miércoles, octubre 26, 2005

Votar por el menos malo

Siempre he pensado que regalar mi voto a los políticos de este país, causa mayores problemas que haber votado por alguien de quién sabía de antemano que no ganaría. Es decir, uno no puede dejar de votar, pues los actores de los principales partidos de este país, sólo usarían el registro de cada uno de nosostros inscritos en el IFE para ganar las próximas elecciones del 2006. Sí, igualito a como lo utilizó el mega-multi-citado pelón inombrajble. Él, en su momento resucitó hasta a los muertos, a aquellos que dejaron de estar entre nosostros y que ahora tienen su residencia en el Valle de Chalco, aquel lugar donde hizo su mejor campaña entre los necesitados, y a quienes olvidó hasta hace poco, cuando en su debraye mental decidió visitar. Yo en los zapoatos de ellos, antes que recibirlo con los brazos abiertos lo habría recibido a rocazos. Pero no, la gente de este país siempre me sorprende. No sé si se deba a su alto nivel de perdón o de olvido, en fin, alaguien que sepa de verdad que me saque de dudas. Por otro lado, NO debería ser una opción votar por el menos malo. NO deberíamos tener siempre presente la idea de: ¿Cuál de ellos es el menos pior? ¿Cuál es menos ratero? ¿Cuál de ellos se compadecerá de nosostros y nos lanzará un lazo para evitar que nos ahoguemos? Deberíamos tener un candidato lo suficientemente comprometido con la población para llevar a cabo esas tareas desagradables para el resto del espectro partidista de esta nación, pues la gran mayoría de ellos anteponen los intereses económicos y clientelares a las necesidades más apremiantes de la población. Un candidato de esos sólo podría salir de la misma gente, del pueblo.
A pesar de todo lo escrito arriba diré algunas cosas:
1.-Aún cuando voté por un cambio en el año 2000, y no veo nada de lo prometido -cosa estúpida creer que Fox cumpliría- creo que la situación económica, tan denostada por la prensa a favor del PRI -seamos sínceros- no es tan mala como cuando se avecinaba el cambio sexenal en administraciones pasadas -sólo recordemos la salida del salinismo y el "error de diciembre"-.
2.-El PRI -Dios Mío- jamás sera la solución a los problemas de la nación, nunca en sus años al frente del gobierno, ni como promesa no cumplida de la Reolución Mexicana, ha sido aliado, ni paliativo del pueblo.
3.-El PRD es la misma gata pero revolcada, es decir, "hijo de tigre pintito", es como si le dijeran a Salinas o Hank Rohn que no pueden gobernar, ni involucrarse en la política del país. En un principio, antes de la inclusión del Ingeniebro Cárdenas, era una agrupación conformada por gente del pueblo, pero a medida que se adentraron en el juego, el partido perdió su esencia hasta devenir en la porquería que es hoy día.
4.-Las candidaturas externas de personas como Demetrio Sodi de la Tijera y Jorge Castañeda, no ayudarán mucho a mejorar la situación actual respecto a los partidos políticos. Tampoco ayudarán agrupaciones formadas por intelectuales como José Luis Cuevas.
5.-Solamente ayudaría la conformación de una agrupación política nacida de la gente, algo multitudinario algo así como Las marchas contra la inseguridad en México y para apoyar a AMLO.
Lo malo: ¿Quién podría asegurarnos que es real, honesto y concreto este nacimiento partidista?
Ahora, todo esto junto, es decir todos los opuestos de la realidad que nos circunda, únicamente dejan un vacío en la decisión de la gente respecto a favor de quién votar para ejercer su falsa -y publicitada por el IFE- concepción de la democracia. Porque déjenme decirles que votar no es igual a democracia, sólo es una herramienta de la antes citada.
P.D.
Auxilio, Socorro.
Eso sólo dejaría una opción viable: Chespirito para presidente.
P.D.2.
A pesar de todo sigo creyendo que llegaremos a extrañar a Fox y su gabinetazo




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