmadurez.

Por otro lado, es bastante curioso que al día de hoy, exista más de una persona (Juan Villoro en el Reforma y Agustín Basave en el Excélsior) que se haga exactamente la misma pregunta, la cual cité al principio de este post, y cuya contestación va hilvanándose con elementos que sólo conjugan un porqué a medias, desvirtuándolo y de esa manera, calificándolo un poco menos que "iletrado", y que a fuerza de pertenecer, se crea a sí mismo como empírico, a priori. Y tal vez es allí dónde radica la mexicanidad: en lo inmediato, en lo breve, en lo espontáneo; pero asimismo, en lo inexacto, inestable, incoherente e inconstante. Probablemente la mística de este concepto sólo vive en el corazón de lo superficial, de lo extraordinario, en aquello que Paz describió como "una explosión de fuegos de artificio" (Paz Octavio, Laberinto de la Soledad, Fondo de Cultura Económica, México, D.F. , 1992. 18p.). Sensación que vive únicamente durante una noche al año para permanecer dormida 364 días, soslayando comicios presidenciales, fraudes electorales, robos, inflaciones, corrupción, huracanes, derrotas en los Juegos Olímpicos, impunidad, marchas, clientelismos, secuestros, pobreza, delincuencia, líderes sindicales/charros y abusos de autoridad.

Gritar el 15 de septiembre no es hacer patria
Muchos connacionales poseen la firme creencia en que comer elote, gritar ¡Viva México!, apretujarse en el Zócalo con la masa durante las festividades que arrancan gritos y vítores en un país que primordialmente permanece católico-guadalupano, que sufre tristezas, gloria y decepciones de su selección de fútbol, que justifica su agresividad-pasividad por las condiciones y calidad de vida, que mienta madres cuando siente impotencia, que vive una crisis monetaria constante, una decadencia continua de sus instituciones, amén de la pervivencia de una corrupción e impunidad infernal-oficial, natural, cotidiana y permisible; creará un nacionalismo innato. Además que gustan pensar que todo está dado para que ello ocurra de manera natural. Tierra hospitalaria, donde las familias más acudaladas del orbe se despojan de sus tapujos y se "reconocen" como mexicanos, donde la mayoría de los ciudadanos abandonan suelo patrio para buscar nuevos y mejores horizontes en naciones extranjeras, sencillamente porque aquí no hay nada para nadie, a menos que uno esté dispuesto a tomarlo "a fuego y sangre" (obviamente de otros), territorio azteca donde el narco-político-empresario que lo consume todo, se abraza de sus hermanos secuestradores, patria donde la vida -de los demás- "no vale nada", pues el objetivo ulterior no es sumar, sino dividir. Ganar a costa de todo y todos, donde no importa si eres iletrado, estrellita oligofrénica de televisa, si eres torpe, nauseabundo, sobornable, naco porque eres nuevo rico ó plácidamente eres un idiota declarado, pues lo único deseable son los beneficios, la fama y notoriedad barata (aunque sea sólo por dar de qué hablar gracias a noticias de telebasura con tendencias amarillas y/o rojas) que brindan los medios de comunicación.

Me pregunto ¿Qué celebramos? ¿Tenemos que hacerlo? ¿A quién le gritamos los vítores y hurras? ¿De verdad somos una nación? ¿De verdad estamos dispuestos a unirnos sin miedo al que dirán los otros, esos mismos que nos aplastan y nos condicionan, incluidos presidente legítimo y espurio, gabinete, partidos políticos, legisladores, funcionarios y burócratas de baja estofa? ¿De verdad queremos sobrevivir como nación o simplemente nos da igual y lo que queremos realmente es que nos dejen vivir en paz, sin participar, sin molestarnos en incluirnos en la vida de todos los demás, solamente por comodidad?

Para comprendernos como país debemos entender a los otros, comprenderlos, apoyarlos é incluirnos, no simplemente ignorarlos, ni ejerciendo nuestra negligencia y omisión en una torpe imitación de tolerancia y civilidad. Discernir a esos "otros", a todos aquellos que construímos, con la mera existencia, este mosaico cultural, étnico, religioso, político y social. Ser mexicano debería ser un resultado de sumas, multiplicaciones, no una sustracción constante y permisiva.

Triste pero cierto
En mi memoria persistirán dos imágenes. Una en forma de metáfora: Existe un árbol lleno de manzanas, si un grupo de gringos está debajo, seguramente alguno de ellos construirá una escalera, instrumento que algún otro patentará, pero que al final se usará para que todos ellos vacíen el árbol. El resultado final es que nadie se quedará sin manzanas. Si sucede que el árbol está rodeado por japoneses, veremos como se reúnen, organizan, forman una pirámide humana, la cual servirá para que todos ellos bajen los frutos, y nadie se quedará con hambre. Al contrario, si es un grupo de mexicanos, el manzano no tendrá nada que temer, pues la idiosincrasia de este pueblo es tal, que todas las manzanas se pudrirán en la copa del árbol, y aunque llegaran a caer al piso, todos morirán de hambre. Ninguno de ellos permitirá que sea "otro" y no él mismo, el que tome algo que considera como propiedad personal. La otra imagen que tengo se centra en un dicho muy difundido en suelo norteamericano: "¿Quieres acabar con el trabajo y avance de un mexicano? Sólo necesitas ponerlo al lado de otro mexicano ".

Necesitamos repensar y reconsiderar nuestro nacionalismo, es imprescindible reconstruirlo, a pesar del desgaste malicioso al que fue y sigue siendo sometido desde hace décadas. No todo puede ser fiesta y jolgorio, agresión y palurdismo, no podemos flotar por allí sin responsabilidades y obligaciones, y será hasta entonces, cuando asumamos con madurez nuestro entorno, nuestra realidad, que podremos convertirnos en lo estamos llamados a convertirnos: el mejor pueblo del mundo.

Creo que la manera óptima durante este año para demostrar nuestra mexicanidad, será construyendo un frente común, un movimiento civil (y no me refiero a AMLO y su FAP) que tenga entre sus planes, acciones conjuntas contra la impunidad, delincuencia, corrupción y abuso por parte de todos aquellos que transgreden y sangran la vida de todos nosotros, los ciudadanos comunes y corrientes, esos mismos que luchamos diariamente por mantener viva esta idea que llamamos México.

Y lo siento pero no hay de otra: ¡Viva México cabrones!

martes, septiembre 09, 2008

¿Es importante el 15 de septiembre?

Existen diversas notas informativas que señalan la intención de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para ocupar el Zócalo de la Ciudad de México, el próximo 15 de septiembre, a fin de conmemorar un aniversario más del llamado "Grito de Independencia".

Creo -desde cierto punto de vista- que la invitación a este evento es bastante válida. Todos tenemos el derecho a celebrar "la Independencia de México" como bien nos parezca. La Sociedad Civil puede gozar la conmemoración de un hecho histórico tan importante como la misma Batalla de Puebla, las tres defensas del puerto de Veracruz contra distintas fuerzas extranjeras (en distintas fechas por supuesto), la Revolución Mexicana, y la expropiación petrolera realizada por el general Lázaro Cárdenas, entre otros.

Sin embargo, es el afán casi secesionista el que incide en la molestia de muchos ciudadanos. México, en general —y dejando de lado fraudes electorales, idioteces, delitos, omisiones y negligencia de funcionarios, legisladores, regidores, gobernadores y presidentes tanto legítimos como espurios—, lo que queremos es sumar, ¡Ya basta de “restas” oligofrénicas y divisiones que apuestan únicamente a ganar mayores prebendas, cuando el país se cae a pedazos! ¡Esa es la verdadera molestia y frustración de la mayoría de los votantes que como un servidor anularon su voto en el 2006!

La “porquería” abunda —cualquiera puede olerla— y está apunto de ahogarnos…
Si AMLO quiere y desea hacer su propia celebración está en su derecho, aunque disiento totalmente de su voluntad; respeto su posición al respecto (¿Dónde estarás Rousseau?). No obstante y contra todo fanatismo, sea azul, tricolor o amarillo, no estamos para tales derroches, lo que se necesita es un capital humano capaz de sumar, de multiplicar para hacer frente a la corrupción e impunidad, hay que fijarse en el fondo, no la forma.

Si al final hay "dos gritos" ¿A quién carajos le importa? Lo verdaderamente central sería, por ejemplo, salir a celebrar sin miedo a ser secuestrado, asaltado o asesinado, pues aparecer en televisión, en los periódicos ó desgañitarse en medio de la plancha capitalina, eso es lo de menos.


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miércoles, septiembre 03, 2008

Interrupción del embarazo

Habrá que reconocerse, desde cierta perspectiva, que la nueva ley del aborto en la ciudad capital de la República Mexicana es un asunto que raya en lo óptimo. Obviamente, todo visto en un ángulo que tiene su base en cuestiones que afectan la salud pública. La ahora conocida como "ley de interrupción del embarazo" es un asunto que fue edificado con la "buena intención" de proteger a la mujeres que por una u otra causa tuvieron que optar por dicho camino.

Sí, es un tema que incluye -definitivamente- la capacidad individual de cada fémina sobre su cuerpo, su vida y sus expectativas a futuro. También, podríamos señalar que el abandono de menores, dato apoyado en estadísticas, muestra una caída significativa. Amén de una dramática reducción en los decesos registrados por la ejecución de una "mala operación". Dichas cifras son contundentes. Además que existe un registro fehaciente (quiero suponer) respecto a la negativa de cierta porción de la población femenina, quienes pidieron informes respecto a cómo terminar con un embarazo "no deseado", para concluir con todo el proceso.

Cabe recalcar que gracias a las campañas en pro de esta opción, se logró afirmar el avance de las mujeres en la sociedad mexicana actual, donde a pesar de los rezagos que persisten en muchas otras esferas de la vida cotidiana, este caso en particular, produce un cierto aroma de victoria entre todos los que apoyaron la iniciativa.
Y reafirmo, sí es una cuestión que presenta una problemática de salud pública, sí existen datos sobre el avance en el respeto de los derechos de mujer, sí se hace patente la voluntad y posición de la población femenina en un país eminentemente machista, sí se redujo drásticamente el abandono de infantes en la Ciudad de México, sí disminuyó notablemente el índice de fallecimiento de mujeres sometidas a una operación de legrado. Sí, incuestionablemente es un logro, visto desde todos esos ángulos.

Sin embargo, no deja de ser un problema social, y por lo tanto, no puede perder su tinte moralista, cuya percepción provocó un álgido debate entre los que se oponían dogmática y vehementemente, y quienes exigían álgidamente su aceptación. Y este es el fondo del asunto.
No debemos dejar de observar que su valoración moral impide a todos, clarificar adecuadamente los elementos a favor y en contra de una situación como la que se vive hoy. No podemos tampoco dejar de considerar que a pesar de su satanización, éste es un recurso valioso a considerarse como parte integral de un sistema de protección a "madres involuntarias". Y sí, utilicé deliberadamente el término "madres involuntarias", porque no es posible considerar al ser humano menos de lo que autoridades, políticos, pseudo-intelectuales, engaña bobos utilitarios con título académico-científico y celebridades "almost famous" se han esforzado tanto en hacernos creer.

Únicamente se puede considerar que un bebé humano es similar a una planta o a un perrito, si nunca en la vida se ha tomado en serio esa fresca porción de vida y se ha colocado en la balanza individual, utilizando la "ética", materia tan agredida y menospreciada por los capitalistas pragmáticos utilitarios y ese dejo vanal de formal-moralidad que exhiben cínicamente los medios de comunicación del presente. Ética, información educativa que solían inculcar en las escuelas de todos los niveles en este país. Esas mismas aulas en las que el gobierno invierte una cantidad mínima y risible de dinero, comparándolo con el monto total que se autoasignan macrofuncionarios neoliberales y legisladores leguleyos con criterio microsocial. No obstante, y para reafirmar lo anterior, es pausible recordar que hasta una planta o un animal son sensibles, y que pueden percibir cuando "algo" o "alguien" representa un peligro para su existencia. Resulta absurdo entonces pensar que un "producto" con 12 semanas de gestación ni siente, ni piensa. Claro, siempre ha sido por todos conocido que cualquier ser vivo lucha por su pervivencia, y no es una cuestión fortuita o azarosa, es un hecho contundente totalmente comprobable.

De esta manera es completamente entendible que no se quiera traer al mundo a nadie solamente a sufrir, ¿Para qué hacerlo, si únicamente se conseguirá que ese futuro o posible humano experimente padecimientos, guerras, opresión, coerción, hambrunas, discriminación y en el mejor de los casos, aislamiento? ¿Para qué? Y esa es una visión transparente y general del porqué no traer niños al planeta tierra. No obstante, es una posición ególatra, tendenciosa y que busca desvincularnos de nuestra responsabilidad como supuestos padres de una criatura. Toda esa parafernalia fue ideada y comercializada para anestesiarnos y ayudarnos a deshacernos de la tribulación que significa reconocer que tenemos una "participación principal" en el embarazo de cualquier persona, seamos hombre y/o mujer.

Nuestra obtusa concepción de un problema en el cual nos hemos metido por diversas situaciones, las cuales abarcan desde la poca pericia, preparación, distracción, calentura, lujuria, deseo, omisión, sumisión e intransigencia -que pueden o no desembocar en un embarazo- nos obliga a pensar en una salida fácil, en un paliativo que nos reste culpabilidad y reduzca nuestra obligación moral, nuestra correspondencia en una actividad que eminentemente está reservada sólo para adultos. Y no tendríamos que negar el placer que provoca el sexo, su razón como diversión pura y barata, en la cual sólo es suficiente el acercamiento íntimo entre dos personas o más ¿Por qué entonces restringir su acceso a los jóvenes? ¿Cómo impedir que adolescentes cometan un error del que probablemente se arrepientan por el resto de sus días? ¿Cómo acabar con la negligencia recurrente en las personas adultas? No hay otra forma: solamente a través de la educación. Las relaciones sexuales son un asunto serio, a pesar de la frivolidad con que en ocasiones se les trata. Y tampoco su práctica es un tema que deba considerarse pecado como algunos intentan inculcar entre la gente. Y no deben malentederse las siguientes palabras: verdaderamente su goce debería estar ser reservado únicamente para adultos responsables, aquellos que puedan responder al riesgo que supone el contagio de una enfermedad venérea o ante el probable advenimiento de un bebé.

Hay que dejar de lado los lamentables y excepciones casos a la regla que suponen la violación contra una mujer. La mayoría de las personas que acuden a un centro de salud para resolver "sus dudas" y/o "su problema" lo hacen no porque hayan sufrido una vejación, sino como un método anticonceptivo, y aquí es donde se hace deplorable su uso. Sí estoy de acuerdo que cada quien haga su vida, también que se respete su cuerpo, su autonomía, su voluntad, pero sí aquí incluimos la premisa descartada por quienes no aprueban el aborto, en realidad, se está afectando la existencia y derechos de una tercera persona, la cual ni por asomo pertenece a la anatomía de la mujer, no es ni un hígado, ni un brazo, tampoco es un tumor, ni un apéndice.

Sí, es una ley diseñada para defender los derechos y cuerpo de la mujer, no obstante, ¿Dónde quedan aquellos que debieran proteger a los menores de edad viviendo todavía en el útero de la madre? Sí, esta reglamentación es una excelente herramienta, pero ¿Por qué usarla para dañar a un tercero que, en primera instancia, no debiera ser afectado? ¿No debió mediar antes la conciencia de quienes lo hicieron? ¿No debieron ponerse a pensar antes de actuar bajo los efectos de una calentura? ¿No debieron preveer las consecuencias de sus actos? Por eso, tener relaciones sexuales con otros seres humanos debería ser exclusivo de personas responsables, concientes, pues es un goce, no un juego.

Así, deberíamos dejar en letra muerta esta nueva legislación, pero no de forma imbécil, pretenciosa y dogmática, sino a través de la educación en escuelas y centros de trabajo, dejando que persista adecuadamente esta disposición judicial como red de seguridad, pero provocando su deuso, no por negligencia, sino porque ya no sería necesaria su ejecución.

Y citando a mi madre diré: "Todos aquellos que se proclaman a favor del aborto es porque ya nacieron", no hay nada más simple que eso.



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lunes, agosto 25, 2008

¡Vaya propuesta!

Desde hace unas semanas, el actual gobernante del Distrito Federal (D.F.), Marcelo Ebrard, ha tratado de impulsar una iniciativa que intenta frenar el rampante e ilícito negocio del secuestro en la Ciudad de México. Esquema que él desearía, se pudiera implantar en todo el país. Sin embargo, y a pesar de los pseudo-intelectuales y supuestos profesionistas que le rodean para asesorarle a crear inteligentes proyectos como éste, la propuesta es verdaderamente demencial.

Según este proyecto, todos aquellos ciudadanos y residentes en territorio nacional que sufran el secuestro de un familiar, conocido o amigo, no podrán pagar rescate, pues se convertirían de facto, en acreedores directos a diversos tipos de sanción, que van desde multas administrativas, hasta una forzada visita a alguna institución penal. Asimismo, aquellos individuos que se enteren de un caso de rapto y no lo comuniquen “oportunamente” a las autoridades “competentes”, sufrirán el mismo destino.


Lo mejor en este asunto, sería que el primer mandatario del D.F. dejara de "hablar tanta paja", y se dedicara en cuerpo y alma a ejecer, plena y pragmáticamente, el cargo que tantos mexicanos le sobre-pagan (por sus míseros resultados), tanto en especie como en efectivo.


Sabemos de antemano que las corporaciones policíacas, encargadas de enfrentar a la delincuencia, están plagadas de dinero del narco. Y cómo no habrían de estarlo, si así nacieron. Los grandes jefes partidistas y sindicales, políticos, magistrados o directores de departamentos judiciales de antaño, siempre fueron señalados por testigos como los verdaderos capos del narcotráfico en México ¿Cuántos de nosotros no hemos sabido únicamente “de oídas” que personas como “el profesor” Hank González ó “El negro” Durazo eran señaladas como presuntos “jefes de familia”? Y si no ejercían como tales, seguro sí protegían los intereses de los implicados. El silencio era la única ley vigente en ese obscuro y violento mundo de complicidades.

Desgraciadamente para “la tranquilidad social”, actualmente eso pareciera haber caído en el desuso, pues ahora es todo lo contrario.


Entre más ruido se haga, pareciera que se goza de mayor notoriedad, poder e importancia. Únicamente de esa forma se explica cómo individuos de las altas esferas vivan cínicamente de “sus rentas”, conviertidos en afamadas personalidades “en el mundo de la farándula”. Cabecillas irredentos de bandas delictivas que asolan al país. Gobernadores en estados fronterizos, policías federales, judiciales, jueces, ministerios públicos, procuradores de justicia, y una larga cadena de etcéteras, se extiende por la nación.


Los tiempos en que el estado gobernaba toda extensión criminal en territorio mexicano, llegaron a su fin y el vacío que dejó la ausencia de esos antiguos mafiosos, suscitó las condiciones exactas que sobrevinieron y que sufrimos ahora, donde el caos que impera hoy día en las instituciones gubernamentales, permea a toda la sociedad. Clara evidencia de corrupción e impunidad que ha devenido en cáncer, el cual mina todas las expectativas de vida, estabilidad, paz y combate efectivo de la federación contra el crimen, pues éste sí se encuentra totalmente organizado.


Pareciera que los únicos que podemos pagar por las omisiones, negligencias, perversiones, evasiones fiscales, impunidad, clientelismo, corrupción y diatribas gubernamentales, somos los ciudadanos, esa golpeada Srita. Sociedad Civil, esa misma cansada de atropellos torpes, promesas impolutas y nunca cumplidas y "más de lo mismo", la cual ve reflejado su cansancio en los interminables discursos de las autoridades en turno. De ahí, que la propuesta del Gobierno del Distrito Federal (GDF), sea solamente una rapaz manera de adquirir notoriedad, en un momento crucial para los residentes en México, sean extranjeros o nacionales.


¿Por qué gravar más a la sociedad en su conjunto? ¿Por qué impulsar una iniciativa que a todas luces sólo se cumplirá para aquellos que menos tienen? Cosa común en suelo azteca. La impunidad con la cual se acepta la corrupción, es la que en realidad resta toda fuerza a los llamados de la gente para que se acabe con la delincuencia.


¿Por qué ese torpe afán de condenar a los ciudadanos si pagan un rescate? ¿Por qué sentenciarlos a prisión si no denuncian por miedo a los secuestradores? ¿Acaso las fuerzas del orden cumplen al condenar a criminales? Sí, esos mismos que salen libres bajo cualquier pretexto, y quienes dejan tras de si, procesos donde fueron absueltos de penas judiciales por falta de evidencia y testigos en su contra, pero que regresan con el firme propósito de victimar a aquellos que tuvieron el valor de denunciarlos.


¿Cómo denunciar, cuando se sabe de antemano que muchos de los policías en activo son parte de las redes criminales? ¿No le pasó así al niño Martí? ¿Cómo entender la propuesta de un ejecutivo local como Marcelo Ebrard para supuestamente "cerrar la llave" del dinero a secuestradores, justificando sus golpes contra la sociedad, arguyendo que así se verá que los ciudadanos deberán denunciar y no pagar nunca más a criminales? ¿No sería un asunto de sentido común, que en vez de aplicarle "mano dura" a los ciudadanos, se aplicara justamente esa misma ley, conforme al estado de derecho (y de la que tanto se jactan los funcionarios mexicanos) contra criminales de todo tipo, desde los secuestradores y narcos, hasta delincuentes de cuello blanco, funcionarios corruptos y policías criminales? Igual y al hacer esa supuesta “limpia”, todas las oficinas de gobierno quedan vacías.


Por otro lado, ¿Ustedes creen que los delincuentes se van a detener a pensar que si secuestran a alguien, la familia, conocidos o amigos del plagiado en cuestión, serán encarcelados y sentenciados por apresurarse a entregarles dinero? ¿Ustedes creen que esta medida impedirá que crudos malhechores detengan sus acciones de seguir extorsionando a las personas que capturan para que los demás integrantes del núcleo familiar del rehén no sean sancionados por las autoridades correspondientes? ¿Acaso no suena estúpido? La verdad no sé si reir o llorar…


Esto lo único que acarreará, será un menor índice de denuncias públicas. De ahí en fuera, y gracias a tales cifras, las autoridades se pavonearán diciendo que ha bajado el indicador delictivo. De verdad, hay que ser, no palurdo, sino verdaderamente un ente alienado, venido más allá de Kriptón, desvinculado de la sociedad a la cual aparentemente gobierna, para aventarse a soltar tales idioteces. No es posible que los constructores de inciativas como ésta, se solacen en su porquería, pretendiendo esgrimir una solución mágica a un problema tan complejo. Se necesitan verdaderas razones, “acciones” y propuestas, no verborrea taradúpida, disfrazada de una supuesta reflexión pensante.


Si Marcelo Ebrad verdaderamente busca acabar con la delincuencia ó con la impunidad, en la metrópoli más grande del mundo, debería terminar con las redes de clientelismo que apoyan la proliferación de comerciantes ambulantes tanto en las calles, como en el sistema de transporte colectivo, mejor conocido como Metro. Pero ahí sí, nadie comenta nada ¿verdad? O ¿Qué pasa con los casos probados de corrupción y soborno entre autoridades locales? ¿Por qué no se les condena, encarcela é impide tomar posesión de cargos públicos de forma indefinida? ¿Y qué sucede con los mandos policiales que tienen que salir de las corporaciones judiciales por probárseles malos manejos o conductas indebidas? ¿Por qué sobre ese aspecto nadie de su gobierno dice nada?


Disculparán ustedes este post, pero la verdad, la oligofrenia extrema del Estado mexicano, es una de las cosas que más me molestan en el mundo, máxime en los casos en los cuales los que proponen burradas como la citada anteriormente, sólo buscan ganar importancia en los medios de comunicación, en pos de una carrera electoral presidencial, aún sin definir.