martes, diciembre 20, 2005

Y luego hay que votar por el menos malo

Nunca cuestionaré el derecho de una persona que se siente calumniada a demandar a una periodista. Todos los y las profesionales estamos sujetas a ello
Esta tarde, el Grupo de Trabajo de Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación y la Comisión Especial de Seguimiento a los Feminicidios de la Cámara de Diputados dieron a conocer un desplegado en torno a la detención de la periodista Lydia Cacho, en el cual manifiestan su repudio a esta acción arbitraria.
Es necesario discutir en términos legislativos tanto la libertad de expresión como los delitos de prensa, toda vez que pueden utilizarse para inhibir otros asuntos de relevancia "como en el caso de Lydia Cacho,
La periodista, escritora y activista Lydia Cacho, autora del libro de denuncia “Los Demonios del Edén: el poder detrás de la pornografía”, fue secuestrada por agentes judiciales del Estado de Puebla en Cancún, Quintana Roo, el día de hoy a las 13:00 horas, acusada de difamación por Camil Nacif, un empresario textilero señalado por sus relaciones con el pederasta Succar Kuri.
A marchas forzadas, un bufete de penalistas de la editorial Random House Mondadori – que publicó el libro Los demonios del edén; el poder detrás de la pornografía—y la abogada Araceli Andrade, representante legal de la autora, Lydia Cacho, definen la estrategia de defensa de la periodista, contra la demanda de difamación interpuesta por el industrial Kamel Nacif, ya que su nombre aparece citado en varios testimonios como uno de los protectores del pederasta Succar Kuri, actualmente preso y sujeto a un proceso de extradición en Arizona.
La escritora Lydia Cacho Ribeiro denunció haber sido víctima de un arresto "fabricado", con base en un supuesto desacato a citatorios de un juez que nunca le llegaron y que se violaron sus garantías constitucionales en el operativo para detenerla en Cancún y trasladarla por carretera hasta la ciudad de Puebla.
Compañeras, compañeros y amigas:
Hoy es lunes 19 de enero. Acabamos de revisar el expediente completo donde se me acusa de difamación. La situación es muy grave; me explico

Una vez más
En fechas recientes hemos visto que el frente común conformado -en su inmensa mayoría- por los políticos a la vieja usanza, incluidos aunque les duela Vicente Fotz y su ezpoza Madta Zahagún, Felipillo Calderón, Andrés Manuel López Obrador, Roberto Madrazo y todo su séquito de colaboradores, familiares, compinches y amigos, continúan su campaña contra agrupaciones o individuos empeñados en alzar la voz contra los abusos de poder de los que hacen gala cada vez que pueden.
En realidad a eso me refería cuando dije que todos los políticos en este país: "son pan con lo mismo". No es distintivo de una agrupación partidaria u organismo gubernamental, pues la corrupción que corroe sus entrañas. Tampoco sería la primera vez que atropellan los derechos y humanidad de personas por el simple hecho de que pueden darse el lujo de hacerlo. Hay múltiples casos, ojalá fuese uno solo y aislado, ojalá fueran sólo incidentes singulares ¡Pero son tantos! ¿Tal vez miles! ¿Y uno como ciudadano común cómo va a saber quién es quién allá afuera? Sí, debe haber políticos honestos y puros de corazón con intenciones nobles (que obviamente son los menos), pero eso es como hablar de una bonita utopía o buscar una aguja en un pajar. Los casos registrados o comentados son demasiados como para hablar de una coincidencia. Muchas son las fallas que conforman nuestra realidad cotidiana, pero seguir permitiendo que autoridades, funcionarios, intereses privados y criminales sigan con las mismas porquerías de siempre es responsabilidad de todos.
¿Hasta cuándo seguiremos pemitiendo estos abusos? ¿Hasta cuándo se nos dará la gana de hacer algo y despertar de una buena vez?





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