martes, mayo 23, 2006

Los grandes no se agrandan

Todos sabemos cómo es la forma de ser de los brasileños, cualquiera que se ha topado con alguna persona de aquella nacionalidad sabe que el brasileño por lo general es una persona amable, sociable, respetuosa y sobre todo alegre. La selección brasileña de fútbol no es la excepción. A pesar de ser el equipo más seguido del mundo entero, a pesar de ser los pentacampeones y de ser los jugadores que más dinero ganan en el planeta, los seleccionados brasileños no tienen problema al acercarse a los hinchas que les piden una foto o un autógrafo cuando llegan a cualquier ciudad. Es de admirar la buena onda de los jugadores y los directivos, siempre amables con la prensa y con la gente, pues saben que en el papel del equipo más famoso del mundo tienen la responsabilidad de dar una buena imagen y mostrar esa cara amigable del fútbol. Hace algunos años tuve la oportunidad de saludar de mano al entonces director de la selección carioca, Mario "lobo" Zagalo, en el aeropuerto de la Ciudad de México. Recuerdo que yo estaba esperando a mi primo que venía de visita a México desde Estados Unidos cuando vi salir a los jugadores de la selección brasileña que venían a disputar, si no mal recuerdo, la Copa Confederaciones del '99. Inmediatamente todos fueron rodeados por fotógrafos y demás gente, por lo cual no me pude acercar a ninguno pero hasta el final venía el director técnico y sin bronca me pude acercar a él para saludarle y él de manera muy amable se detuvo a estrecharme la mano. Eso es ser humilde a pesar de la grandeza de la que se goza, esa es gente de respeto, no como las selecciones que llegan a otro país y se encierran en el hotel de concentración y hasta ponen guardias para echar a los hinchas y periodistas que se intentan acercar al equipo. Todo esto lo digo por que casi al mismo tiempo que la selección mexicana llegó a Francia para preparar su juego del sábado contra "les blues", la selección de Brasil llegó a la ciudad suiza de Weggis, donde se preparará para iniciar su participación en el mundial. A través de los medios de comunicación se puede ver la diferencia de actitud entre los dos equipos, pues mientras los brasileños se la pasaron firmando camisetas, tomándose fotos y hasta dando besos a sus seguidores cuando llegaron a Suiza, la selección mexicana no ha permitido que ni los medios nacionales puedan acercarse para entrevistas y todo eso con el equipo. Mis respetos a la selección brasileña por esa humildad y un zape a la mexicana por cotizados. Adiós!.



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