La muerte del Papa Juan Pablo II sin duda significará el fin de una era. Para aquellos que no lo recuerden Karol Wojtyla fue elegido de igual manera, en condiciones parecidas. Será un acontecimiento triste, aún cuando no se profese la religión católica. Visto ahora en retrospectiva, él vivió la Segunda Guerra Mundial y convirtió una institución cerrada por siglos en un ente un poco más abierto. Su deceso representará el inicio de una época obscura para muchas asociaciones religiosas, las cuales se habían acercado a la Iglesia Católica Apóstolica y Romana. Las pugnas internas de poder entre italianos y alemanes decidirán el futuro de millones. La periferia constituida por África, América Latina y Asia, quedará relegada, a pesar de su reciente avance en importancia. La muerte del Papa es un sisma en si mismo y traerá a colación porquerías como las "profecías de Nostradamus" y demás etcéteras. Visionarios y profetas de todo tipo revolotearán como aves de rapiña alrededor del cuerpo aún tibio de Karol. Grupos radicales, feministas y "progresistas" pedirán un cambio en la batuta de la institución para que se "adecúe" a los tiempos "postmodernos". Este es un acontecimiento que provoca tristeza y preocupación.
El fin de una era: ¡Caray, quién lo pensaría siquiera cuando Karol Wojtyla fue elegido por el concilio Vaticano para suceder a Juan Pablo I !
Sin duda esta será una postal para el recuerdo.
El fin de una era: ¡Caray, quién lo pensaría siquiera cuando Karol Wojtyla fue elegido por el concilio Vaticano para suceder a Juan Pablo I !
Sin duda esta será una postal para el recuerdo.
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