Hace poco me enteré de un hecho insólito. Los fieles seguidores de la ahora llamada "Santa Muerte" se manifestaron por las calles de la Ciudad de México para exigir a autoridades eclesiásticas la inclusión de este icono como parte de su parafernalia de adoración. ¡Increíble! ¡A lo que hemos sido orillados los mexicanos!
He leído algunas críticas y comentarios al respecto. Algunos señalan que la iglesia católica es represora por impedir este tipo de demostraciones. Otros señalan que es una "blasfemia". Unos más que debe permitirse la libertad de culto. Pues sí, todas son muy válidas, pero como en todo existen aristas que se pasan por alto.
1.-La "Santa Muerte" fue adorada en principio por personas que sentían que no podían acercarse a otras figuras de santos, pues su ritmo de vida no es lo que podría llamarse "adecuado" o "correcto". Entre este tipo de individuos se situaban prostitutas, ladrones, asesinos, padrotes, narcotraficantes, y demás escoria de la sociedad. Digo, ninguno de ellos puede reclamar y autonombrarse como un elemento "digno" de la sociedad ¿O sí?
2.-El culto en nuestro país es de relativa aparición, pues hay indicios que no hace mucho se comenzó su práctica entre la población general.
3.-Este tipo de adoración es semejante a la practicada por creyentes del Vudú, Santeria y subsidiarias. Ninguna de ellas es reconocida por la Iglesia Católica como culto cristiano.
4.-¿Por qué no es reconocido como culto cristiano? Muy fácil, la respuesta es obvia. No se utiliza a Jesús, sino a otra persona para sus solicitudes. De hecho "los que saben al respecto" han dicho que si no cumples, alguien cercano a ti ó en su defecto tu mismo puedes morir. Este hecho se contrapone a la doctrina cristiana, la cual propone el perdón y la vida como sus máximos valores. Entonces, ¿Si no cumples la "calaca" viene por ti? Pues sí, viene por ti. Si fallas no perdona. Pero aquí hay un problema en su dogma ¿No viene por uno de todas formas? Digo, por mucho que le reces no te va a dar la inmortalidad ¿O sí?
5.-Al igual que pasa con los homosexuales -llámese a la atracción de dos cuerpos iguales, sean hombres o mujeres- a quienes se les impide unirse al cuerpo general de creyentes, estas personas que rinden pleitesía a "un estado humano físico" no serán incluidas como parte de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.
Esta determinación tiene diferentes razones, todas ellas presentes en las costumbres y textos cristianos. Puede uno estar de acuerdo o no, pero eso es otra cosa. Al rato estaremos sufriendo una marcha más para beatificar a la "Santa Juventud" o la "Senilidad Bendita".
México
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