lunes, noviembre 14, 2005

¿Por qué flota mi comadre?

Hola. Hace apenas unos días, la cinta “El Exorcismo de Emily Rose” se estrenó en nuestro país y parece que este tema ha captado el interés de muchas personas. Hoy por la mañana estaba viendo un programa de televisión donde presentaron a un tipo que dice ser exorcista pero no es sacerdote de la Iglesia Católica. Este sujeto mostró al aire varios videos de sus “exorcismos”, los cuales realiza en donde sea, hasta en salones de baile que renta para que vaya la gente en busca de ayuda. No me tragué ninguna de sus explicaciones, ni mucho menos lo que vi en esos videos, pues este individuo dice tener días de trabajo tan intensos que incluso ha tenido que expulsar a docenas de demonios en una sola sesión, ha de ser bien fácil ¿no?. Como lo que vi en televisión me pareció completamente absurdo, decidí meterme a la internet para investigar más a fondo este fenómeno. Después de leer por un buen rato información seria al respecto, me quedó claro que lo que vi por la mañana no eran más que imágenes de personas imitando lo que vieron en la película “El Exorcista” queriendo llamar la atención, gente con problemas mentales que se pueden solucionar con un tratamiento psicológico adecuado o gente pagada por el charlatán que fue a hablar sobre el tema. El caso del exorcismo es algo que la Iglesia se toma muy en serio, tan en serio que no acepta un caso de posesión sin que la persona que se dice estar poseída pase primero por todos los estudios médicos que puedan existir para conocer si el sujeto sufre de alguna enfermedad mental. También se realizan investigaciones a su historial médico, especialmente para saber si la persona ha sido sometida a tratamientos con fuertes medicamentos o si ha sufrido de traumas importantes durante su niñez o en su pasado inmediato. Una vez que la persona “poseída” se ha realizado todo tipo de exámenes médicos y el problema de los escupitajos al crucifijo, levitar sobre la cama, hablar en latín y decir que nos va a cargar a todos el payaso, persiste... entonces es hora de llamar al sacerdote más cercano para que vaya y compruebe que en realidad existe una posesión demoníaca y entonces sí iniciar un exorcismo serio y respaldado por la autoridad Católica. Lo del proceso que sigue un sacerdote para realizar un exorcismo, lo dejaré para otro post, pero acá les dejo una lista de síntomas que muestra una persona que está poseída de verdad... digo, así podrán saber si su comadre en verdad tiene al mismísimo Satanás ahí metidote o si sólo son efectos de sus borracheras.
1.-Ante lo sagrado o lo religioso se da una gama de sensaciones que van, según el sujeto, desde el fastidio hasta el horror, desde la leve expresión de molestia hasta la manifestación de ira y furia.
2.-En estos casos más extremos, el horror lleva a accesos de furia, acompañados normalmente de blasfemias o insultos dirigidos hacia el objeto religioso que se ha situado en la proximidad.
3.-El poseso en los episodios agudos de manifestación de ira furiosa, pierde la consciencia. Cuando vuelve en sí no recuerda nada. La amnesia es total y absoluta. Sin embargo, aunque no recuerde nada el sujeto durante el episodio ha padecido un cambio de personalidad mientras ha durado esa crisis de furia. Durante esa crisis una segunda personalidad emerge.
4.-Esa segunda personalidad siempre tiene un carácter maligno. Es frecuente que durante esos momentos las pupilas se vuelvan hacia arriba, o hacia abajo, dejando los ojos en blanco. Los músculos faciales se ponen frecuentemente en tensión. También las manos muestran crispación. En esos momentos de crisis, la persona articula la voz llena de odio y rabia.
5.-Acabada la crisis furiosa, la persona vuelve lentamente a la normalidad, el tránsito de vuelta a la normalidad es prácticamente similar en cuanto al tiempo y al modo al tránsito que se observa de la vuelta del estado de hipnosis al estado normal de conciencia.
6.-Fuera de las crisis furiosas en que emerge la segunda personalidad, la persona lleva una vida completamente normal, sin que esta patología afecte para nada ni a su trabajo ni a sus relaciones sociales. El sujeto aparece como una persona perfectamente cuerda. En todo momento distingue perfectamente entre la realidad y el mundo intrapsíquico, no observa una conducta delirante.
7.-En algunos casos sí exponen cosas que parecen alucinaciones sensoriales (concretamente exponen que, esporádicamente, ven sombras, sienten una difusa sensación extraña en alguna parte concreta del cuerpo u oyen crujidos). Por el contrario no oyen voces internas, ni sienten que algo les corre bajo la piel.Habría que añadir que no se puede considerar dentro de este campo de la posesión los casos en que el sujeto meramente dice sentir una presencia. En la mayor parte de los casos estos fenómenos de posesión se producen tras participar en algún tipo de rito esotérico: ouija, práctica de espiritismo, santería afrocubana, macumba, vudú, etc.



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