jueves, julio 07, 2005

Juegos Olímpicos, después tragedia. Nuevos atentados en Londres

Después de la algarabía general experimentada por el pueblo inglés gracias a la victoria de la ciudad de Londres sobre metrópolis tan importantes como París y Madrid, al conseguir la sede para los Juegos Olímpicos de verano del año 2012, se registraron varias explosiones en esa urbe del continente europeo. Los ataques se dieron en diversos puntos de la capital británica. Autoridades de ese país señalaron que las estaciones de metro: Edgware Road, King's Cross, Aldgate East, Liverpool Street, y las paradas de autobús Russell Square, Moorgate, y Tavistock Square son algunos de los lugares donde unidades del sistema de transporte colectivo de esa nación fueron víctimas de explosiones. Estos incidentes hundieron a Londres en un caos total. Hasta el momento, el gobierno habla de dos personas muertas y nueve heridos. Sin embargo, será en las próximas horas cuando se den a conocer las cifras oficiales de daños. Por su parte, el primer ministro inglés, Tony Blair, manifestó al abandonar la cumbre del G8 en la población de Gleneagles en Escocia, que sin lugar a dudas estas acciones fueron perpetradas por terroristas, quienes no obstante, no podrán afectar los valores y forma de vida intrínsecos del pueblo británico. Asimismo, el comisionado de policía de Londres, Sir Ian Blair, manifestó que los heridos son atendidos actualmente en hospitales de la localidad. También, comentó que existe la posibilidad que las explosiones hayan sido coordinadas de manera que hagan una referencia inmediata a los atentados ocurridos en Madrid. Además, se hizo un llamado para que médicos y enfermeras con licencia acudan a prestar apoyo a los heridos.
La pregunta obvia sería la siguiente: Si esto pasa cuando los líderes de las naciones más industrializadas del mundo asisten a una cumbre de radical importancia para el destino del mundo ¿Qué podemos esperar el resto de los mortales que acudamos a ver los Juegos Olímpicos?
Por mucho que se intenten ajustar las medidas de seguridad -cómo hasta el momento el gobierno de Inglaterra ha venido implementando- será imposible asegurar el bienestar de atletas y espectadores. Es necesario revisar las verdaderas causas de estos ataques, pues esta sólo representa una reacción de individuos resentidos con la forma de hacer política por parte de Reino Unido. Pero es clara cual será la posible reacción por parte de grupos radicales en ambas partes de este conflicto: ¿Qué fue primero: el huevo o la gallina? es decir ¿Quién arrojó la primera piedra?

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