domingo, enero 08, 2006

El círculo perverso del ambulantaje

El problema del ambulantaje es increíblemente complejo, y desgraciadamente lo único que necesita es voluntad política. Pero ¿Esa determinación puede pedírsele o esperarse de un gobierno perredista como el actual?
Creo que no, digo baste como ejemplo la amolada que le puso al gremio de los taxista al permitir y alentar a organizaciones como Los Panteras, quienes pueden hacer uso de sus unidades vehiculares sin el permiso legal completo y en regla. Tristemente el único final del ambulantaje no será la decisión de un gobierno con "calzones" o con ganas de gobernar para todos, sino la sobre-saturación de este tipo de comercio en la grandes urbes de este defenestrado país. Digo, no podemos esperar que la gente actúe de otra manera, si eso es precisamente lo que les da de comer. Así seguirán las cosas, hasta que esa forma de supervivencia acabe por no servir en lo absoluto. Recordemos que antes de eso, el gran negocio era comprar varias unidades o camionetas de transporte y convertirlas en "peseros". Ahora pregúntenles a los conductores de los microbuses, si esa es una buena forma de conseguir la "chuleta".





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