viernes, enero 14, 2005

Las personas cultas nos invaden

Hace poco, escuché durante el programa Ventaneando a esa "increíble" periodista del mundo de la farándula Mónica Garza. Experimentada filósofa y comunicadora que ideó nombres tan sofisticados como "Historias engarzadas" -¡guau! ¿Qué creatividad, no?-, se regodeó en su porquería junto a la eminencia todóloga del economista Pedro Solá, autoproclamándose como "persona culta".
Cito, y no textualmente:
¿Que pasó? ¡Las personas cultas vamos a desaparecer! (fin de la desafortunada cita)
Es obvia mi contrariedad ¡La "tipa" en cuestión sabe a duras penas como se llama y se atreve a calificarse como "persona culta"! !Me causa tal ruido su comentario que los sinónimos que se me ocurren en su contra se me atrofian en las manos.
Como decía mi madre: "Dime de que te jactas y te diré de qué careces"
Mamá cuanta razón tenías.
Cuando transmitieron por canal 2 de Televisa una mesa redonda para discutir los pormenores del multicitado -y por demás malo- "Código Da Vinci", el conductor de esa emisión, Joaquín López Dóriga, se dirigió a uno de los invitados diciéndole: -Maestro, usted que es una persona culta ¿Podría expresarnos su punto de vista a este respecto? -el interpelado se volteó y respondió: ¿Persona culta? No, yo no diría eso. Sé un poco de muchas cosas. Eso es todo. Y desde mi particular punto de vista, creo que este es el texto de las grandes promesas incumplidas.
¿El interpelado? Ernesto de la Peña.


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