jueves, agosto 18, 2005

¡¡BOOOM!!

Hoy tuve un día de lo peor. Para empezar me desperté 15 minutos tarde para ir al trabajo, el boiler del baño se hizo wey y no quería calentar el agua para meterme a bañar y ni modo, me tuve que dar el duchazo con agua fría a las 3:20 de la madrugada, luego al salir del baño a las carreras, me tropecé con un mueble y le di en la madre al dedo chiquito de mi pie izquierdo (todavía me duele). Llegué corriendo a la oficina a las 4:10 a.m. e inmediatamente me puse a hacer mi trabajo a sabiendas de que hoy tendría otra carrera contra reloj como la tuve ayer para entregar lo que me pide la empresa. Ya empezamos mal, la persona que me echa la mano a traducir las notas en francés no llegó a la oficina... nada nuevo en él, así que tuve que meter tercera velocidad para lograr sacar mis notas correspondientes y las del otro tipo a las 5:00 a.m... todo iba bien... hasta que de repente apareció una nueva orden de la dirección: "carga por favor las notas de estos diarios de Arizona", uhhh que la chingada, ¡ni modo, a darle!. Iba con buen tiempo, de verdad que sí, pero no contaba con que nuestro sistema y la base de datos que usamos en la oficina se iban a derrumbar por completo, practicamente se murieron los weyes y ni quien pudiera sacarlos del hoyo. ¡Maldita sea!, hoy que necesitaba que nuestro sistema trabajara a la perfección. Después de mover mi trabajo al siempre útil procesador de textos, Word, para seguir con la chamba mientras resucitaban el sistema, varias páginas de internet que necesito ver para trabajar empezaron a actualizar sus contenidos y a veces era imposible desplegarlas...¡¡carajo!!. Luego se vino la presión de mi jefa, que no la culpo pues a ella también la joden todo el día, pero como sea se siente gacho que le toque a uno. Para acabarla de joder, yo estaba desvelado por haber visto el partido de la selección mexicana y tenía hambre a lo loco. En fin, después de sudar a causa del stress y de rezar por que el día laboral terminara lo más pronto posible, logré salir de la oficina una hora más tarde de lo que acostumbro. Desde que salí de la oficina todo estuvo bien hasta hace 2 horas cuando me encontraba escribiendo este post y se fue la pinche luz. Aparte, no he podido comunicarme por teléfono con mi novia en todo el día, parece que olvidó el celular en algún lugar donde no puede volver para recuperarlo, perfecto para rematar un día que estuvo del nabo.
En resumen, este es uno de esos días en que desearía que explotara una bomba nuclear y nos cargara la chingada a todos de una vez. ¡Adiós!.

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