Desde una cañada del sur

Salí en mi automóvil a las 9 de la noche ayer. Me estaba permitiendo una paseadita nocturna lejos de la Internet y la tele mexicana de quinta. Tomé el Periférico Sur con rumbo a la glorieta de Vaqueritos...pensé: Ahí me doy la vuelta y paso por unas cheves pa irme de vuelta a mi departamento. Sin embargo, en la salida me seguí derecho hacia Xochimilco, dije: Qué más da...un ratito más de manejo. Me seguí derecho por casi 20 minutos, el perifas había quedado atrás y no vi una sóla tienda abierta...Crucé las vías del tren de Nativitas, y algo me hizo seguirme de frente...pasé los embarcaderos, la desviación al centro de Xochimilco y el Deportivo de una refresquera...Santa Cecilia a la derecha, decía un letrero...a la derecha me fui...
Una carretera muy pequeña se presentó ante mis ojos; 15 minuto después era más bien una vereda; 10 minutos después estaba frente a la torre de la iglesia de Santa Cecilia, en la calle un grupo de hombres echando chela en lata. Lo demás oscuro y muy solo. Como no me gustó el destino que había alcanzado seguí por la calle central del "pueblito", y alcancé una nueva carretera vacía. 20 minutos después la carretera ya era empedrado, terracería, campo, milpa, monte y al final cañada ríspida. A mis lados dos montes y en el centro de ambos una visión de la ciudad de México que nunca había visto...muy diferente a lo que se ve desde Ajusco, Santa Fe o la carretera de Cuernavaca...

Una ciudad triangular muy distante, flotando entre las mazorcas, sobrevolada por grillos y polillas gigantes...