Pura desconfianza
Después los analistas, comunicólogos y especialistas en política, entre otras varias disciplinas, se preguntan el porqué de la apatía, desconfianza, indiferencia y poca asistencia a las urnas durante las diferentes elecciones, y que muestra la inmensa mayoría de la población en México.
¿Otra vez deberemos enfrentar la omisión de los partidos políticos? ¿Su cinismo descarnado? ¿Su obvia indiferencia ante los temas delicados que comprende el interés de la gente? ¿De sus necesidades básicas? ¿No fue este una tema angular en las pasados comicios presidenciales? ¿No por eso se registró únicamente un 40%, en términos reales, de asistencia de los electores a las urnas?
En realidad, ninguna de las 3 agrupaciones partidistas con una notoria presencia a nivel nacional, puede sostener que su asociación detenta una mayoría, y que la población apoya sus propuestas o su forma de hacer política. No pueden expresar, de manera pomposa que tienen un cheque en blanco y que TODOS los mexicanos los apoyan.
Edomex
Visto desde esa perspectiva, las elecciones del Estado de México, sí constituyeron de manera efectiva un laboratorio, pues los 3 partidos más importantes, sólo representan, cuando mucho al 40% del electorado. Es decir, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ganó la gobernatura, únicamente representa al 15% de la población, el PRD al 11%, y el PAN al 13%. Se supone que en el Estado de México alrededor de 9, 321, 381 habitantes están registrados en el padrón del Instituto Federal Electoral (IFE). De esos sólo 3, 728, 552 emitieron su sufragio en los comicios estatales. Si tenemos en cuenta los porcentajes anteriores, podremos inducir que el PRI, agrupación que obtuvo la mayoría de ese 40%, únicamente obtuvo la aprobación de 559, 283 personas; el PRD se quedó con 410, 141 votos, y el PAN 484, 712 boletas, además que alrededor de 37, 286 sufragaron por otras opciones. ¡Aproximadamente 5, 592, 829 ciudadanos se quedaron sin representación! (haya sido por decisión propia o simplemente por resignación) y deben acatar lo que las minorías azul, amarilla y tricolor, determinen en las dos cámaras legislativas de esa entidad. ¿No se supone que vivimos en una democracia y que las decisiones que se toman atienden a la voluntad de las mayorías?
Presidenciales
El asunto no mejora en el espectro nacional, y respecto a las elecciones presidenciales. De aproximadamente 100 millones de mexicanos, solamente 72, 529, 735 mexicanos, están registrados en el padrón. De esa población (y según el IFE) el 58.90%, lo cual representa a 42, 720, 014 ciudadanos votaron durante las elecciones presidenciales de 2006. En las mismas, el PAN obtuvo de ese porcentaje, la voluntad de 15, 541, 541 electores (36.38%), el PRD 15, 097, 253 (35.34%), -estamos hablando de una diferencia mínima de 444, 288, entre el primero y segundo lugares-, el PRI ganó la confianza de 9, 214, 707 (21.57%) de despistados (o voto duro, asegún se aperciba). Eso sin contar las boletas de aquellos ciudadanos que decidieron sufragar por alguien más, y me refiero a Patricia Mercado, Roberto Campa y al señor similar a un humano (4.52%).
Conclusión
Es decir, de un espectro de población que rebasa los cien millones de mexicanos, cualquiera de ellos representa marginalmente al pueblo. Ninguno de los antes citados -para un servidor serían indiciados- puede señalar que LOS MEXICANOS los apoyan en TODAS sus determinaciones y que actuarán en bien de la inmensa mayoría que votó por ellos, en caso de hacerlo -que lo han hecho- estarían llenando su maldito buche de puro aire caliente, estulticia y mentira.
De hecho, tomando en cuenta todo lo anterior, podemos decir que estamos en un hoyo. Más claro: sobre-representados. Tenemos más diputados y senadores de los que en realidad necesitamos - a parte que es lindo ver como pierden su tiempo entre comidas, viajes, viejas y golpizas ¡Quién fuera diputado-, refiriéndome en particular a aquellos que ni siquiera fueron elegidos mediante un sufragio directo, sino como producto de la designación -imposición-, por la vía conocida como escaños plurinominales.
Los excesos son desmedidos, pero los agraciados -y presionados por las fiestas de fin de año- por fin aprobaron una serie de mociones, incluido el recorte de 80 millones a su presupuesto, el cual ronda por los 3, 000 millones de pesos. ¡Qué valentía! ¡Qué voluntad! ¡Qué honestidad! ¡Qué ganas de que México avance! ¡Sí, pero hacia un barranco!
Me pareció pertinente la retransmisión de este post: De puras oídas, y el cual está relacionado directamente con esta nota:
Protegen diputados dinero para partidos
Diputados federales establecieron en un decreto aprobado el 23 de diciembre que el Instituto Federal Electoral (IFE) debe asumir 100% de la reducción de 720 millones de pesos en su presupuesto para 2007, sin afectar los recursos que se destinen a partidos políticos.
(nota completa) Vía: El Universal
Después los analistas, comunicólogos y especialistas en política, entre otras varias disciplinas, se preguntan el porqué de la apatía, desconfianza, indiferencia y poca asistencia a las urnas durante las diferentes elecciones, y que muestra la inmensa mayoría de la población en México.
¿Otra vez deberemos enfrentar la omisión de los partidos políticos? ¿Su cinismo descarnado? ¿Su obvia indiferencia ante los temas delicados que comprende el interés de la gente? ¿De sus necesidades básicas? ¿No fue este una tema angular en las pasados comicios presidenciales? ¿No por eso se registró únicamente un 40%, en términos reales, de asistencia de los electores a las urnas?
En realidad, ninguna de las 3 agrupaciones partidistas con una notoria presencia a nivel nacional, puede sostener que su asociación detenta una mayoría, y que la población apoya sus propuestas o su forma de hacer política. No pueden expresar, de manera pomposa que tienen un cheque en blanco y que TODOS los mexicanos los apoyan.
Edomex
Visto desde esa perspectiva, las elecciones del Estado de México, sí constituyeron de manera efectiva un laboratorio, pues los 3 partidos más importantes, sólo representan, cuando mucho al 40% del electorado. Es decir, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ganó la gobernatura, únicamente representa al 15% de la población, el PRD al 11%, y el PAN al 13%. Se supone que en el Estado de México alrededor de 9, 321, 381 habitantes están registrados en el padrón del Instituto Federal Electoral (IFE). De esos sólo 3, 728, 552 emitieron su sufragio en los comicios estatales. Si tenemos en cuenta los porcentajes anteriores, podremos inducir que el PRI, agrupación que obtuvo la mayoría de ese 40%, únicamente obtuvo la aprobación de 559, 283 personas; el PRD se quedó con 410, 141 votos, y el PAN 484, 712 boletas, además que alrededor de 37, 286 sufragaron por otras opciones. ¡Aproximadamente 5, 592, 829 ciudadanos se quedaron sin representación! (haya sido por decisión propia o simplemente por resignación) y deben acatar lo que las minorías azul, amarilla y tricolor, determinen en las dos cámaras legislativas de esa entidad. ¿No se supone que vivimos en una democracia y que las decisiones que se toman atienden a la voluntad de las mayorías?
Presidenciales
El asunto no mejora en el espectro nacional, y respecto a las elecciones presidenciales. De aproximadamente 100 millones de mexicanos, solamente 72, 529, 735 mexicanos, están registrados en el padrón. De esa población (y según el IFE) el 58.90%, lo cual representa a 42, 720, 014 ciudadanos votaron durante las elecciones presidenciales de 2006. En las mismas, el PAN obtuvo de ese porcentaje, la voluntad de 15, 541, 541 electores (36.38%), el PRD 15, 097, 253 (35.34%), -estamos hablando de una diferencia mínima de 444, 288, entre el primero y segundo lugares-, el PRI ganó la confianza de 9, 214, 707 (21.57%) de despistados (o voto duro, asegún se aperciba). Eso sin contar las boletas de aquellos ciudadanos que decidieron sufragar por alguien más, y me refiero a Patricia Mercado, Roberto Campa y al señor similar a un humano (4.52%).
Conclusión
Es decir, de un espectro de población que rebasa los cien millones de mexicanos, cualquiera de ellos representa marginalmente al pueblo. Ninguno de los antes citados -para un servidor serían indiciados- puede señalar que LOS MEXICANOS los apoyan en TODAS sus determinaciones y que actuarán en bien de la inmensa mayoría que votó por ellos, en caso de hacerlo -que lo han hecho- estarían llenando su maldito buche de puro aire caliente, estulticia y mentira.
De hecho, tomando en cuenta todo lo anterior, podemos decir que estamos en un hoyo. Más claro: sobre-representados. Tenemos más diputados y senadores de los que en realidad necesitamos - a parte que es lindo ver como pierden su tiempo entre comidas, viajes, viejas y golpizas ¡Quién fuera diputado-, refiriéndome en particular a aquellos que ni siquiera fueron elegidos mediante un sufragio directo, sino como producto de la designación -imposición-, por la vía conocida como escaños plurinominales.
Los excesos son desmedidos, pero los agraciados -y presionados por las fiestas de fin de año- por fin aprobaron una serie de mociones, incluido el recorte de 80 millones a su presupuesto, el cual ronda por los 3, 000 millones de pesos. ¡Qué valentía! ¡Qué voluntad! ¡Qué honestidad! ¡Qué ganas de que México avance! ¡Sí, pero hacia un barranco!
Me pareció pertinente la retransmisión de este post: De puras oídas, y el cual está relacionado directamente con esta nota:
Protegen diputados dinero para partidos
Diputados federales establecieron en un decreto aprobado el 23 de diciembre que el Instituto Federal Electoral (IFE) debe asumir 100% de la reducción de 720 millones de pesos en su presupuesto para 2007, sin afectar los recursos que se destinen a partidos políticos.
(nota completa) Vía: El Universal
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