"Un estudio realizado por la Universidad de Harvard recomienda la creación de un marco legal que permita al presidente de Estados Unidos aplicar “tortura cruel, inhumana y de trato degradante”, así como practicar “asesinatos y detenciones” para preservar la seguridad y la libertad democrática de la nación (...)"
¿No es increíble? George Walker Bush es bisnieto de Adolf Hitler. Ese difunto alemán que trató de proteger a su pueblo de los constantes abusos de la población judía hacia sus conciudadanos y cuya única solución posible la encontró en el genocidio, la tortura y la humillación. No sería la primera vez que el temor del pueblo norteamericano se traduce en medidas represivas, violentas, las cuales pregonan la victoria de las libertades individuales y democráticas.
Tampoco sería la primera vez que los estadounidenses actúan de manera totalitaria y dogmática ante cualquier evento en la vida. Recuerdo cuando residentes de alguna ciudad de Texas quemaron libros de la saga del niño mago "Harry Potter", pues los consideraron satánicos. Ahora, hago alusión al concepto "kitsch" utilizado por el escritor y pensador Umberto Eco en su texto Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas. Pues bien, esa posición "kitsch" que EU aplica a todos los elementos de su mundo, no pudo controlar la realidad. NO aquella realidad que creamos a partir de nosotros, sino aquella que persiste a pesar de nosotros. Su incapacidad para manejar "dicha realidad" los impulsó y los obliga actualmente a crear condiciones que les ayuden a controlarla. Un golpe a su psique, tan inmenso como el choque de un avión jumbo contra uno de sus símbolos de poder más conocidos, es algo irreconciliable, un elemento que niega rotundamente los preceptos y fundamentos de su realidad, algo que hasta la fecha no los deja dormir tranquilos, y al parecer tampoco nos dejará dormir a nosotros, el resto del mundo, pero por motivos completamente diferentes.
¿No es increíble? George Walker Bush es bisnieto de Adolf Hitler. Ese difunto alemán que trató de proteger a su pueblo de los constantes abusos de la población judía hacia sus conciudadanos y cuya única solución posible la encontró en el genocidio, la tortura y la humillación. No sería la primera vez que el temor del pueblo norteamericano se traduce en medidas represivas, violentas, las cuales pregonan la victoria de las libertades individuales y democráticas.
Tampoco sería la primera vez que los estadounidenses actúan de manera totalitaria y dogmática ante cualquier evento en la vida. Recuerdo cuando residentes de alguna ciudad de Texas quemaron libros de la saga del niño mago "Harry Potter", pues los consideraron satánicos. Ahora, hago alusión al concepto "kitsch" utilizado por el escritor y pensador Umberto Eco en su texto Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas. Pues bien, esa posición "kitsch" que EU aplica a todos los elementos de su mundo, no pudo controlar la realidad. NO aquella realidad que creamos a partir de nosotros, sino aquella que persiste a pesar de nosotros. Su incapacidad para manejar "dicha realidad" los impulsó y los obliga actualmente a crear condiciones que les ayuden a controlarla. Un golpe a su psique, tan inmenso como el choque de un avión jumbo contra uno de sus símbolos de poder más conocidos, es algo irreconciliable, un elemento que niega rotundamente los preceptos y fundamentos de su realidad, algo que hasta la fecha no los deja dormir tranquilos, y al parecer tampoco nos dejará dormir a nosotros, el resto del mundo, pero por motivos completamente diferentes.
Política
1 comentario:
Ayyy con estos gringos!!!! pero que noticia más decepcionante!!! Bush y su orda de mogigatos con anteojeras que se niegan a ver más allá de sus narices!!!Pero ¿que sería de los EEUU sin los mojigatos? en cierta medida ellos (los puritanos) fundaron al país, fueron la primera generación de colonias británicas que se asentaron en el Nuevo Mundo allá por 1620, aunque luego claro vinieron más inmigrates.
El influjo de los puritanos resultó especialmente decisivo en la redacción de la constitución de EE UU. y en cierta medida son lo que ahora son gracias a la doctrina puritana. Cuando estalló la revolución americana a finales del siglo XVIII, el peso de los puritanos en las colonias inglesas de América del norte era enorme. De los aproximadamente tres millones de americanos que vivían a la sazón en aquel territorio, 2.000.000 eran puritanos de origen escocés, inglés, holandés, alemán o francés. Así, dos terceras partes al menos de los habitantes de los futuros Estados Unidos eran calvinistas y el otro tercio en su mayoría se identificaba con grupos de disidentes como los cuáqueros o los bautistas.
EE UU han cambiado mucho desde entonces pero su esencia sigue siendo claramente puritana.
En fin: "God bless America and protect us all from it".
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