Hace algún tiempo, en algún parte de la mancha... urbana del cual desearía no acordarme, dije que los actores políticos del actual espectro nacional no debían dar por muerta a la profesora Elba Esther Gordillo, quien cometió el tremendo error de confiar en las aptitudes del actual líder del PRI y quien definitivamente le propinó una chinga o como reza su apellido: Madrazo Pintado. Ahora la metida de pata fue de Robertito, pues había creído que la Gordillo estaba acabada. De hecho trató de pegarle cuando estaba tirada en el suelo, pero ella sólo espero su oportunidad. Acechó agazapada, pues sabía que tendría una oportunidad de desquitar lo perdido, que en la política como en la vida todo es un bonito boomerang. Ahora, los enemigos de Madrazo se agrupan para hacerle frente y Elba será una pieza clave.
domingo, agosto 14, 2005
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